Ambos se fueron de ahí tomados de la mano, Rubén estaba más que estresado y algo confundido por lo que acababa de pasar y Vegetta, pues el...solo estaba concentrado en la felicidad que sentía por la calidez que le brindaba la mano del contrario.-¿Que cojones acaba de pasar ahí y desde cuando te conocen?...¿desde cuando tu los conoces? Y ¡¿Porque te querían asesinar?!.-comenzó a bombardearlo de preguntas intentando buscar alguna explicación para lo antes sudedido, ¿que no se suponía que solo lo conocía el?.
-Chiqui, intenta relajarte, te contaré todo ¿si? Sentémonos en esas rocas de por ahí, pero antes deja limpiarlas un poco, no quiero que te ensucies...-Realmente era algo que no quería mencionar mas, su pasado fue un poco...difícil, por así decirlo y eso era algo que había dejado muy olvidado, hasta ahora.
Ambos hicieron lo mencionado, Vegetta retiraba con algo de pereza la poca tierra que tenian encima aquellas rocas, y Rubén esperaba que terminara para poder escuchar su parte de la historia, encontrándose más ansioso de lo normal por saber algo más de la vida del chico de ojos morados.
[...]
Vegetta en su infancia, era considerado entre los niños, como alguien caprichoso y berrinchudo, pero eso no quitaba el hecho de que fuera popular, los demás niños amaban la forma de sus facciones y lo simétrica que era su cara, siempre había sido una persona bastante atractiva por lo que poco le importaba a los demás que su actitud fuera una completa mierda.
Conforme crecía, las chicas y uno que otro chico intentaban ligarlo a cómo diera manera, alimentaban su ego día con día, jamás sufrió de algo llamado "baja autoestima" siquiera sabía el significado de aquellas dos palabras. Era todo un galán y coqueto.
Pero no todo era color de rosas...en su casa, todo era vacío y sin luz, sus papás estaban unidos por un tratado, no se amaban en realidad...todos los días tenía que soportar sus constantes peleas, los gritos y los lamentos que se daban sin vergüenza alguna, sin preocuparse por que su hijo escuchara algo, aunque al final todo esto era compensado por regalos que sus padres le daban constantemente. Obviamente el no se quejaba, le convenía de todas formas...
Vegetta siempre había sido un chico muy consentido en cuanto a regalos y cosas que él quería. Todo, absolutamente todo se le era dado, sin importar el costo o lo difícil que fuera encontrarlo.
Lo que él quería lo obtenía.
Su ego estaba por el cielo y cualquiera que había intentado bajárselo, terminaba peor por simples azares del destino, cualquier chica o más bien chico que quería caía rendido ante sus pies, sabia como manipular a las personas con facilidad y eso era lo que le daba puntos.
Antes de conocer a Rubén...el tenía una relación con un niño de su grupo de amigos, lo apodadan como "Willy" aunque él era el único que le decía Guillermo o Guille. Recordemos que aún eran pequeños a esa edad, tenían unos 6 años...bueno a excepción de Vegetta, este le ganaba por un año, así que se podría decir que era una simple relación de chocolate...solo que Willy no se lo tomo así.
Willy aunque era un niño de corta edad, siempre había sido alguien demasiado astuto e intimidante, lograba manipular a quien sea a su antojo y la prueba de esto eran sus padres.
Al ser algo parecidos decidieron comenzar una relación, Vegetta veía todo como una simple broma, un juego y Willy...el si se lo tomo enserio, al ser "novio" de uno de los niños por así decirlo populares de su escuela, tenía mas privilegios ante algunos, podía hacer amigos con facilidad o conseguir absolutamente todo lo que quisiera solo con decir que era el novio de el chico de ojos morados. Tomando en cuenta de que los niños a esa edad eran tan ingenuos e inocentes que no se daban siquiera cuenta.
ESTÁS LEYENDO
Soldier and King ||Rubegetta||
FanficDonde Ruben siempre quiso un héroe, pero este nunca llegó. Así que se convirtió en uno. Solo que las cosas cambiaron con su llegada a Karmaland.