Ninfómana © [+18] (✔️)

Capitulo 33

Madrid, España.

-Exquisita- dice con un deje de lujuria- Vamos, nos estan esperando- me hace señas de que me agarre de su brazo.

-No es necesario que actues asi- hago referencia hacia su actitud- no estoy aquí porque quiera- rechazo su brazo y salgo ppr mi cuenta. Me volteo a observarlo para que me guie y lo descubro viendome el trasero, ruedo los ojos.

-Tranquila hermanita, sígueme- ¿Hermanita? No me digas que este es el sobrino de Jhonatan, sorprendida y en las nubes lo sigo por un pasillo largo.

Llegamos a unas escaleras y las empezamos a bajar. A medida que mi vista se va ampliando, veo una gran sala, sillones de cuero rojo y blanco, todo el lugar da la impresión de estar en un castillo, el excentrismo se muestra en todas las de la ley y es ostigoso.

-¿Donde estamos?

-No te desesperes, prontamente nos reuniremos con los socios- la seguridad llena sus facciones, no entiendo ¿socios?. Esto esta muy raro.

Si mal no recuerdo, lo ultimo que tengo de memoria es haberme desmayado, tuve un colapso por la muerte de Louis, sin embargo, no estaba sola, Volkob estaba alli en el momento de la explosión. El muy maldito me trajo a su casa, lo voy a matar y no me dolera el pulso para hacerlo.

De repente mi acompañante se para frente a unas puertas dobles café, las empuja haciendo un ruido por el movimiento, causando que llamemos la atención, algo que en este momento me molesta ya que solo hay hombres en ese lugar, solo veo una pelirroja de ojos verdes, tiene un vestido vinotinto muy pegado al cuerpo, demostrando sus increibles atributos.

-Sentimos la demora- miro todo el lugar y cuento cuantas personas hay, son ocho personas exceptuando a mi acompañante y la mujer, en una esquina en un sillón individual veo a Volkob, esta sonriendo, muy pronto borraré esa asquerosa sonrisa, ya veras.

-Entonces, que no se espere mas, iniciemos.- diciendo esto, tres tipos se paran de sus respectivos asientos y se acercan a mi, descubro su intencion de cojerme y doy mi primer golpe, se lo doy al primero en acercarce, es un moreno inmenso, sus rasgo afro esta muy presente.

Al segundo le doy una patada directo a sus bolas pero me coje mi pie y me inmoviliza, sin embargo con mi brazo izquierdo le pego un buen gancho que le voltea la cara y agrediendo parte de su mandíbula, el tercero es un rubio, de ojos café muy parecido al segundo, tienen razgos en común y deduzco que son familiares.

En fin, le empiezo dandole un derechazo que va con mucha fuerza pero lo esquiva facilmente, me sonrie egocéntricamente y empieza atacarme, me lanza una patada que esquivo, cuando me voy preparando para dar mi segundo golpe, soy sorprendida por un golpe en la cabeza que me marea un momento, el cual es aprovechado por los tipos y me inmovilizan, me amarran las manos y me sientan en una silla.

-¡Sueltenme malditos! Los voy a matar- la amenaza en la oración es notoria, miro al causante de todo este circo, sigue sonriendo pero ahora parece satisfecho- Tu seras el primero en morir, si te escapas, te buscaré y te cazaré, sentiras el miedo correr por tus venas y cuando te tenga en mis manos, me aseguraré de hacerte sufrir.- todo lo dije mirandolo fijamente, no aparte ni un segundo la mirada de su rostro, su expresión muestra un atisbo de inseguridad pero como aparece, así también desaparece.

-No seas graciosa, es imposible que me mates- se señala- soy tu padre, me debes respeto.

-¡Ja! Estas muy pendejo si cres que te debo respeto- suelto una risotada y continúo- el respeto se gana, no se exige y tu solo te has ganado odio, repudio, asco- le miro con intensidad- eres un desgraciado.

-Dime algo que no me hayan dicho.

-¡Imbecil! Cuida tus espaldas, porque te matare cuando menos te lo esperes.