3: desconocido.

321 39 6
                                    

Kim Mingyu acomodaba el celular para poder dirigirse tranquilamente a su vehículo.

"Habla más despacio Jun, maldita sea." Se quejaba acomodando su trasero en el asiento.

"Te digo que estaba en mi labor tratando de seguir al Presidente de la Empresa pero su hijo se atravesó en mi camino y..." Jun quiso ser dramático, después de todo ser así era su mayor virtud. "No pude evitar seguirlo, parecía estar enfadado."

"Tú trabajo es investigar al Presidente, punto." Mingyu se abofeteó el rostro, eso de trabajar con sus hermanos no era lo más emocionante del mundo y menos si se trataba de lidiar con el curioso de Jun que con cada oportunidad lograba ser descubierto, por eso no servía como detective.

"Sé que ya has de estar cansado con todo esto de jugar a policías y ladrones. Pero, creo que el hijo del presidente es algo clave." Mingyu se quedó pensativo imaginando que muy seguramente Jun estaría con esa sonrisita maliciosa suya. Pero de repente y como por arte de magia una gran idea vino a la mente del moreno.

"Buen punto de hecho." Reconoció. "Pero no hay que desviarnos de nuestra investigación."

"Ya sé que eres muy obediente y todo, pero, ese chico quizás sepa muchisimo más, nos sirve demasiado." Ahora si era momento para que Mingyu le contara sobre lo que se le vino a la mente hace unos minutos.

"Muy bien y ¿Sabes qué más estaría bien?" Del otro lado de la línea, Jun ya sentía que otra de las ideas pendejas de Mingyu aparecería.

"¿Qué cosa?" Mingyu iba a comenzar a hablar cuando de pronto el chico del que antes habían hablado aparecía justo frente a los ojos de Jun, parece que estar en ese callejón le era una ventaja. "Mingyu justo está aquí el rey de Roma, hablamos luego."

"Jun--" y sin decir nada el mayor colgó la llamada, iría a hacer una tontería muy seguramente.

Pero no tenía tiempo para estar discutiendo o llegaría tarde al juzgado que tendría ese día.
Si realmente quería llegar a dónde planeaba necesitaba ganar ese juicio para recibir ese maldito aumento y encontrarse con una pieza clave para todo el complot que su familia estaba formando en contra de los Lee.

Pero antes de que pudiera arrancar otro de sus molestos hermanos hizo su aparición. Era ese rubio que siempre llegaba tarde a su trabajo, estaba seguro de que mientras tuviera carro no lo dejaría en paz con eso de tener que usarlo de chófer.

"¡MINGYU!" exclamó el chico con todas sus fuerzas corriendo hasta el vehículo, ya allí tocó el cristal para que lo abrieran y pudiese llegar a tiempo a dónde sea que fuera. "Voy tarde al trabajo, me quedé dormido de nuevo ¿Te molestaría llevarme?" Rogó, casi se pone de rodillas.

"¿Otra vez esos problemas tuyos para dormir?" El moreno encarnó una ceja.

"Ya sabes que los tengo desde niño, sólo... Llévame por favor." Parecía estar desesperado así que Mingyu se apiadó y abrió la puerta del copiloto para que su molesto hermano entrara con él.

"Eres todo un caso Soonyoung." Dijo para después arrancar, con todos los hermanos ocupados en algo, Mingyu tenía más tiempo para investigar algunas otras cosas.


[...]

Jun colgó al teléfono poniéndose en posición para llevar su trabajo a cabo.

Caminó a otro arbusto con cuidado de no ser visto, no podía permitirse que de nuevo lo descubriesen así que se convirtió en el sigilo reencarnado en una persona.

Pudo ver que de nuevo parecía estar furioso, mucho a decir verdad. Probablemente su padre era el causante de eso.

Si tan sólo pudiesen acercarse a ese muchacho podrían avanzar en sus planes incluso más de lo que planearon.

Un momento... Oh, tenía algo en mente.

Brillante, hace tanto que no tenía ideas así de buenas.









n.a// la escuela me está matando ¿a ustedes que tal les está llendo?

-スト- 𝘴𝘵𝘢𝘭𝘬𝘦𝘳 {h.z}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora