bad boy; trueno.

01

Oriana

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Inspirada en la serie "Merlí"

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Me apoyé sobre la columna que estaba al lado de las aulas, esperando a que mi mejor amiga salga del baño y así poder ir con nuestro grupo de amigos, estaban todos en el patio del colegio, charlando entre ellos. Agarré mi celular para distraerme y entré a Instagram para comenzar a jugar con los filtros, siempre lo hacía cuando me aburría; a veces me sacaba fotos o solo los probaba. Me sacaría fotos pero quedaría como una ridícula en frente de los chicos del recreo.

—Brenda, ¿qué es lo que tanto hacés en el baño?— susurre tratando de que me escuche aunque sea un poco.

—Ya está, ansiosa.— me codeó saliendo del baño y prendió un cigarrillo que acababa de sacar del bolsillo de la campera que llevaba puesta.

—¿Vas a fumar ahora? ¿A las diez y media de la mañana en pleno recreo?— reí nerviosa, comenzando a caminar con ella hacia la otra parte del patio.

—¿Quién me lo va a impedir? No hay profesores en los recreos.— acotó dándole una calada a la sustancia.— ¿Querés?— me estiró lo que estaba fumando pero yo negué con asco.— Bueno, más para mí.

—Bren, ¿qué onda con Mateo?— pregunté llevando un mechón que me molestaba por detrás de mi oreja.— Digo, como se dejaron de hablar de la nada.

—Estamos bien, lo que pasa es que tiene problemas en la casa.— informó alegre y yo asentí.— Ayer vino a casa mientras mi vieja trabajaba. Le chupe la poronga, y después cogimos.

—Ah, sutil cómo me lo decís.— alcé ambas cejas, generando risas en ella.

—Perdón, pero es que ese pibe lo hace muy bien.— halagó cruzandose de brazos.— Si fuera tu algo, dirias lo mismo.

—Por suerte no es mi algo, es un tarado.— negué agachando la mirada.

—Un tarado hermoso.— mordió su labio inferior y me agarró de la mano.

Una vez que llegamos al grupo de amigos, nos quedamos calladas para que no escuchen lo que planteábamos. Nuestro grupo se conformaba entre seis personas, incluidas nosotras. Estaban los tres chiflados con los que más me llevo; Valentín como el cariñoso, Daniel como el distraído y Manuel como el tímido pero atrevido a la vez.

Y por último el más galán para las chicas y el que más se la cree en todo momento, Mateo. Con él no tenía mucha relación, solo porque es el "algo" de mi mejor amiga.

—¿De qué hablaban?— pregunté sentandome al lado del ojiazul, quien se acostó sobre mis piernas y me tiró una sonrisa, yo dejé un beso en su mejilla izquierda.

—De que mañana tenemos prueba de Lengua y Literatura.— informó con voz ronca Daniel, yo bufé.— ¿Alguien estudió? Son como cuatro temas y yo no entiendo una poronga, wacho.

—Yo ayer terminé el resumen, si quieren les paso foto por el grupo.— propuso Manuel sacándose sus auriculares. A todo esto, los dos tortolitos estaban chapando, por suerte se alejaron un poco.

—Uh, loros. Yo no entiendo una poronga de Matemática.— habló esta vez Mateo, separándose de mi amiga y uniéndose a la charla.

—Ori es buena en Matemática.— acotó Daniel sentándose al lado mío.— Te puede ayudar.