One: From Blushes and a Little Lie.

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─ ¡Y te lo puedo jurar, desconocido lindo! Terminé sin dormir como cuatro días por hacer esa tarea imposible. El tercer año es duro. ─ Dijo mientras le daba otro sorbo a la bebida. ─ ¡Y estudiar! No olvidemos que también estudié. ─ La voz se le estaba distorsionando un poco y parecía un poco más graciosa de lo que había podido escuchar.

Park Jimin rio un poco ante la aclaración de Min Yoongi, moviendo de lado a lado su vaso con cerveza fría.

─ ¿Y luego qué, Yoongi? ─ Le preguntó con sincera curiosidad.

─ Te lo diré si me dices Hyung otra vez. ─ Le dijo antes de tomar de golpe otro sorbo de su bebida y regresar a mirarlo con un puchero extremadamente lindo.

Dios.

¿Quién diría que, por ir por primera vez a una fiesta de su universidad, terminaría hablando con su amor platónico? ¡Y no solo eso! Había conseguido saber más de él, y no se había esforzado nada de nada. Jimin se encontraba demasiado orgulloso de sí mismo como para negarlo, tener al atractivo rubio tan cerca, y el estar hablando con él era la mejor de las ganancias. ¡Y solo se había sentado a su lado! Por favor, si antes le hubieran dicho que hablar con el chico que le gustaba iba a ser tan fácil, lo hubiera hecho desde el inicio.

Min Yoongi era muy muy lindo a pesar de estar completamente ebrio.

De cabello rubio y ojos tan oscuros que hacían su mirada profunda e infinita, con la barbilla dura y el cuerpo un poco trabajado, era listo y estaba estudiando física igual que él, aunque tenía uno que otro problema en entender todo, era muy listo, una buena combinación. O al menos lo era para Jimin.

Jimin no recuerda cuando empezó su flechazo por él, de hecho, hasta la fecha no podía recordar cuando fue que lo conoció por primera vez, solo sabía que era muy atractivo y un chico muy lindo como para tenerlo suspirando por él en medio de las clases.

─ Hyung... ─ Dijo con una suave melodía, tratando de ser lo más tierno posible, pues Min Yoongi parecía ser muy manipulable con eso.

─ Maldita sea, ¿Te han dicho que eres muy lindo cuando hablas así? ─ Gruñó en cambio el mayor mientras apoyaba su mejilla en la barra mirando directamente a Jimin.

Jimin sonrió un poco ante el cumplido, sus mejillas se volvieron más y más rojas conforme el tiempo pasaba, tal vez por las tantas cervezas que había tomado, o tal vez por tantos halagos dados por su amor platónico en un día. En las pasadas horas, Yoongi había podido alabar cualquier parte de Jimin, diciendo cumplidos bonitos y un poco extravagantes ─tal vez siendo impulsados por el alcohol─ e incluso tocando lo que le gustaba, desde el cabello color miel del menor hasta sus delgadas mejillas.

Tenía que admitir que nunca se había sentido tan bonito y especial en presencia de Min Yoongi, porque de no ser por esa fiesta, nunca de los nunca le hubiera hablado, ni siquiera por un favor a un mayor en la universidad.

¿Acaso el destino había actuado a su favor?

Y conforme el tiempo pasaba, Jimin se dio cuenta de lo mucho que le gustaba Min y de lo divertido que era también, Yoongi en estado de ebriedad podía salir con cualquier ocurrencia que lo hacía reír a más no poder, saltaba de un tema de conversación a otro con demasiada facilidad, ¡Incluso había terminado bailando con él! Y mientras la noche se consumía más rápido de lo que le hubiera gustado, su corazón se sentía más y más cálido.

Min Yoongi en realidad era muy muy especial.

Y cuando el reloj marcó las dos de la mañana, Jimin tomó la decisión de que era muy tarde como para seguir, y Yoongi hizo caso al querer sacarlo de ahí, Jimin nunca se imaginó besarlo afuera de la entrada de un bar.

¡Ronroneos para Min! |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora