Capítulo 9: La angustia tiene un sabor amargo a desesperación

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¡Muy buenas tardes! Agradezco a la gente que se ha tomado la molestia de leer este fanfiction, así como a las que continuaron pese a lo bizarro que pintaba todo desde el inicio. Iré actualizando cada miércoles y subiré varios capítulos, así que espero que lo disfruten. ¡Linda semana, diviértanse y amen el fandom de KnB! :D  

Haré unas aclaraciones por futuras dudas existenciales y esas cosas:

Este fic se intercepta en algunos capitulos con otro, igual del fandom de KnB, pero teniendo a Kise de protagonista con su respectiva OC. Lo menciono porque en el futuro algunos personajes de esa historia pueden aparecer en este fanfiction. Por si quieren leer ese fic, se llama Detrás del Balón, por Eli Lawliet (publicado en Fanfiction). Eso sería todo de momento, gracias :)

P.D. No olviden leer la secuela del manga :3

*-*-*-*-*-*-*

Salió del centro comercial con un par de bolsas pendiendo de ambas manos. Por lo que ahora sólo debía regresar a casa con sus nuevas provisiones.

—Al fin terminé.

Sin embargo, no dio ni un solo paso más. Frente a ella había un par de conocidos. ¿Qué es lo que hacían allí a esas horas de la noche, tan lejos de casa?

—¿Kagami-kun? ¿Tetsu-kun? ¿Qué es lo que andan haciendo por estos rumbos?

—¿No has visto a Aomine-kun? —Kuroko lucía de verdad preocupad.

—No lo he visto desde que salimos de clases. Pensé que se encontraba con ustedes.

—Lo estaba, pero nos despedimos hace un par de horas atrás —contaba Taiga—. Satsuki nos ha llamado preguntando por él.

—De manera que no ha llegado a casa...—Concluyó Axelle.

—No responde su teléfono... Preguntamos si lo han visto, pero nada.

—Lo único que logramos conseguir es que lo vieron corriendo detrás de un chico con gorra, pero es todo —dijo el pelirrojo.

—Aomine-kun no parece del tipo de chico que se enfrascaría en una pelea callejera así porque sí, ¿no?

—Seguramente le provocaron con algo en específico. Aomine-kun puede ser muy impulsivo cuando sabes en dónde pegar —pronunció Kuroko.

—¿Ya le avisaron a los otros? —ellos asintieron—. Bueno, empecemos por aquí a ver si tenemos suerte.

Ya llevaban revisadas varias áreas y no hallaban nada. La frustración era el menor de los sentimientos que se empezaba a acumular en sus mentes. No deseaban pensar lo peor, por lo que se mantenían en constante movimiento pese a que pronto el nuevo día no demoraría en asomarse en el horizonte.

Si bien deseaban continuar buscando, debían al menos descansar un poco y restablecer energías. En ese instante agradecieron que al menos uno de los tres viviera cerca y ofreciera su departamento para que pasaran lo que quedaba de la noche.

—Despejaré lo que hay en los sillones, sólo tengan un poco de paciencia —comentó Axelle dejando la puerta abierta para que sus dos amigos entraran.

—¿Puedo usar tu cocina?

—Adelante.

Daishi se había ido directo a la sala. Había muchas cosas que quitar de los sillones. También debía sacar algunas colchas para que se cubrieran del frío.

—Axelle-kun.

—¡Kuroko, deja de aparecerte de la nada! —chilló asustada al contemplarlo frente a ella.

Addicted to U [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora