Resumen: Geten es obligado a asistir a un festival y Dabi lo arrastra a ser parte de una antigua superstición.
Palabras: 765.—No entiendo porqué vinimos...
Geten lleva quejándose todo el camino y probablemente seguiría haciéndolo si las luces y las decoraciones del festival no lo dejarán impresionado.
Toga había sido tan insistente con ir a un festival tailandés organizado en un distrito cercano, que un hastiado Shigaraki había terminado dándole permiso con tal de dejar de escucharla, pero obligándola a llevar a Twice y Dabi como guardaespaldas.
Y, para su mala suerte, Geten había sido forzado por Re-Destro a acompañarlos para entender aspectos de la vida mundana e impedir que cualquier tontería del trío pusiera al ejército en el radar de los héroes.
No pasa mucho tiempo antes de que la rubia desaparezca y Bubaigawara se pierda entre la multitud para protegerla.
A Geten no parece importarle que Dabi siga caminando a su lado, porque es la primera vez que ve tantos arreglos de flores acompañando estatuas que son limpiadas con extremo cuidado y ternura.
Por donde mire algo que le llama la atención pero no se atreve a acercarse, dándose por satisfecho con apreciarlo todo desde lejos.
Está demasiado entusiasmado con las novedades como para molestarse cuando Toga regresa y lo moja juguetonamente con una pistola de agua que debe haber robado de algún asistente.
—Según la tradición el agua se lleva todo lo malo —le sonríe mientras le alcanza una.
Hay una sonrisa cómplice entre los más jóvenes y aunque Jin se apresura a decirles que es peligroso provocarlo, terminan persiguiendo a Dabi mientras ríen porque las órdenes han sido claras: sin incidentes, así que no puede devolverles los ataques.
La batalla se detiene cuando se anuncian las carrozas y nuevamente la rubia sale corriendo, sujetando ahora la mano del rubio para conseguir el mejor lugar.
Ellos vuelven a caminar esquivando a las personas que pasean contentas mientras prueban pequeños dulces de colores.
—Espérame aquí —le dice Dabi secamente mientras se aleja hacia un puesto rodeado por personas mayores.
Geten se queda ahí observando cada detalle, cada familia que pasea sin miedo con sonrisas sinceras en su rostros. Cada niño que puede vivir sin prepararse para la batalla y que tiene la suerte de poder crecer con normalidad.
Pero él sabe que no pertenece a ese mundo.
Su ensimismamiento es roto por la presencia del pelinegro que trae algo escondido bajo la chaqueta.
—¿Por qué compraste unos pájaros? —pregunta curioso al ver las pequeñas jaulas que saca y que seguramente ha robado en realidad.
—Esos viejos dicen que liberarlos da suerte —le suelta como si estuviera hablando de lo más normal del mundo.
Geten solo lo mira burlón como si quisiera recordarle que su destino ya está marcado hace mucho, que es ridículo pensar que pueden tener un final feliz.
Pero la noche es demasiado agradable como recordar lo cruel que ha sido el destino con ellos.
—¿Y por qué trajiste dos?
—Por si eres tan torpe y congelas al primero al cogerlo, hombre de hielo.
Porque Dabi no va a decirle que cuando los vio solo iba a tomar el blanco, pero que algo dentro suyo le pide que ese pequeño pichón rojo también pueda escapar de la jaula.
—¿Sabes que es muy probable que se mueran por haber sido criados en cautiverio?
La voz de Geten es serena mientras se acercan en silencio a un pequeño muelle improvisado alejado del centro del evento, listos para seguir con esas costumbres absurdas que la gente se niega a dejar.
—La muerte es un pequeño precio comparado con la libertad...
El muchacho no responde. Hay cosas que quisiera preguntarle pero siente que no es el momento.
Geten coloca con cuidado ambas jaulas sobre una baranda y se acerca cuidadoso a dedicarles unas cortas palabras que su acompañante no logra escuchar.
Dabi recuerda que recién hace poco ha dejado de ser un niño, un niño que ha crecido como un soldado. Un niño que no ha conocido el amor pero que está dispuesto a poner el pecho desnudo para proteger a su maestro.
Y no puede evitar preguntarse qué es peor, si haber vivido sin conocer el amor verdadero de una familia, o conocerlo y perderlo de la mano de quién se supone que debía cuidarte.
El sonido de las minúsculas puertas de madera abriéndose lo saca de su ensueño. Segundos después escucha el batir de pequeñas alas que no van a detenerse hasta sentirse lejos de cualquier peligro.
Y mientras lo ve sonriendo, siguiendo con la mirada a los pájaros que se pierden en la oscuridad de la noche, Dabi promete encargarse de mantener a salvo esa sonrisa sin importarle el precio que deba pagar.
No pensaba participar pero cuando vi el prompt de este día recordé la experiencia de una amiga en Tailandia y este escenario me pareció hermoso para este par.
Dije que no iba a meterme a esta week por tener demasiados pendientes pero amo demasiado a esta pareja, así que a ver cuantos días llego a cumplir :')
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Efímera felicidad (Dabi x Geten) | DabiGetenWeek2020
FanfictionOne-shots cortos para la #DabiGetenWeek2020. Diferentes temáticas sin relación más que la incertidumbre de no saber si habrá un final feliz para estos villanos. * La imagen de la portada es de @qwn91 (Twitter). *Los personajes le pertenecen a Kohei...