Mi alarma sonó por quinta vez, esta era la definitiva, salí de la cama dispuesta a ducharme y prepararme para ir a ver mi nueva casa.
Hace ya bastante tiempo que no veía a mi papá, el y mi madre se divorciaron cuando tenía dos años, desde los tres me crie con mi mamá y su novio, a quien hasta hoy en día llamo papá.
Mi padre se había dedicado toda su vida a su trabajo, siempre escuché que no era muy apegado a la gente, lo que explica que cuando perdí la iniciativa para verlo, a los 9 años, ya no nos vimos, hace cuatro meses recibí la noticia de su muerte y el hecho de que me había dejado una casa, la cual el había arreglando en sus últimos meses de vida.Al llegar me di cuanta de que era una casa realmente grande, con un cierto aire antiguo. Para este punto yo estaba decidida a mudarme, ya tenía 18 años y me parecía que con mi mayoría de edad tenían que venir cosas como dejar de depender de mi madre en todo, ya ha pasado más de un mes y estoy completamente instalada, aunque hay algunos cuartos a los que no pude entrar, por lo que llame a alguien para que me ayude con eso. Estoy viendo una película cuando siento que alguien toca la puerta.
- Hola Lis - me saludo con entusiasmo mi mejor amigo
- Cómo estás Teo? -
- Bien, que puerta tengo que tirar?- dijo mientras se dirigía a las escaleras del sótano
Teo y yo hemos sido amigos desde los 5 años, el es 3 años mayor que yo
- No se supone que las escaleras estén después de la puerta? -
- Ve a preguntarle eso a quien hizo la casa - Dije mientras bajaba
- Esto es cómo del año 40 antes de Cristo, si me cruzo a quien hizo esta casa es probable que al contarlo me internen en un manicomio -
- Puedes tirarla? - Pregunté mientras reía por su comentario
- Claro -
Después de unos minutos él logro abrir la puerta y vimos que no había nada importante más que unas decoraciones y juguetes viejos, un oso de peluche llamo mi atención estaba más cuidado que los demás y se veía tierno
- Te lo vas a quedar?-
- Esta súper lindo, lo quiero- Digo abrazando al muñeco
- Es tuyo, al menos no es una foca bebé- El comentario me hizo reír
Luego de eso subimos y nos quedamos en un mueble para ver una película, cuando esta acabo el simplemente se despidió y se fue.
Cerré la puerta y subí a la habitación, deje al oso en la mesa de noche y simplemente me acosté para pensar en todo lo que tenía que hacer con la casa, lo cual comenzaba a estresarme
En el silencio de la noche empecé a escuchar unos pequeños susurros, puedo sentir una respiración en mi cuello y no logro ignorarlo, por más que lo intento sé que no conseguiré dormir así, me dirijo hacia el baño para buscar pastillas y al abrir la puerta puedo ver el reflejo de una niña pequeña detrás de mi, volteo pero no hay nadie así que solo tomo una pastilla para dormir y me acuesto de nuevo.
Si con dejar los medicamentos cuatro días ya estoy viendo cosas esta claro que no he mejorado para nada, con ese último pensamiento me quedo dormida.
Me despierto con una rara sensación recorriendo mi cuerpo, el sueño no me deja ver o pensar con claridad pero entre la oscuridad logro ver una mano estirándose queriendo tomar el peluche, instintivamente grito lo cual provoca que la mano vuelva bajo la cama y yo aun adormilada y el corazón a cien tomo una decisión no muy inteligente, mirar de quien o que era la mano, consiente de la idiotez que iba a hacer agarro mi celular y alumbro bajo la cama con la linterna de este, era una niña, una niña de aproximadamente ocho años visiblemente lastimada y temblando, estiró mi mano para dejar que la tome y salga, lo cual hace
- Estás bien? - digo sentándola en la cama, al instante me doy cuenta de lo innecesario de mi pregunta mientras que mis ojos viajan por todo su cuerpo, marcas en su cara y cuello como si alguien la hubiera golpeado y querido ahorcar, un vestido azul cielo manchado de sangre y finalmente unas cortas y delgadas piernas llegas de moretones
- Te perdiste? - no me responde solo se queda mirando al peluche
- Donde están tus padres? - nuevamente nada
- Lo quieres - digo mirando al peluche
Sin recibir respuesta acercó el pequeño objeto a la niña quien lo toma para luego levantarse e irse hacia la puerta corriendo, voy tras ella pero me cierra la puerta en la cara dándome un buen golpe, cuando vuelo a abrirla no había rastro de la niña.
Después de buscar un rato por la planta baja y no encontrar a nadie asumo que fue producto de mi imaginación y vuelvo a la cama
- Definitivamente mañana tengo que volver a tomar las pastillas - digo antes de dormir
Me despierto y miro mi teléfono 10 am, no puedo evitar pensar en lo que paso anoche, me lavo la cara para despertarme completamente e intento convencerme a mi misma que lo de anoche fue solo una extraña pesadilla muy realista provocada por la pastilla para dormir
-Yo no me desperté, no vi a nadie, no es posible que una niña apareciera debajo de mi cama para tomar a un peluche y luego desaparecer con el como si no estuviera visiblemente muy lastimada- Y mientras me decía esto a mi mismo me di cuanta de que efectivamente el oso que había tomando y que había dejado sobre la mesa de noche ya no estaba, me puse a buscarlo por todo el cuarto, entre más buscaba mas crecía la idea de que lo sucedido en la madrugada era real, simplemente me senté sobre la cama llegando a la conclusión de que si bien lo de la niña no era real si lo era el hecho de que no estaba de todo bien ya que había dejado al muñeco en un lugar diferente que ahora no recuerdo y solamente imaginé que lo deje sobre la mesa de noche, en ese momento alguien toca la puerta, yo me dirijo a la plata baja para abrir encontrándome con una cara molestamente conocidaDisfruten del primer capituló de esta nueva historia
ESTÁS LEYENDO
Todavía estamos aquí
HorrorElizabeth una chica de 18 años se muda a la casa que le dejo su padre, tendrá que descubrir los secretos de este lugar con ayuda de sus nuevos y paranormales amigos