🩰⭒ ꒰ besitos por todo el rostro ꒱ ★ b. katsuki ? ! ⊹

⠀૮ 🌷⠀.⠀ episodio catorce⠀ ꐑ⑅ꐑ

❛ NIEVE ❜

Hayashi corrió a abrazarlo por la espalda, dándole besitos a la mejilla, ¿Y Bakugou? Pues, él trataba de botarla al piso para que se hundiera en la nieve que había.

Ella no pudo evitar reír mientras bajaba y se ponía sus guantes, había demasiado frío.
  
—Bakugou....senpai —susurró y él la miró con seriedad— ¿Ya te diste cuenta de mis sentimientos?

—¿Ah?

Soltó un suspiro, ya era momento de rendirse; no importaba cuantas veces le de besos y lo abrace, él nunca se daría cuenta que lo ama, pero la verdad es que él si se había dado cuenta, pero el orgullo no se lo permitía.

Tomó un gran montón de nieve en el piso y empezó a formar una bola, y luego se lo lanzó a la cabeza de su acompañante.

—¡¿Así me pagas por acompañarte a tu casa?! —gritó creando una explosión en su mano, hasta veía como la nieve que pisaba se volvía agua.

Nuevamente rió y como respuesta le lanzó otro pero esta vez en el estómago.

Y así empezó una guerra de nieve entre el rubio cenizo y la adorable Kaede.

—¡YA BASTA! —Gritó y alzó una ceja sin entender mucho— Vas a llegar tarde a tu casa —habló llevando sus manos a su bolsillo y cambiando su rostro a seriedad.

La rubia se incorporó y corrió para abrazarlo por la espalda y susurrar siempre esa palabra que expresaba todo lo que sentía, que era inaudible para él.

O por lo menos, eso pensaba.

—Kaede-chan se ve muy alegre hoy.—al escuchar eso, la nombrada salió de su burbuja.

—¿Qué dices, Midori-chan?

—Estás muy enamorada.

Sus ojos se abrieron ante la sorpresa, observaba el rostro de su amiga, totalmente feliz de verla así.

—Eso es mentira. . . —musitó.

—¡PERO MUJER! ay, Dios, entonces déjame ganar esta partida de ajedrez entonces; recuerdo que cuando mi hermana mayor estaba con su palo viviente me permitía ganar todos los juegos ya que ni siquiera estaba centrada y-

—Entendí —la más alta empezó a reír—, entendí.

—Cuando uno se enamora tal vez se ciega totalmente, pero bueno, quien soy yo para decirlo.

Dicho esto empezaron de nuevo una partida de ajedrez, aunque las palabras de su amiga seguían en su mente.