Detonante final de la libertad

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Secuela de la historia: Romance con el dios del engaño Loki, de mi propia autoría. Aviso: Spoilers (Los Vengadores)

-¿No lo entiendes? ¡Mira a tu alrededor! ¿Crees que esta demencia terminara cuando seas rey?

Thor había golpeado a puñetazos a Loki cuando este se descuidó y atacó a Clint y Natasha. El acto de usar sus puños antes que a Mjölnir era una apelación a la cordura, al Loki que yacía bajo el dolor y la locura que impregnaba sus actos desde su llegada a Midgard.

-Es muy tarde. Ya nada lo detendrá hermano.

Para el dios del engaño aquellos golpes habían sido el detonante final de su libertad. La recuperación de su voluntad perdida ante Thanos después de la muerte de Valerie.

-¡No! Nosotros sí, juntos.

Loki empuño su daga y la estocó a un costado de su hermano. Sabía bien que un guerrero como Thor apenas y se inmutaría por aquel corte insignificante. Con dolor Loki observó cómo su hermano más que por la herida por decepción. Todo había salido como lo imaginó.

-Sentimental. – Alcanzó a mofarse antes de que la rabia se posesionará de Thor y lo tomará como un guiñapo para estrellarlo contra el suelo. El dios del trueno no comprendía como es que su hermano había cambiado tanto desde la última vez que estuvieron juntos en Vanaheim. No lograba comprender porque había abandonado el cadáver de la mujer que decía amar. No entendía como se había aliado con los Chitauri y había retomado su odio contra Odín como para pretender apoderarse de un reino, y más que ese reino fuese Midgard, la cuna donde se concibió al vástago que Loki amaba y que no alcanzó a ver nacer. Thor no sabía que Loki podría fingir una traición y hasta una vida entera, pero jamás una lágrima.

A Loki mismo le costaba comprender todo lo que le había sucedido en un lapso tan corto de tiempo, pero no podía ocuparse de ello en el momento. Debía de encontrar una manera de auténticamente terminar con la invasión al único lugar que podía llamar hogar.

Repasó brevemente sus opciones mientras sobrevolaba por las calles de Nueva York. Rogers estaba fatigado, aunque peleando en tierra. Stark no estaba a su alcance, y ningún vengador estaba cercano al teseracto. Además aún debía mantener la fachada; un error y su muerte sería inminente, y sin él, no habría esperanza de detener a los chitauris. No tuvo más remedio que ordenar al resto de las tropas atravesar el portal y rogar en silencio que se le concediera un milagro.

Súbitamente su milagro se le presentó en una pelirroja conocida que surcaba los cielos. Dirigió toda su atención en ella, en tratar de dirigirla con sus ataques a la torre de Stark. Pronto se dio cuenta de que ella ya tenía el rumbo fijado y que sus ataques sólo la estaban deteniendo. En cuanto decidió parar el fuego y buscar una forma sutil de poner a su alcance su lanza, una flecha apuntó a su cuello. Con rapidez la detuvo a unos centímetros de su carne y volteó a buscar visualmente al arquero, pero la flecha explotó en sus manos, derribándolo contra la torre.

Aún no había pensado Loki en cuál sería su siguiente movimiento cuando escuchó el rugido familiar de la bestia verde a la que llamaban Hulk. ¿Acaso venía hacia él? El golpe contra la pared y contra el suelo le confirmó el ataque. ¿Cómo se atrevía a ponerle una mano encima a él, un príncipe de Asgard?

-¡Oye ya basta! – Vociferó Loki mientras se ponía de pie. Al fin y al cabo, el orgullo real no podía ser eliminado de él. Había sido herido demasiado y en tantas formas que no podía permitir que su orgullo también fuese pisoteado.

-¡Todos están por debajo de mí! ¡Yo soy un dios criatura tonta! ¡Y no me va a intimidar una bes…!

Hulk no le permitió terminar sus palabras. Lo tomó de la pierna y comenzó a estrellarlo como su fuese una pluma. Una dos, tres, se detuvo un instante a observarlo, aún soportaba más, cuatro, cinco veces hasta dejarlo tendido contra el suelo. Loki permaneció sorprendido en el suelo, lastimado sí, pero de nada que le impidiese continuar peleando, pero dadas las circunstancias, un descanso era lo que necesitaba.

-Ugh… - Un pequeño quejido se le salió. ¡Qué bien se sentía poder hacerlo!

Estuvo un buen rato tendido hasta que quiso aquella bebida que el hombre de hierro le había ofrecido temprano. Comenzó a arrastrarse a las escaleras, para descubrir que quizá estaba un poco más lastimado de lo que suponía. Sin embargo, poco a poco fue abriéndose camino. Cuando se dio cuenta de que ya no estaba solo en el pent-house, se detuvo y volteó.

Había estado tan cansado que no se dio cuenta en que momento los seis vengadores subieron a confrontarlo directamente.

-Oye si no te molesta, ahora sí quiero ese trago. –dijo mirando directamente a Tony.

Stark sonrió débilmente mientras Thor y Clint lo tomaban de los brazos. De inmediato las fuerzas de SHIELD arribaron a la azotea. Rescataron a Selvig, y se llevaron a Loki. Thor le aseguró que lo alcanzaría después.

El plan improvisado de Loki había salido mejor de lo que esperaba.

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¿Qué les parecio el primer capítulo de la secuela? Estoy intentando de que sea tan entendible como para los que leyeron Romance con el dios del engaño Loki, como para los que no lo han hecho.

Desfile de amor y muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora