Capítulo 49

1K 161 34
                                    

Como ya empezaba a ser costumbre, Alex y Frank se estaban besando como si nada más existiera, simplemente se ensimismaban en ellos dos y se olvidaba que todo lo demás, como si hubiesen estado esperando durante siglos encontrarse el uno al otro. Alex estaba sentado al borde del río, con sus piernas aún en el agua, y entre éstas estaba Frank, rodeando con decisión la cintura de Alex y acariciando su espalda.

-¿Sabías tú que nadie me había tenido tan a sus pies como me tienes tú? –Dijo Frank, con la respiración algo agitada y los labios algo hinchados.

-Venga, no seas mentiroso –Rió Alex, él estaba igual o peor que Frank.

-Que sí, que es verdad, nadie me ha vuelto tan loco como tú... –Dijo con una sonrisa boba.

-Tengo que decirte lo mismo –Alex sonrió avergonzado, expresar sus sentimientos no era lo suyo-, llegué a creer que no me enamoraría de nuevo.

-¿Estás enamorado de mí? –Frank levantó una ceja, haciéndose el sorprendido, Alex rió.

-Sí, al final me enamoré de este ermitaño que vive solo en medio de la nada.

-¡Venga tío! –Rió, arrojándole algo de agua a Alex, quien rió cubriéndose con sus brazos- No soy un ermitaño, ya te dije que sí tengo vida social en Calvaland.

-Cierto... -Alargó la palabra, divertido.

Ambos rieron, en eso Frank corrió los mechones de cabello que caían sobre los ojos de Alex, éste se sonrojó pero no apartó la vista de los ojos de Frank, quién una vez más lo besó. Esta vez no se mantuvieron así mucho tiempo, Frank se separó y miró el rostro del menor.

-Alex... ¿Recuerdas hace algunos días que te pregunté a qué le temías y no respondiste? –Alex abrió sus ojos con sorpresa y asintió- Creo que ya no tiene mucha relevancia que lo pregunte, porque ya estás más tranquilo, pero aún así me gustaría saber ¿Qué es lo que te detenía a estar conmigo? ¿Crees que puedas decirme?

Alex tomó aire y suspiró.

-Creo que sí... es sólo que... –Hizo una pausa mirando los ojos de Frank- tenía miedo de encariñarme, aunque creo que ya sucedió –Rió nervioso-, me da miedo querer a una persona que luego se irá y no poder hacer nada al respecto. Es que ya me había pasado, Alexa llegó a mi vida y un día se fue sin decir nada, ni siquiera una nota dejó, luego Aleia que murió en mis brazos y... no lo había comentado porque creí que me juzgarías pero una vez Fargan quiso tener algo conmigo y yo, de verdad que lo intenté, pero simplemente no pude –Comentó apenado. Frank acarició su mejilla.

-Yo no me iré, pequeño, si eso es lo que temes –Alex lo miró, sintiendo que algo en su corazoncito crecía aún más-, creo que eres el chico perfecto y eso no va a cambiar.

-Cállate –Apartó la vista sonrojado, con una sonrisa.

-¿Qué hay de Jimmy? –Preguntó Frank, la sonrisa de Alex desapareció- Cuando lo encuentres... ¿Volverás a tu aldea?

-Si lo encuentro podrías volver conmigo –Planteó. Frank pareció horrorizarse.

-No creo que sea buena idea... -Frank bajó la mirada.

-Aunque –Comenzó a hablar Alex, algo apenado- no sé si logre encontrarlo en kilómetros y kilómetros de bosque... llevo pensando esto un tiempo y... creo que Jimmy estará mejor corriendo libre que encerrado en mi casa, él sabe cuidarse.

-¿Estás seguro? –Preguntó Frank, notando que era una verdad que le dolía a Alex. Él asintió con la cabeza. ¿Entonces... regresarás a Karmaland?

Alex guardó silencio, no sabía cómo responder, no había pensado en eso. Ahora que dejaría a Jimmy libre podía regresar a Karmaland, pero ¿Realmente quería volver? Y en el caso en que lo hiciese ¿Dejaría a Frank? Él ya tenía hecha su vida en medio del bosque y, tal como había dicho, no consideraba buena idea ir con él a Karmaland, supuso que era por la misma razón de por qué no se iba a vivir a Calvaland.

-Iré a secarme –Dijo Frank con una sonrisa compasiva. Sabía que aquel tema era algo que aún debía pensar.

Salió del agua por fin, no sin antes dejar un pequeño beso en la frente del menor, quien se quedó un rato más sentado a la orilla del río.

Forastero | Staxxby en KarmalandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora