Cuando no logramos tener a esa persona que añoramos, sucumbimos al abismo de la tristeza; la fuerzas se despegan de nuestro cuerpo y tan solo queda lo gris y lo absurdo.
Solo queremos que esa intensa sensación de zozobra acabe ya de una vez, pero mientras ello dure siempre existirá la cuestión del por qué; por qué pasar por eso, por qué no se va esa sensación, por qué no verle, por qué no tenerle.
Es tanto el dolor que ya no hay fuerzas para continuar, solo queda el llorar.
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LAMENTO
Poetryla impotencia de no tenerlo se vuelve insoportable en cada momento y solo queda por hacer implorar y llorar.