Destino Inesperado [Shadamy]

Capítulo 46

Se dirigía Shadow hacia su residencia después de haber salido con vida de la casa de su novia; por un momento creyó que mamá Vainilla lo mataría por haber dormido con su hija en su casa, pero se dio cuenta que ya no había rencores. Así que, después de dejar aquellos pensamientos, este siguió caminando hacia el lugar ya mencionado, pensando en su eriza rosada quien había sido un caramelo de azucar con él tras decirle las lindas palabras de hace rato las cuales consistían en que su relación peduraría aun más mientras viven otras experiencias difíciles.

¿Estará ella bien?; Shadow se comenzaba ya a preguntar sobre Rose, preocupándose un poco de ella, mas no de más para no estar pensando en Amy mucho tiempo. Este pensaba en cómo estaba tomando sobre el asunto que han tenido, sobre la cita con aquella doctora amable. Shadow tenía esperanzas de que su novia está embarazada, pues está ansioso de tener ya un bebé con Rose, pero este se sentía no muy convencido con la decisión de Amy sobre formar una familia ya. Shadow estaba dejando de ser egoísta, y se había dado cuenta de algo desde aquel entonces.

Después de un largo tiempo caminando y de haber percibido el aire fresco y limpio, regresó a su residencia, e ingresó con suma tranquilidad. Una leve sonrisa adornaba sus labios ya que después de haber dormido con Rose, le ha hecho sentir mucho mejor; y haber pasado una noche por primera vez en la casa de su pareja, lo hacía pensar en que otra vez están recuperando la confianza anterior, aquella la cual hacía de su amor incrementar cada día sin parar.

—Espero que no esté molesta conmigo —se dijo Shadow a sí mismo, hablando de su madre Mary.

La puerta se abrió después de que Shadow haya empujado con no tanta fuerza, y toda la casa se veía sólida y como si nadie estuviera habitando allí. ¿En dónde están?; preguntó este con una baja voz mirando todos los espacios de la casa, hasta que pudo escuchar ruidos que provenían de la habitación de su hijo Silver. Un suspiro exhaló, e ingresó allí, encontrándose a Mary alistando ropa para Silver, quien seguía dormido. Y Mary, tras ver a Shadow presente, esta le entrecierra los ojos, y se acerca al erizo negro.

—¿Y tú? ¿Recién vienes de la casa de Amy? ¿Qué estuvieron haciendo? —La curiosidad se podía notar en Mary tras haber formulado aquellas preguntas.

—Eso no te incumbe, Mary —respondió Shadow desviando la mirada—. Silver aún sigue durmiendo, ¿hasta qué hora se quedaron? —Ahora era Shadow quien hizo sus preguntas.

Nervios sintió Mary tras recordar todo lo que hicieron ella con Silver la noche pasada; comieron comida no saludable, vieron películas hasta tarde, y se fueron a dormir a las dos de la madrugada. Shadow suspiró cansado por la falta de respuesta de su madre, y los nervios que reflejaba su rostro sin ninguna pizca de maquillaje daba mucho que decir. ¿Cómo pudiste, madre?; preguntó este con un tono dramático mientras se acercaba a su hijo para darle un beso en la frente.

Mary estaba molesta, y no por ser un malagradecido, sino porque pensó que haberla llamado de esa manera era de corazón, mas lo hizo sólo por molestar; meses han pasado, y su hijo aún no le dice "mamá". Un poco de decepción sintió Mary al notar aquello, pero ¿qué iría a hacer? Quizá ya era tarde, pues Shadow ya tiene treinta y se va para los treinta y un años; pero lo que importa es que al menos está arrepentida de todo lo que le hizo a su pequeño, y ya pidió perdón de corazón, mas no fingido. Así que, la rubia sólo sonrió con pena, pero aquella emoción se le fue al ver la imagen de su hijo, quien estaba echado al lado de su pequeño.

—Oye, Shadow —llamó Mary, a lo que Shadow la miró—. ¿Estás comiendo? Te ves todo escuálido. —bromeó, y el erizo sólo rio mientras negaba la cabeza.

—Qué chistosa, madre —dijo este, pero al ver a su madre dedicándole una sonrisa, se incomodó—. ¿Qué pasa, Mary? ¿En serio estoy delgado? —preguntó Shadow preocupado.