La avaricia por el dinero y el reconocimiento en algún puesto, ciega a las personas.
JiMin es testigo de eso.
El chico es testigo al ver como su esposo se enfoca más en resaltar en su trabajo, que en notar como se van distanciando paulatinamente...
Amaneció. El sol iluminaba las calles de Seúl. JiMin se acaba de levantar. Miro su reloj, las seis y treinta. Tenía suficiente tiempo para alistarse y poder consentirse por un breve momento.
Se paro de su cama, YoonGi todavía no se marchaba a su trabajo, el se iba a las siete y media, y a esa hora JiMin se dirigía a ver sus proyectos de arquitectura.
El teléfono de JiMin sonó. Rápido contesto.
—¿Hola?... Si Tae, ya bajo, pero primero vallamos a desayunar no he probado bocado... Si nos vemos en el estacionamiento en cinco minutos... Adiós.
YoonGi despertó por el ruido. Vio a JiMin arreglado.
—¿JiMinnie? Donde vas.
—Iré con Tae y Jungkook a mi academia de baile.
—¿Tan temprano?— inquirió YoonGi.
—Si, tenemos horarios diferentes, así que no siempre podemos.
YoonGi noto como JiMin se movía de aquí para allá, a simple vista se notaba como dos extraños, y YoonGi se sintió mal, el era ciego, no se daba cuenta como JiMin se alejaba cada vez más de el.
Cuando JiMin bajo la escalera, el pálido se apresuró a tomar su teléfono y revisar su agenda, no tenía nada planeado en el día siguiente, así que podía dedicarse a estar con su pareja.
YoonGi bajo las escaleras de su pequeño apartamento rápido y con cuidado, buscando con la mirada a JiMin. Al encontrarlo, se acercó a el y lo abrazo desde su espalda por la cintura.
—JiMinnie, te debo muchas disculpas. Me he comportado como un idiota contigo, sin darme cuenta, te estoy alejando de mi y eso es lo que menos quiero, te amo como para hacerlo.
JiMin estaba estático, no estaba preparado mentalmente para esas palabras. Sus ojitos se llenaron de lágrimas que no pudo retener.
—Tengo miedo, YoonGi.
YoonGi cerro los ojos culpable y JiMin se dió la vuelta para encararlo.
—Tengo miedo de que te alejes de mi, me duele ver qué... Poco a poco nos alejamos cada vez más. No podría soportarlo.
YoonGi levanto sus mentón. —Eres lo más importante que tengo en mi vida, eres mi razón de ser y de levantarme por las mañanas, no sabes cuánto te amo, amo cada parte de ti. Eres mi todo. Nunca, jamás vuelvas a pensar que yo te alejaría de mi, porque no va a pasar.
El Min menor lloraba he hipaba, con su pequeña manita tratando de callar los sonidos.
Se fundieron en un abrazo cálido, sintiéndose completos, sintiendo el cariño en el aire. YoonGi beso con amor los labios de su pequeño, saboreando el contacto que no tenían desde hace un corto tiempo.
Se extrañaban tanto desde hace mucho. YoonGi pidiéndole perdón por mucho tiempo y JiMin perdonándole como un ciego.
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