Especial: Momento entre hermanos

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Todoroki Shôto

(Capítulo 13)

Alguien golpeó tranquilamente la puerta de mi alcoba tres veces y seguido entró.

— ¿Shôto? — Fuyumi asomó su cabeza. — ¿Estás bien? te he llamado ya dos veces para comer. — se adentró a la habitación y cerró la puerta.

— Enseguida voy. — contesté sentado en la orilla de mi cama.

— Hmmm bien. ¿Pasa algo? te veo pensativo. — creí tener mi expresión neutral, pero desde que comenzó el tema del matrimonio Fuyumi ha estado más pendiente de mí. Asentí.

— ... ¿Sabes como iniciar conversación con alguien? — pregunté algo apenado, se me dificultaba un poco comenzar una conversación trivial por cuenta propia, sobre todo con cierta persona.

Ella se acercó a la cama sentándose a mi lado, abrió ligeramente más los ojos y puso su dedo índice en su mentón. — ¿Iniciar conversación? veamos... Cordialmente lo de siempre; Saludar, preguntar estado físico o emocional y después hablar simplemente de lo que quieran discutir. ¿Por qué preguntas? — me quedé callado pensando qué responder.

— No sé como hablarle.

— ¿A quién, T/n-Chan? — miré al suelo y asentí. — ¡Ah, entiendo! Pues es comprensible... ¿Han hablado de sus gustos? — la miré.

— Sí. Favoritismos, pasatiempos... Ella comienza las conversaciones en la mayoría de las veces.

— Bueno... ¿Han hablado sobre sus vidas? — abrí los ojos dándome cuenta de que nunca tocamos el tema

— No.

— Bueno, es bueno que conozcan ese lado de cada uno, ¿no? — no respondí.

Unos pasos cercanos a la puerta se oyeron, abriéndola y dejando ver a mi hermano mayor.

— ¿Por qué tardan tanto? vamos, tengo hambre. — se detuvo un momento al vernos tan serios. — ¿Quién murió?

— Sólo conversamos, Natsuo. — dijo Fuyumi.

— Hmm ya veo... ¿Consejos de hermana mayor? — se acercó sin cerrar la puerta. Mi hermana asintió alegre. — Esos consejos se dan cuando... ¡Hablas de una chica! — sonrió de oreja a oreja y revoloteó mi cabello, cerré los ojos y fruncí el ceño.

— ¡N-Natsuo! — exclamó en bajo la peliblanca.

— Claro que no. — mentí.

— Claro, claro. — puso una mano en su cintura y la otra la movió de arriba a abajo sin creerme. — ¿Y bien, es de tu escuela? ¿O es T/a-Chan? — lo miré con el ceño ligeramente fruncido.

— No creo que se sienta muy cómodo, Natsuo...

— ¡Oh, vamos! soy su hermano mayor, ¿no es así, hermanito? — sonrió con burla. — pero ya, enserio. ¿Se trata de una chica? — aligeré mi expresión y suspiré derrotado. acepté. — Eso es tan tierno. — ignorando esa última frase, conté mi tormento a mi hermano. — Ya veo, bueno, nunca fuiste de muchas palabras. — rascó su nuca pensando qué responder. — Pues, espero que lo que Fuyumi te haya dicho te convenza porque yo estoy en blanco.

Volví a suspirar.

— Ahora que lo pienso, ¿sólo se han visto aquí, verdad? ¿por qué no salen ustedes dos solos? — la miré. — No necesariamente como una cita, sólo salir. — propuso la chica.

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