«Í n c u b o» 『ItaSasu AU』

•Only Recording•

•¿Ya mencioné que aquí Naruto va a ser un poquito desgraciado debido al papel que tomará en la trama? Sí no pues aviso, Sakura también será algo problemática -lo normal-, pero no tendremos mucho enfoque en ella conforme avancemos, eso. En fin, ya no los molesto. Lean uwu•
•

•

•
『🌹』

La alarma lo despierta abruptamente, anunciando que ya es de mañana y que su rutina diaria comienza por fin. Sasuke maldice en voz baja y con pesadez y cansancio extremo, logra apagar la maldita melodía de su reloj digital.

Su cuerpo pesa, como sí no hubiese dormido en días y se siente débil, su estómago exige comida. Se pregunta el porqué de su estado, que recordara, se había dormido un poco tarde pero no para tener tal cansancio, mucho menos un hambre desgarradora, no había lógica.

—Tienes que aceptarlo Sasuke, son las cartas que te tocaron, en definitiva Dios no te quiere.—murmuró para sí el adolescente, frotándose el rostro para posteriormente rectificarse sobre la cama y buscar sus pantuflas en el frío suelo.

Una vez las halló, se puso en pie, tomando rumbo al baño de su habitación, necesitaba cepillar sus dientes y ducharse. Al ingresar, comenzó por quitar su pijama y tomar una toalla del cajón que había por detrás del espejo. Detuvo sus acciones un momento al entrar a la regadera, sin llegar a abrirla. . .su piel, estaba pegajosa.

—¿Eh?—emitió, tanteando sus piernas y abdomen, definitivamente estaban sucias de 'algo', ¿tenía esos rasguños en el trasero la noche anterior? Por supuesto no.

Okay, tenía que admitir que comenzaba a entrar en una posible paranoia, no tenía ni idea de cómo había adquirido tales heridas en los muslos y glúteos, mucho menos sabría del paradero de la sustancia que había entre su abdomen, pero sí no se equivocaba y sus sospechas eran ciertas, aquello viscoso que lo cubría del torso hacia abajo era semen.

—Mierda, ¡mierda!—exclamó alterado, abriendo el grifo de la ducha con desesperación, se sentía sucio y despreciable, al igual que confundido a más no poder.

Enjabonó su cabello, talló su cuerpo con fuerza, sobre todo sus genitales, y después de enjuagarse y salir, se secó y se perfumó por completo. Fuese quién fuese su violador, estaba seguro que no quería ir oliendo a su maldito semen, por muy atrayente y varonil que fuera el aroma.

—¡No, Sasuke, no!—se reprendió en voz alta, avergonzado de sus pensamientos, mientras bajaba a la cocina. Para su mala suerte, su madre logró escucharlo.

Había olvidado que Mikoto se levantaba bastante temprano para preparar su desayuno.

—¿Perdón? ¿Sucede algo hijo?—inquirió la mujer, poniendo el plato de tostadas con nutella y frutilla en la mesa, al tiempo que su hijo tomaba asiento frente al mismo.

—N-No, no es nada mamá, tan sólo pensaba.—respondió, encogiéndose sobre la silla, su cabeza era un revoltijo.

—De acuerdo.—vaciló la fémina—Por cierto, deberías recomendarme las florerías que visitas cuándo buscas regalos para Hinata, porque definitivamente tienes gustos especiales para tu novia.—comentó con emoción y ternura la Uchiha, observando a su primogénito mientras servía un poco de leche en un vaso con diseño de osito y se lo daba.