Memories.

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Detuvo su andar una vez llegó al salón de su enorme casa, observando de una esquina a otra los mil lugares por los cuales podría empezar a limpiar. Eran las diez de un sábado por la mañana, y con suerte el taller lo había dejado al cargo de Sito. El único mecánico del que podía fiarse y llegar el próximo día a trabajar sin ver su preciado taller en llamas, era él.

Suspiró por lo bajo y sonrió ligeramente, colocando sus brazos en forma de jarra mientras se quedaba observando nuevamente la sala, buscando el sitio por el cual podría comenzar. Hasta que su mirada se centró en la gran estantería que tenían a un lado del gran ventanal. Habían muchos libros, incluso cajas en la zona de abajo, seguramente llenas de objetos de valor, más libros, o quien sabe qué más. Pero él solo se fijó en uno en concreto, un álbum rojizo de tapa que sobresaltaba por el brillante título que estaba a la vista. Estaba apoyado, casi solitario, en la esquina. Le llamaba la atención, y no se quedaría con las ganas de saber que contenían esas páginas.

Por ello se encaminó hacia allí a pasos calmados, sin prisa de averiguarlo al momento. Tenía el día por delante, podía mirar todos los libros con tranquilidad.

Una vez frente a aquel mueble, lo tomó entre sus manos y leyó el título de forma curiosa. Se dio cuenta de que estaba escrito a mano, y era su propia caligrafía. ¿ Por qué no recordaba que tenía ese álbum ahí guardado ?

Decidió encaminarse hacia el sofá, aguantando el libro con una sola mano. Llegó y se sentó, dejándolo sobre su regazo y admirando una vez más la portada, pasando la yema de sus dedos por encima de esta con cuidado. Las letras estaban escritas con tinta, una tinta de la cual a día de hoy ya no poseía.

Decidido, lo abrió poco a poco, dejando caer la tapa para dejar a la vista unas nuevas letras, con otra caligrafía distinta a la suya, formando una frase que provocó que sus labios se curvaran hacia arriba en una pequeña sonrisa cálida y enternecida.

« Hasta que la bala nos separe. »

Recordó cuando le dijo aquello a las dos personas que más amaba en el mundo, y que a día de hoy agradecía sin descanso el hecho de que la frase no hubiera sido del todo cierta, que no hubiese sido así su final. Siguieron adelante sin que un trozo metálico los matara a todos. Ahora vivían en paz, sin temor a ser detenidos al pasear por la calle un domingo por al atardecer.

Después de analizar cada una de las letras de aquel conjunto de palabras, decidió pasar a la siguiente hoja, abriendo sus ojos sorprendido al encontrarse con algo que no esperaba ver ahí.

Su sonrisa se amplió, cerrando sus ojos por unos momentos al recordar toda la historia que había detrás de esos papeles. Era como si hubiera pasado todo ayer, cuando en realidad habían pasado dos años de uno, y tres de otro.

Volvió a leer por encima el montón de papeleo que tuvo que hacer en su día para que al fin pudiera tener una familia la cual amar más de lo que ya hacía anteriormente sin serlo.

Pasó a la siguiente hoja que habia detrás, volviendo a leer lo mismo solo que con datos distintos. Quién lo diría.

ㅤㅤ─────¿ Qué miras ?

Soltó un chillido casi agudo por el susto que se llevó al escuchar una voz a su lado, dejando las hojas en su sitio y cerrando el álbum al momento inconscientemente mientras se llevaba una mano al pecho, sintiendo sus pulsaciones aceleradas retumbar a cada segundo.

#ㅤ𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒 | yunando。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora