Juego Perdido [Bakugo x tú]

1. UA

⚠️AVISO⚠️
Estoy reescribiendo este capítulo, así que si hay algún texto que no tenga sentido o sea raro para leer, posiblemente sea que lo estoy editando y lo he dejado a medias sin darme cuenta, aún así yo pondré este emoji (⚠️) donde deje de editar la historia, siento las molestias!!

Bienvenidx! Antes de empezar, querría aclarar un poco algunas cosas sobre el personaje :)

Nombre: ____ Nakamura
(____ significa tu nombre)

Aspecto:

-Ojos naranjas
-Pelo castaño y largo
-Piel pálida (no mucho)
-Cuerpo bastante delgado, pero ejercitado, y se notan algunos músculos. Sin muchas curvas, solo se nota un poco de curvatura entre la cintura y la cadera
-Altura: 1,66

(Si no te gusta puedes cambiar lo que quieras, yo solo le asigné un físico para poder narrar mejor la historia)

Ahora sí, empieza el primer capítulo <3

Pov narrador: (Pov= point of view/punto de vista)

Era una noche calmada, las estrellas brillaban, y las calles eran consumidas por el silencio.
Aparte de la tenue luz de luna, toda la superficie se encontraba rodeada de oscuridad, una oscuridad en la que descansaba una joven de ojos anaranjados.

Pov ____: (Pov= point of view/punto de vista)

Un ruido sordo se repetía en bucle en mi oído. Para algunas personas eso podría ayudar a conciliar el sueño, pero a mí me atormentaba.
Cansada de aquel sonido, me levanté de la cama en busca de algún tipo de distracción para pasar el rato. Me incorporé mientras calzaba mis pies en las zapatillas con forma de conejo rosa que tanto me gustaban.
Veía borroso debido al cansancio y la poca luz que había en mi cuarto, así que traté de alcanzar mi móvil en la mesita de noche junto a mi cama, pero antes de poder cogerlo, el sonido de un golpe seco me detuvo.
Miré hacia la puerta, el ruido parecía venir del piso de abajo. Extrañada, salí de mi habitación hacia las escaleras.
BAM
Otra vez el sonido volvió a retumbar por toda la casa, pero esta vez fue mucho más fuerte, y después de ese, una secuencia de golpes que comenzaron a escucharse desde el primer piso.

Empecé a bajar los escalones que daban a la cocina, cada paso que daba se sentía más pesado, y los ruidos más cercanos.
Me asomé para ver que sucedía sin llegar al final de las escaleras, había una silueta de alguien, de una persona.
— ¿Mamá?
BEEP BEEP BEEP
— ¡Mierda!
Abrí los ojos, estaba en mi habitación. Todo fue un sueño.
Me giré hacia el despertador, todavía no había dejado de sonar, era irritante.
Fruncí el ceño y me tiré de vuelta a la cama.
— ¡____! ¡Vas a llegar tarde! — Gritaba mi madre desde la cocina.
Solté un largo y pesado suspiro a la vez que me levantaba — ¡Ya voy!
— ¡Está Eijiro esperándote!
— ¡¿Qué?!
Rápidamente, abrí la puerta de mi cuarto y salí corriendo hasta la entrada de casa.
— ____, lindo pijama — Bromeó mi amigo al verme desde el portal.
— ¡Cállate!
Fui en dirección a la cocina, donde estaba mi madre preparándose un té.
— ____, vas a llegar darte, date prisa y- — ¡Sí, mamá!
Cogí una manzana y volví a mi habitación a cambiarme.
Busqué por todos lados, revolviendo mi armario hasta encontrar el uniforme del instituto.
Me vestí a toda prisa y volví a bajar para correr hacia la escuela.
— ¡Adiós, mamá! — Me despedí a prisas mientras cerraba la puerta.
— Adiós, señora Nakamura — Dijo Eijiro en el segundo antes de que yo diera un portazo.
— ¡Rápido!
Agarré a mi amigo por el brazo y comencé a caminar a pasos de zancadas.
— Acéptalo, ya vamos tarde, nos mandarán a la sala de castigo, otra vez — Decía Kirishima mientras caminaba un poco por detrás de mí.
— No si usamos el kosei de mamá.
Solté a Eijiro y me remangué la camisa.
— ____, no — Lo ignoré — ____, sabes que me mareo en el aire.
Hice mudos los comentarios del pelinegro y paré un segundo. Centré todos mis pensamientos en crear un par de alas como las de un pájaro en tonos anaranjados a mi espalda.
— Agárrate bien.
Vi que mi amigo intentaba zafarse de subir a mi espalda, pero yo le cogí de la muñeca y salté en vuelo.
— ¡____! ¡NO ME GUSTA ESTO!
Kiri se sujetó a mí con fuerza antes de soltar un grito de pánico, a lo que yo dejé escapar una pequeña risa.