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Revolvió cada hebra ceniza de su cabeza con una toalla. Secó el sudor que resbalaba sobre su frente y cuello, palpó con la tela su rostro y dirigiendo su mirada de un lado a otro, emitía un aura meticulosa. La música retumbaba en la sala, varias figuras tanto femeninas como masculinas moviéndose casi en sincronía se reflejaban en el grande y extenso espejo que yacía ahí.
− Mei, estira más los brazos. Xian no mires lo que hace Lin, concéntrate. Yun no te adelantes.
El joven Wang cruzó los brazos, su pie anunciando que llevaba el ritmo. Analizaba cada movimiento que hacían los pequeños, hasta que todos ellos se detuvieron, exhalando con fuerza.
− Bien, eso ha estado bien, pero aún falta mejorar. Por hoy hemos terminado
Ante las palabras del mayor los alumnos hicieron una ligera reverencia. Aun exhaustos la mayoría de ellos recogía sus pertenencias mientras se dirigían a la salida, no sin antes agradecer a Yibo. Alegre y orgulloso de esas pequeñas criaturas que algunos ni si quiera eran mayores de 13 años se despedía de cada uno también mostrando su gratitud.
Se tomó un pequeño receso cuando el estudio comenzaba a quedar cada vez más solitario. Bebió unos tragos de agua y estiró bien sus músculos, añadiendo unos trotes para no dejar de estar en calor para la siguiente clase.
Wang Yibo era encargado de tres tipos de clase, los junior de 10 a 13 años, los médium de 14 a 17 años y por último los versa 18 en adelante. Para los conocidos de Yibo ser responsable de todas era un exceso, empero para él significaba seguir disfrutando de bailar, ya sea instruyendo a jóvenes a mejorar o incluso a llevar su propio nivel aún más alto conociendo más personas que tenían diferentes estilos.
El tiempo transcurrió tal y como lo hacía siempre, rápido. Yibo solía preguntarse la razón por la que las horas volaban mientras se encontraba haciendo lo que más le gustaba, algo resignado acostumbraba olvidarlo, sin encontrar la respuesta.
Hoy era uno de esos días en los que se situaba frente a la clase e instruía los pasos que seguían en la coreografía; pero en vez de poner su completa atención en los alumnos versa de su última clase, se perdía en sí mismo y experimentaba una completa paz al moverse al ritmo de la melódica voz de Doja Cat interpretando Say so. Cada respiro era en extremo relajante y lento. Cantaba la canción únicamente moviendo sus labios, sin emitir ningún sonido y observándose en el espejo. Yibo se sentía fluir como agua en un río abajo, y eso le fascinaba de sobremanera.
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Al término de su clase, un poco cansado siguió limpiando su rostro hasta encontrarse completamente seco; listo para partir, apagó las luces y con algo de prisa caminó por los pasillos del gran edificio.
Antes de salir quería despedirse de la directora Na Ying así que fue directo a su oficina. Se dio cuenta que la puerta estaba semi abierta y se hallaba charlando con una segunda persona. No quiso interrumpir, pero se detuvo al escuchar una tierna risa que lo dejó ensimismado mirando en dirección del lugar que provenía.
Como si hubiera caído en un hechizo, su mano realizó un par de "toc toc" para llamar la atención ajena. Empujó la puerta, logrando ver una silueta y a punto de ver a la persona a la que pertenecía la risa, solamente se topó de frente Na Ying, cerrando la puerta tras de sí.
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Dance Lover || ZhanYi ||
RomanceYibo era feliz cuando la música entraba por sus oídos y podía reflejarlo a través de su cuerpo en movimiento. Él estaba 99% seguro que nada lo podía hacer sentir más satisfecho que bailar, andar en su moto y construir legos... hasta que conoció a Xi...