Capítulo 6

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Mientras tanto, en otra ciudad, estaba Juan en clase de matemáticas con sus amigos mirando fijamente a una chica rubia, lindo cuerpo y cara angelical. Perfecta para pasar el rato.

El muchacho castaño como siempre, no buscaba algo serio, sólo quería divertirse a su manera con las chicas que le llamaban la atención o le atraían. Moly, una muchacha que era nueva en la preparatoria, no iba a hacer la excepción.

Hasta donde el muchacho de hoyuelos sabía, no tenía novio y era muy amigable. Se rumoraba que era virgen también, algo que le despertaba la emoción a Juan, puesto que, pocas veces había estado con vírgenes. Exactamente, dos veces y sólo por sentirse orgulloso de sí mismo y por callarle la boca a su grupo de amigos de que era capaz de estar con con una mujer sin compromiso en su primera vez.

Así que uno de sus amigos de ojos azules y rubio, enarca una ceja y sonríe divertido, iba a retar a Juan a que estuviera por primera vez con la nueva. Algo que obviamente al castaño, no se le podría negar.

- A que no eres capaz de quitarle la virginidad a la nueva, se llama creo que Moly y dicen que solo ha tenido un novio pero nunca estuvo con el. - le propone su amigo Óscar.

- Sí, soy capaz, pero debe ser con tiempo. Ya sabes, mientras la enamoro. - dice Juan aceptando la propuesta de su amigo sin pensarlo dos veces.

- ¿Enserio le entras? ¿No te da miedo que te rechace? - pregunta sorprendido otro de sus amigos, Carlos.

- ¿Cuándo una mujer no ha querido conmigo? Sólo mencionenme una. - dice orgulloso el castaño.

- Margarita. - responde Óscar.

- No, ella sí quería, sólo que sus padres nos pillaron pero si me regaló unos cuantos besos, ¿no se acuerdan? - dice Juan mientras sigue inspeccionando a Moly, enserio que estaba linda. Se imaginaba como besaba y aún mejor, como estaría de buena en la cama. Eso le prendía mucho.

- Ah, cierto, ¿cómo olvidarte besandola en los casilleros? - pregunta irónico Oscar.

- Faltabas a más de una clase por estar besos tras beso con ella. - recuerda Carlos.

- Con o sin ella, de igual, siempre sacaba una excusa para faltar. Sólo que ahora sí estamos en ultimo año, y debo ponerme las pilas. Así que, callense idiotas y lo de la propuesta de Oscar la acepto sin duda alguna. Moly, serás mía. - dice sonriente Juan mientras le echa una última mirada a la rubia antes de seguir tomando apuntes.

Cuando acabo la clase, Juan vio que la rubia estaba recogiendo sus cosas y hablando con un grupo de muchachas, tal vez eran sus nuevas amigas. Todas estaban lindas, no lo podía negar, pero el iba detrás de una.

Su amigo de ojos marrones, Carlos, se levanta para estar al lado de Juan y se queda viendo en la misma dirección que su amigo.

- Es tu momento, Arevalo, ¿no crees? - le dice Carlos.

- Sólo ando esperando que intente irse con esas muchachas y la llamo para hablarle. - dice Juan mientras mira una notificación que le había llegado al celular. Era una de sus amigas casuales, Emma, pero sólo ignoro el mensaje y dirigió de nuevo su mirada a la rubia, el no quería por el momento a ninguna otra.

Carlos se ríe burlón y le da un ligero golpe en la cabeza a Juan.

- Seras pendejo, es tu oportunidad, amigo. Ve de una vez. - le dice Carlos.

- Bueno, bueno, canson. Dile a Óscar que ahora voy a la mesa. - le responde Juan guardando su móvil en el bolsillo y acomodándose un poco su cabello. Necesitaba estar presentable. Tal vez era de esas muchachas que se detalla de cualquier cosa, hasta de como esta arreglado.

- Claro - le dice Carlos dandole un golpecito en la espalda - Suerte, galán.

Juan rodea los ojos y va a donde está el grupo de amigas. Le toca el hombro suavemente a la rubia, y esta se voltea con cara de extrañada pero de igual modo, le regala una sonrisa amable.

- Hola, ¿cómo estás? Me llamo Juan, Juan Arevalo. - aclara el castaño con una sonrisa.

- Hola, muy bien, y ¿tú? No te había visto antes, me llamo Moly Suárez. - dice la muchacha mientras agarra más los libros que tenía sobre los brazos para sentir protección, estaba tímida, casi no era de interactuar con muchachos.

- No te pongas nerviosa - dice el muchacho alto mientras mira la acción de Moly - estuve viéndote durante la clase de matemáticas del Sr. Casanova y no pude resistir a no hablarte, estás muy linda.

- Gracias, supongo jeje. - dice la rubia mientras se baja un poco la falda. Juan mira lo que hace Moly y hace una sonrisa pícara aprovechando que ella no lo está viendo.

- ¿Tienes novio? - pregunta el muchacho esperando una respuesta negativa.

- No, terminé con Eduardo hace unos meses, antes de entrar al colegio. - admite la rubia mirándolo fijamente a los ojos, es como si estuviera estudiandolo, algo que le parecía extraño al castaño pero trataba de no hacerla sentir más nerviosa de lo que ya estaba su nueva "amiga".

- Excelente, entonces me das esperanza que aceptes mi invitación. - dice Juan mientra le guiña un ojo.

- ¿Invitación? - pregunta Moly.

- Sí, quiero que vayamos a comer algo hoy en la noche. Si gustas puedo ir a recogerte, tengo carro. - dice orgulloso el castaño.

- No sé, yo .. - interrumpe Juan.

- Nada de excusas, son primeras clases, no creo que tengas actividades escolares que hacer, ¿cierto? - dice Juan.

Asiente la muchacha mirando a otro lado. Prefería no ir con aquel joven, algo le decía que era mejor no ir, pero terminó aceptando. No hay que juzgar a las personas por la primera impresión.

- No, tienes razón. Esta bien, puedes ir a recogerme a mi casa. - responde la muchacha mientras rompe un pequeño pedazo de papel y anota la dirección de su vivienda. - Ten, pasa antes de las 7p.m.

- Allí estaré, princesa. - dice Juan mientras recibe la nota y la guarda en su bolsillo.

- Dale, entonces nos veremos. - dice Moly mientras se voltea para ir a donde sus amigas.

La muchacha sale del salón dejando al castaño solo. El desbloquea su celular y le escribe a su amigo Óscar.

Conversación de WhatsApp

Juan: A que no adivinas quién acepto acompañarme esta noche a cenar.

Óscar: Amigo, nunca cambias JAJAJ

Juan: ¿Por qué dices eso? Soy un chico serio.

Óscar: Ni tu te la crees. Te estamos esperando en la mesa. A menos que estés encerrado con Moly.

Juan: Eso es con paciencia, amigo. Ya verás que caerá. Voy enseguida.

Bloquea su celular y coge camino a la cafetería. Sabía que su plan saldría a le perfección. Ninguna mujer se rendía a sus encantos.

¿Del odio al amor? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora