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Hace siete años.

Narra Taehyung

Muy bien Taehyung no puede ser tan difícil encontrar tu internado, solo debes pedir indicaciones y podrás respirar tranquilo. O al menos eso pensaba, pero me era algo difícil tener que ubicarme en un país totalmente desconocido para mi, del que por fortuna lograba entender el idioma.

El GPS de mi celular solo hacía que me confunda más, la verdad no quería admitir que estaba perdido, eso sería peligroso si algún delincuente se entera e intenta hacerme daño, ahora si me arrepiento de no haber aceptado la ayuda que me brindaba mi primo. Seguí recorriendo la calles intentado buscar una parada de taxis, lo único que debía hacer era darle el nombre de mi instituto y el me llevaría, si eso seria fácil.

Mi vista buscaba algún taxi lo antes posible, pero para mi suerte en toda la área en la que me encontraba no había ninguno, y eso hacía que me empiece a asustar un poco, solo un poco. Las miradas de los alfas eran las que me incomodaban, a decir verdad no tengo buenas experiencias con las personas de ese rango, porque la gran mayoría se a intentado propasar conmigo, es por eso que mis padre decidieron mandarme al extranjero a un instituto en el dividían a todos por los rangos, lo que significaba que estaría rodeado de omegas, eso para mi era bueno.

Mientras dibagaba en mis pensamientos, por fin mis súplicas fueron concedidas y observé un taxi vacío que acababa de aparcarse cerca de donde me encontraba. Me dirigí hacia el taxi y en ese momento un tipo alfa, alto y  de contextura algo masculina aparcó su moto un poco más alejado del taxi, el chico entró en una tienda y no supe más, total le reste importancia. Cuando estuve cerca del conductor, lo salude amablemente y el él contestó de igual forma, le pregunté su podía llevarme a mi instituto y el me dio una respuesta positiva.

Yo me encontraba ya subido en el taxi con algo de alivio, o al menos lo estuve por unos instantes por que mientras el conductor también subía, la puerta del copiloto fue abierta de manera muy violenta. El chófer estaba por regañar al invasor, cuando el chico que se subió en la parte del copiloto, sacó una pistola y le apunto al chófer.

El chófer puso las manos en alto, en señal de rendición, y el joven le ordenó que subiera y comenzara a conducir. Yo mire como el chófer comenzó hacer lo que el chico le dijo, bajo su atenta mirada desde el puesto de copiloto y por eso yo intenté escapar, pero cuando mi mano se encontraba en la perilla el joven me miró y dijo.

- Quieto ahí dulzura, tú también vienes.

Ahora si estaba muy asustado, a tal punto que comencé a soltar feromonas por todo el vehículo. No sabia lo que me depararia ahora en adelante, lo único que cruzaba por mi mente era que tal vez de esta ocasión no salga con vida.

No sabia donde estábamos, pero el copiloto ordenó que parara en en una calle un poco transitada, donde se bajó y sin más se fue dejándonos atónitos tanto a mi como al chófer del taxi. El taxista no espero más y arranco el taxi lejos de aquel chico que se alejaba de lo más tranquilo posible. La gente de esta cuidad es algo extraña me dije en mi cabeza.

El taxista paró frente de un instituto el cual supuse que sería el mío, por lo que al mirar el nombre de mi instituto en el cartel me puse a respirar con tranquilidad. El chófer también estaba algo alterado, por que su respiración era algo errática, yo no lo pensé dos veces y le di la botella de agua que cargaba en mi bolso, ya que era lo único que tenía conmigo, por que mis otras cosas ya debían estar aquí hace unos dos días.

El mayor me agradeció el agua y ya más calmado, le pagué por haberme traído y sin más me despedí de aquel señor, no sin antes pedirle su número, por que no tenía la intención de contratar otros taxistas, supongo que ese beta sería mi chófer de confianza, solo si es que me arriesgaba a salir, aunque lo dudaba, pero con todo lo apunte en mis contactos.

¿Él es mi hijo? (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora