1. Uncommon Girl ↯ [Cedric Diggory]

━━Veintisiete

┌───── •✧✧• ─────┐
-TE ESPERARÉ-
└───── •✧✧• ─────┘

Cedric llegó un poco antes a la torre de astronomía ese día, quería hacer algo especial como lo había acordado con sus amigos, así que sacó su varita del bolsillo de su túnica y comenzó a hacer aparecer pequeñas velas que encendió mágicamente por todo el lugar, las hizo levitar; pensó en poner pétalos de rosas por el suelo, pero luego negó con la cabeza eso era demasiado cursi, sabía que a ella no le encantaban las cosas demasiado cursis, se alejó un poco para observar su trabajo, asintió al sentirse satisfecho. Revisó la hora, en unos minutos ella llegaría, se giró a ver en dirección al lago negro, sonrió al recordar la vez que le enseñó a patinar sobre hielo, recordaba como ella estaba nerviosa, le parecía tierno que ella se mostrase como era frente a él. Los nervios del ojigris aumentaron cuando escuchó pasos por las escaleras que daban a donde él estaba. Se volteó en dirección a las escaleras, ahí pudo ver a la azabache que fruncía el ceño observando todo sorprendida.

— Cedric... ¿Tu hiciste esto? — preguntó la azabache señalando el lugar moviendo su dedo índice en círculos, una pequeña sonrisa amenazaba con asomarse por sus labios

— Si... — respondió el ojigris metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón — Quería que fuera algo especial para lo que te quiero decir...

____________ lo miraba expectante, sentía su corazón latir fuertemente, esa era mas o menos la forma en la que se sentía el ojigris, podía sentir que en cualquier momento el corazón se le saldría del pecho, inhaló profundamente mientras cerraba los ojos reuniendo todo el valor que pudo para cercarse a ella, tomar una de sus manos y ponerla justo en el luar donde se podían sentir los latidos  acelerados de su corazón.

— Esto es lo que provocas en mi... — dijo suavemente mirando a la pelinegra

Ella lo miró, sus ojos se conectaron, un sonrojo apareció en las mejillas de _____________, no podía creerlo, ¿era un sueño? No, era real, muy real, estaba ahí con la mano sobre el pecho de Cedric, sintiendo como su corazón latía desbocadamente.

— Sé que quizá te pueda sonar endemoniadamente cursi, pero es nada más la verdad, me vuelves loco. Cuando no estoy contigo la vida parece muy gris, amo tus ojos, la mirada en tus ellos cuando me ves es mágica, toda tu eres mágica... — dijo Cedric atrayendo a la azabache hacia él, quería terminar con la distancia que había entre ellos  — La manera en que piensas, tu forma de ser, me encantan. Nunca conocí a una chica como tu antes, eres tan diferente a las demás chicas... Me siento hechizado cada vez que te miro a los ojos, y cuando nos besamos en Navidad... ¡Dios! Sentí que no quería alejarme de ti nunca...

Los ojos de la pelinegra estaban cristalizados, nunca nadie le había dicho algo tan lindo como lo que el ojigris acababa de decirle.