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Hola mi nombre es Marinette Dupain-Cheng y esta es la historia en la que me hacer el corazón mierda y lo luego me lo vuelven a colocar donde debería estar

—Hoy me siento distinta Alya— comenté a mi amiga

—¿A que te refieres con eso niña?— alzó una ceja con curiosidad

—No lo sé siento que algo me va a pasar ho...— no pude terminar mi frase ya que me tropecé con alguien en la entrada de la prepa—ay lo siento, perdón, no te ví— pedí disculpas sin ver quien era

—Fíjate por donde vas— escuche esa voz tan conocida, que de inmediato le mire— mira quién es nada más y nada menos que la ingenua de Marinette Dupain-Cheng. Dime Dupain-Cheng ¿disfrutaste tus vacaciones vagabunda..? Jajaja — se estaba burlando de mi, otra vez

—¡¿Sabes que?!— grite, enfadada —Retiro mis disculpas Luka Couffaine, eres un idiota.— empecé a caminar para entrar de una ves por todas

—Lo que tú digas vagabunda.— escuché que se seguía riendo de mí. Agh

Ya en el salón me senté en mi pupitre y tire mi mochila a un lado. Alya me veía con una pequeña sonrisa tranquilizadora

—Mari tranquilizate, no te enojes— me habló con vos suave antes de sonreír burlonamente —al parecer si te pasó algo hoy ¿No?

—No te rías Alya— le recrimine, pero igual a mí se me escapó una pequeña risita. Cambie mi expresión para continuar hablando —no sé porque Luka es así teniendo una apariencia tan angelical y hermosa— antes de ni siquiera darme cuenta se me había escapó un suspiro

—Marinette la verdad no te comprendo, te gusta Luka pero parece que no entiendes que él no se va a fijar en ti, ya sabes que te trata hasta de vagabunda y si lo hiciera, él no se merecería a alguien tan especial como tú— puso una mano en su cadera mientras movía su brazo libre graciosamente, mientras hablaba —además dices que te gusta pero vives peleando con él, ¿quien te entiende niña? —puso sus ojos en blanco

—Si ya lo sé Alya, pero peleando es la única forma en que puedo hablarle ya sabes que ni siquiera me voltea a ver— suspiré pesadamente —además...— fui interrumpida por el irritante sonido del timbre, que anunciaba que las clases ya iban a comenzar

—Amiga hablamos en el receso, ¿va?— Alya me sonrió mientras se sentaba en su sitio

—¡Claro Alya!— accedí. No quiero ser regañada en clases... de nuevo

—Buenos días queridos alumnos espero hayan tenido unas lindas vacaciones— hablo mi profesora favorita, la Miss Bustier. Se puso a ordenar lo que traía en manos en su escritorio antes de recargarse en él, para continuar hablando —es un gusto volver a saludarlos a todos. Les tengo una noticia.— sonrió ampliamente —Va a venir un estudiante de intercambio que viene de España, no se sabe si se va a quedar aquí bastante, ya que se ganó una beca... —antes de que la Miss terminará su explicación fue interrumpida por el idiota pero hermoso Luka

—Va a venir otro nerd— comento en tono burlón, haciendo a todos en el salón reír. Claro. A excepción de mi, la profe y Alya

—Señor Couffaine, ¿puede guardar silencio hasta que yo termine de hablar por favor?— le reprendió con voz severa. Luka solo rodó los ojos y bufo

—Claro. Como usted mande, profesora— expresó sarcástico. La profe frunció el ceño, pero siguió con su explicación, sin, está vez, ser interrumpida.

Ya habían pasado la primera lección, y estaba aburrida, esperando que el pinche timbre sonará.

—Ay Alya estás clase me parece eterna— le susurré (para que no nos regañaran) mientras me removía dramáticamente —ya pasaron 40 min ya debió de haber sonado el timbre— seguí con mi berrinche infantil

—No te preocupes chica ya casi va a so...— no pudo terminar ya que... ¡por fin el bendito timbre, sonó!, para poder despejarnos, aunque fueran unos minutos —¿Ves? te lo dije. Vamos a nuestro gran receso de 5 minutos— comentó sarcástica, a lo que yo solté una pequeña risa. Agarramos nuestras pertenencias mientras nos dirigimos a la salida del salón

—Claro amiga— ya una vez fuera, respiré exageradamente, cerrando los párpados —Aire puro— Alya soltó una carcajada. Empezamos a caminar

Mientras no dirigíamos a nuestra próxima clase Alya me preguntó:—¿Como crees que valla a ser el estudiante nuevo?— agarro su barbilla, pensativa —¿más importante es chico o chica?, si es chico...¿será guapo?— y luego dice que soy ya la que se enamora de lo físico, ja

—Alya no lo sé. Pero si algo es seguro, es que, debe ser muy listo para ganarse una beca ¿no?— respondí a sus "dudas" mientras sacaba los libros y cuadernos que iba a ocupar del casillero. Alya hizo lo mismo, pero la tuve que esperar, por que ella andaba divagando en cosas "importantes"

Ya una vez en clases de Química, la loca profesora  Mendeleiev nos estaba esperando. Nos sentamos de inmediato en nuestros asientos correspondientes

—Queridos alumnos ya sé que el primer día de regreso a clases, pero les tengo una "sorpresa"— dijo una vez estábamos todos. Ja, esa "sorpresa" no me va a gustar nada, y ni a ninguno de mis compañeros. De eso estoy segurisíma

—Emm...profe, ¿cuál "sorpresa"?— me atreví a preguntar. No a dicho nada aún, y ya me arrepentí de preguntar

—Tendrán que hacer un proyecto— nos dijo seria, pero con una pequeña sonrisa. Le encanta vernos sufrir. Todos en el salón empezaron a negarse y a decir cosas como; "ay no profe", "¿por quéééé?", "pero si apenas regresamos de las vacaciones". Estoy 100% segura que por que mis compañeros se empezaron a quejar, la maestra mostró una sonrisa un poco más amplia —pero también hay un lado bueno. El proyecto va a ser en parejas— la mayoría (para no decir todos) empezaron a celebrar y a "agruparse"—pero también hay otra cosa. Las parejas las hice yo y no pueden cambiar de pareja ¿entendido?— explicó haciendo que todos bufaran o dejarán caer sus cabeza en la mesa. La maestra empezó a decir los nombres de las parejas—
Kevin-Juleka, Sabrina-Kim, Rosita-Tom, Star-Marco, Jhon-Alya, Marinette-Luka, Lila-Chloe y por último Max-Cristel— dejó la hoja en la -que supongo- leyó nuestros nombres, encima de su escritorio. Nos miró con desinterés —Cambien de lugares y se ponen a la par de sus parejas para el proyecto— estaba súper emocionada, osea, iba a hacer el trabajo con mi crush. Pero obviamente no se lo iba a demostrar, no señor

—¿Así que me tocó con la ingenua de Dupain?— escuché a Luka désir mientras soltaba unas cuantas carcajadas "discretas". Se acercó a donde estaba yo, y se sentó a la par. Disimulé mi emoción, cruzándome de brasos

—Pos a mí tampoco me gusta hacer equipo contigo, ¿pero que me queda?— mentí

No hablamos más después de esa gran charla. Y las clases transcurrieron "normal", después de la clase de Química, seguí yendo a las demás clases que me hacían falta. Al final tocaron el timbre para salir de este maravilloso lugar, cuanto lo voy a extrañar

—Oye Dupain, ojos azules, ¿a donde vamos a hacer el proyecto?— escuché a alguien hablarme antes de salir por completo del Instituto. Cuando me di la vuelta me encontré con el -hermoso- rostro de Luka

—¿Me hablas a mí?— pregunté incrédula, señalándome a mí misma. Él soltó una pequeña risa

—¿Quien mas tiene los ojos azules y se apellida Dupain? Ingenua— el maldito hijo de su madre se estaba burlando de mi

—Ja ja ja qué gracioso— ¿sarcasmo? ¿dónde? —ya dejando "tú increíble sentido del humor" de lado, ¿que querías?

—¿Que donde carajos vamos a hacer el trabajo?— me vio como si estuviera diciendo lo más obvio del mundo. Idiota.

—¿En mi casa te parece bien? ¿O no quieres ir a la casa de una "vagabunda"?— pregunté. Me miró con una ceja alzada, para luego negar con la cabeza

—Vale. Vamos— empezó a caminar en dirección a mí casa

—Ajá

Continuará

No debiste ilusionarme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora