Esencia Natural (Loki x Lectora)

Capítulo 22 - El corazón de Odín

Finalizada la coronación, el padre de todo accedió a una reunión para recibir las noticias del nuevo plan.

-Debes admitir, que este es un buen plan – Le dijo Thor a su padre después de que Loki diera su explicación.

El padre de todo permaneció pensativo y miró a Frigga, como si su presencia le recordara que debería ser más benevolente con sus hijos.

- ¿Y quién emprenderá este viaje?

Sif, a lado de su amado, dio un paso al frente.

-Nosotros iremos.

Odín suspiró.

-Ustedes, los jóvenes...de verdad que tienen una ferviente pasión guardada en el pecho- Dijo Odín como rendido y extendió su mano – Bien, escojan sus acompañantes y prepárense para salir mañana.

Thor y Sif sonrieron, obedeciendo se retiraron inmediatamente.

-Parece un plan prometedor – Dijo el rey de Elmerys.

-Eres muy optimista Ishmael – Respondió Odín – Quisiera serlo también alguna vez si mi reino estuviera a punto de perecer.

-Mientras que haya una posibilidad, su alteza – Respondió el rey de Elmerys con una sabia sonrisa– De conversarlo todo, la tomaré – Se inclinó como despedida – Buenas noches.

La sacerdotisa y el dios de las mentiras se inclinaron, preparados para retirarse.

-Loki, quédate.

Ambos amantes intercambiaron miradas, pero al final con su expresión el príncipe le indicó a su amada que estaría bien dejarlo a solas con su padre.

-Frigga, retírate tú también por favor, te veré más tarde.

Una vez se retiraron las dos, el padre de todo bajo de su trono y le pidió a su hijo que lo acompañara hacia el balcón para mirar la majestuosidad de las estrellas.

-Tienes mi aprobación – Le dijo.

- Tomaría las mismas decisiones aún sin ella – Respondió el dios de las mentiras.

-No hablo sobre esto – Respondió Odín.

Loki lo miró sin comprender y espero por su explicación.

-El sabio sabe cuando disculparse, cuando dejar ir, cuando amar...-Continuó – Y yo nunca he sido el dios más sabio.

-Siempre usando justificaciones poéticas ¿Ah padre?

-No hay necesidad de sarcasmo, hijo – Dijo mientras alzaba sus ojos hacia las estrellas.

-Es arriesgado, sólo depositando fuerza vital sobre un objeto, cualquiera podría morir...Tú, yo, tu hermano e incluso tu amada.

-Prefiero arriesgarlo todo para ganar de lo que más deseo.

-Suena egoísta.

-No lo es, estas palabras son las de alguien que sabe que merece lo que quiere.

- ¿Prefieres que mueran todos, incluso ella, antes que dejarla vivir al lado de otro hombre?

-Sí

Odín hacía un esfuerzo por parecer impasible, pero la determinación en su hijo le asombraba.

- ¿Por qué?

-Prefiero que muera antes de que viva todas las eternidades infelices.

- ¿Y tú la harás feliz?

-Ella tiene que ser feliz por su cuenta, yo sólo estaré ahí para acompañarla en sus sentimientos.

Odín sonrió y desvió su mirada otra vez hacia el cielo.

-Eres todo lo que temía en que te convirtieras.

El dios de las mentiras volteó sus ojos.

-Lo sé, no tienes que decírmelo.

-Pero...me equivoqué al pensar que era algo malo.

Las palabras del padre de todo tomaron por sorpresa a Loki.

-Me he dado cuenta hasta ahora, que mis sentimientos hacia ti no era más que el miedo a no controlarte por ser el hijo de mi enemigo, que te convirtieras en él. Pero ahora entiendo que entre más te despreciaba más te convertirías en un ser resentido con el mundo y desearía destruirlo para vengarte de él, y ahora sé, que, si el amor no hubiera venido a salvarte, tarde o temprano hubieras sido mi enemigo y el del mundo entero.

Loki se recostó sobre el borde y miró hacia abajo, pensando en la triste verdad en las palabras de su padre.

-Cuando alguien nos ama, nos da un poco más de valor para amarnos a nosotros mismos, tenemos que hacerlo solos, pero es más fácil si alguien lo hace primero. Tú madre te amó desde el principio, tú hermano lo hizo, ahora T/N y yo te digo, que, si eso te salva un poco de la oscuridad que aun te quede dentro, a partir de ahora yo lo haré, como debe ser.

El dios de las mentiras alzó su rostro, mientras sentía el dolor de la tristeza y emoción por el reconocimiento que deseó toda su vida. Para su sorpresa se encontró con la expresión arrepentida de su padre.

-...Porque lo hago, aunque nunca haya sabido cómo...Lo siento, hijo...realmente lo siento. Espero que aprendas a perdonarme.

Estas palabras no tardaron en quebrar su corazón, el agua se asomó por las joyas de esmeralda que tenía en sus ojos y extendiendo su mano hacia su padre tuvo el valor para perdonar.

-Te perdono padre, pero más te vale compensármelo.

Odín sonrió y por primera vez sacó a la superficie una mirada llena de afecto y consideración.

-Lo haré. Lo prometo.