Tu solo y solo tu

Todo inicia de alguna manera y acaba de una manera.

En un momento de la vida, por muy inocente estés jugando, te das cuenta que la vida no es solo juego y diversión, sin embargo en mi vida, nunca fue así, siempre me tuve que esforzar para complacer a todo el mundo, no se realmente, porque debía hacerlo, pero debía hacerlo tenía que cumplir los objetivos que me proponían mis profesores, mis padres, mis amigos, siempre debía actuar y vivir de la manera que el mundo me decía que debía serlo, no me podía salir de esos márgenes, sino sería controversial. La idea era como eres el chico que se duerme temprano, que se levanta temprano, que tiene un peinado listo, respondes en clases, tienes notas altas, peleas por los primeros lugares, saludas amablemente a todo el mundo, pero aquello no te molesta porque eres un niño, no te molesta y los haces cordialmente, eres feliz siéndolo, pero aun así tienes problemas con tu familia, porque no cumples con todo, no juegas al deporte que tu padre lo hace, intentas cocinar, sin embargo eso no lo hacen los niños, los niños saben martillar, los niños son niños que deben cumplir. Respetar. Amar. Proteger. Cumplir. Obedecer. REGLAS POR TODOS LADOS. Luego te das cuenta que es agotador, pero sigues adelante, sigues haciéndolo, eres un soldado en una pequeña tropa de 4, donde no hay rangos, solo hay un general y soldados, porque tu no opinas, no dices nada, solo sonríes, eres feliz, eres feliz, todos los días te repites en tu mente, que eres feliz, porque tienes una casa, tiene una cama, tiene dos padres, tiene familia y tiene una mascota que te hace feliz. No era feliz, solo cumplía con serlo, porque en esta tropa viven y sobreviven las personas felices. Vives en la felicidad, pero no eres feliz, solo cumples, porque quieres serlo...

Solo eres un niño, intentas ser un niño, quieres ser un niño y por ello, obedeces, vives y piensas como tal. Sin embargo, todos los días te preguntas, qué pasaría si no me fuera bien en el colegio, sino cumpliría, si peleara con alguien en la escuela, cumpliría, pero claro, solo lo piensas 5 minutos, porque eres un niño feliz, no tienes grandes cosas, pero eres feliz... Todos los días te reúnes con tus amigos, juegas en la calle, hablas con la vecina porque es de un niño cordial y educado, saludar a tus vecinos, eso es muy importante, no haces ruido, solo eres un niño tranquilo que todos los días hace su tarea, que ve televisión una hora, porque es lo justo y necesario para un niño, sin embargo, tu quieres seguir, pero no emito opinión, no haces nada, porque eres un soldado en esta tropa, donde tu opinión no importa, donde tu eres solo un eslabón sin importancia, pero que a su vez, si, si tienes importancia. Duermes con tus hermanas, porque no tienes grandes cosas, no tienes un computador, no tienes celular, no tienes esas cosas, solo vas al ciber por 15 minutos y nos ves nada, solo juegas en Friv.com, porque es la única pagina donde tienes permiso para ingresar y tu decides solo ver esa pagina y esos pequeños momentos, íntimos momentos, eres feliz aun así, bueno, una alegría falsa. No sabe un niño lo que es la felicidad, no sabe lo que es eso, no tiene la menor idea del mundo, solo cumple, porque es un niño soldado de su familia tropa y es feliz con eso. Es feliz hasta que le ocurren cosas, cosas que nunca pensaría que a un niño feliz, le ocurrirían, a un niño que jamás pensó que el mundo sería así de cruel, en un momento todo cambio, solo 5 minutos bastaron para que todas las dudas que tenía en su cabeza, se hicieran realidad, que solo necesitaba un pequeño cambio para que todo en su vida, se tornará y diera pie a lo que sería hoy.

Era un día soleado y mi vida seguía de siempre, pero era un día bueno, que me solían gustar, porque salíamos a almorzar con amigos de la familia, en especial, a la familia con que íbamos a almorzar, yo les amo un montón, a pesar de solo tengan hijas, yo la pasaba increíble, porque sus hijas eran mis amigas, y a su vez, al lado de ellos, vivía un amigo mío, entonces, si estaba aburrido, me iba al lado, ya que sus padres me conocían y eran amigos de mis padres, así que todo bien e inclusive ese día iba otro amigo, a la casa de esta familia, entonces era un día increíble y la pase increíble. No me importaba nada, en realidad una de las cosas que más me gustaba cuando niño, era ir a almorzar a la casa de amigos de mis padres, porque se pasaba y se hacían muchas cosas entretenidas, pero no tenía en mi cabeza que esa noche iba a cambiar todo para mí. Ese día como mencione anteriormente, iba un amigo a la casa de mi amigo y bueno, yo fui para allá, y ellos mencionan:

Raúl, ¿te quedaras esta noche en casa, entonces?- Le pregunta, Pedro.

Si claro, ¿Por qué no te quedas tú también, Edmund?- Le responde y me pregunta Raúl a mi.

Yo con toda la inocencia que me caracteriza, le fui a preguntar a mis padres, los cuales estaban allí y ellos accedieron, increíblemente lo hicieron. Era la primera que me quedaba en la casa de alguien y de mis amigos y solo tenía 10 años, no tenía la menor idea de que era una pijama, porque claro mi vida se basaba en estudiar y cumplir con mis obligaciones. Yo todo emocionado, les digo que claro, no tengo ropa para dormir y nada, porque claro, no lo tenía en mente, a lo que ellos, me dicen, que le diga a mis padres, porque el Padre de Raúl, iba a ir a dejar a los míos a casa. Entonces le menciono y no hay ningún problema, ellos sin ningún problema me envían ropa para esa noche. Llega la hora de dormir, bueno más bien irnos a la habitación. Pedro dormía con su hermano, entonces Pedro y su hermano iban a dormir juntos, y Raul, conmigo en la cama de Pedro. Todos accedieron sin ningún problema. Yo emocionado porque iba a hacer mi primera pijama y bueno..... Que inocente era.

En un momento de la noche, el hermano de Pedro, Ignacio, fue al baño y nos quedamos solos los tres, a lo que Pedro se acerca a donde estaba Raul y yo, bajando en un momento su pantalón y comienza a jugar con su p***, a lo que acto siguiente, Raúl hace lo mismo y se comienzan a tocar, yo inocente, les digo:

¿Qué están haciendo?- Con tono de confusión.

Masturbándonos, claro, ¿Tu no lo haces?- Me pregunta Raul.

No, no se que es eso.- Les digo con desconcierto.

Venga nosotros te enseñamos, esto lo hacen los más grandes, solamente y es muy rico, yo lo hago todas las noches- Agrega Pedro.

No se como se hace y no se si quiero hacerlo realmente- Digo.

Qué niñato eres, esto te hace hombre- Me dice Raúl- Venga toca mi p***, no sientes, lo cálido que esta, esto lo hago para sentirme mejor y dormir mejor.-

Venga toca el mio.- Me dice Pedro.

Comienzo a ambos sus penes e intentar a masturbarlos, pero claro, era inexperto y no entendía realmente que estaba sucediendo. Me sentía confundido, desconcertado y solo quería regresar a ver la película y no seguir en esa situación, pero ellos insistían, me pidieron que me bajara el pantalón y también lo hiciera, a lo que no accedí, solo les pedía que me explicase qué estaban haciendo. Sin embargo, su hermano estaba por llegar y no siguieron haciendo aquello. Su hermano entró a la pieza, apaga la televisión y dice:

Ya duerman, es tarde.

No pude dormir esa noche, porque Raúl seguía tocándose al lado. Estaba incomodo, no sabia que hacer y lo único que pienso, es en guardar silencio y que debo intentar dormir. Fue una noche que siempre vivirá en mi mente. Si bien, fui creciendo, nunca se me olvidará que aquello ocurrió, inclusive, cada vez que me quedaba a alguna pijama, sentía que iba a ocurrir de nuevo y me daba miedo, porque no me sentía del todo cómodo con ello y a su vez, me prometí nunca jamás contárselo a alguien, porque no era necesario, sentía que todos los niños lo hacían.

Ellos jamás volvieron a hablar del asunto y a su vez, tampoco me volvieron a invitar a quedarme en su casa, donde sentía la verdad, que no si era bueno o malo, pero era extraño. hasta que un día Raúl, me invita a quedar a su casa. Les pregunto a mis padres, acceden y todo el día estuve pensando que iba a ocurrir lo mismo, lo mismo de aquella fatídica noche. Pensaba, porque pedí nuevamente permiso para quedarme a dormir con él, sino me sentía cómodo, pero una parte de mi, decía venga, quizás ahora si la pases bien y quizás ocurra lo mismo, ya sabes cómo afrontarlo. En mi cabeza, solo me repetía se valiente, que mas da es tu amigo... Bueno, eso mismo me decía todos los días... Solo es tu amigo...