Memorias junto a ella

Al llegar a la iglesia me sentía nervioso, las manos me temblaban como si fuera a dar el peor examen de mi vida, mi corazón sentía que se iba a salir al verla... Al verla entrar a la iglesia.

Se veía hermosa como si fuera una muñeca de porcelana con un costo elevado, su vestido blanco le quedaba como si fuera una segunda piel, su rostro no podía verlo claramente, pero sabía que estaría espectacular...

Elisa Clarkson era esa mujer.

La persona que desde hace 16 años que la conozco, hoy a sus 21 años iba a dar un gran paso: el matrimonio.

Ella me vio y sonrió, las memorias de los momentos que pasamos se me vino a la mente, el día que la conocí... Fue algo muy curioso.

Recuerdo que teníamos como 5 años cuando vi a una niña de melena castaña con unos ojos verdes claros que me deslumbró. Ella lloraba porque se había perdido y yo era en ese entonces un niño que no sabía qué hacer, se me ocurrió la gran idea de agarrarle la mano y llevarla a mi casa, pese a que ella me rogaba que NO porque su madre decía que no hay que hablar con desconocidos, pero de tanta insistencia al final accedió. Vi a mi madre sorprenderse y le dije "Esta niña se perdió hay que ayudarla" mi madre quedó conmovida y llamo a la policía, pasaron tres horas y vi su reencuentro.

Su madre al verla la abrazo y lloró, a mi madre se le salió unas pequeñas lágrimas al ver la escena.

La señora Clarkson le dio las gracias a mi madre, a mí me sonrió y me dijo: "Gracias campeón", vi que aquella niña que aún no me decía su nombre me dio las gracias, tenía una hermosa voz como si fuera el cantar de los pájaros, a mi corazón le sentí acelerarse... Pensé que era hambre y hui.

Todos los días Elisa venía, jugábamos a que éramos esposos o al doctor.
Me acuerdo que en Halloween me vestí de Spiderman y tú de Mary Jane, dijeron que éramos la pareja perfecta... aquellas palabras hicieron a mi corazón saltar.

Recuerdo que cuando tenía 10 años, me diste la noticia que ibas a venir a estudiar a mi escuela, me sentí alegre al tenerte a mi lado, a que tendremos más tiempo para pasar juntos, a que te proteja de todos y a que te dieras cuenta de mis sentimientos.

Todos los días me decía que si estaba enamorado, al comienzo pensé que era una tonta ilusión, pero cada día que pasaba me enamoraba más... Su sonrisa, sus ojos, su boca... Me gustaba todo, absolutamente todo.

Vi como ella al entrar a la escuela los chicos le miraban, me hervía la sangre que todos la vean... "Ella es mía y nadie me la va a quitar" me dije a mi mismo.

Recuerdo que teníamos 12 años hasta que ella vino corriendo sonrojada como un lindo tomate y me dijo que... Se había enamorado. Pensé que era yo el afortunado, pero me dijo el nombre de la persona que se había robado su corazón y me quise morir: Liam Walker, el chico rubio de ojos celestes, el capitán de baloncesto se había robado el corazón de mi Elisa.

Me sentí triste y sólo di una falsa sonrisa, quería ir a mi cama a llorar por primera vez y me alejé diciendo que me enfermé, me miraste raro y me dijiste un "Ten cuidado".

Me dolía el corazón cada vez que la veía con él, cada vez que él te besaba, cada vez que le hacías chocolates para él... Él estaba primero en todo y yo... Quedaba en segundo lugar.

Recuerdo que teníamos 16 años, ya era tu cuarto aniversario con Liam hasta que te vi llorar en las gradas del campo deportivo, sentí a mi corazón romperse... Odiaba verte llorar Elisa.

Me acerqué y te di chocolates, los que tanto amo, me diste una sonrisa y te pregunte después de un rato ¿Qué pasó? Me contaste que Liam te había puesto los cuernos con Janet Wilson, aquella chica rubia de ojos celestes y capitana de las porristas.