Duality 🎭 L Lawliet

🎭 XV: Objetivo

– Doctora Evans.

Ella exclamó sorpresa.

– N-Na...Near.

El detective levantó una ceja y le hizo una seña a su esposa para que colocara el altavoz. La rubia asintió y pasó al altavoz.

– Cielo, ¿Cómo estás? No hemos hablado desde...la muerte de L.

– Sí. He estado ocupado, pero sé que el Agente Smith le ha hablado de mí.

– Sí, lo hizo. Me preocupabas, aún eres un niño y ya debes estar metido en todo esto del caso Kira.

– Bueno, es mi deber como sucesor de L.

– Claro –sonrió.– Me recuerdas tanto a tu madre...

[New York, NY]

[SPK]

«Mi madre, ah...», pensó Near.

– ...Doctora Evans, ¿Conoce a Corinna?

– ¿Corinna?

[Bethesda, MD]

[Residencia Evans]

Tn miró a su esposo, y él asintió.

– ...Sí, la conocí.

– Me dijeron que estuviste tres meses en Japón, por un programa cooperativo, durante el mismo tiempo en que L estuvo investigando a Kyosuke Higuchi. ¿Es correcto?

– Lo es.

– ¿Viste a L durante ese tiempo?

La mujer miró a su esposo. L pensó un momento y volvió a asentir.

– Sí, lo hice.

– ¿Trabajaste con él?

El detective tomó la laptop, la giró hacia él y escribió algo, que luego enseñó a su esposa. Ella leyó.

– Sí, un poco. El programa cooperativo no me dejó hacer mucho.

– Quiere decir que trabajaste junto a Corinna.

– Sí...Near, ¿Estás buscando a Corinna?

– Sólo quiero saber en dónde se encuentra o qué hace.

L volvió a escribir algo y le enseñó el mensaje a su esposa.

– Sé que Corinna está trabajando con Mello, pero no sé exactamente qué están haciendo. Me enteré por Maki.

– ¿Maki?

– Sus abuelos me llamaron, diciendo que ella viajó para venir a verme, sin embargo les mintió. Cuando la llamé, dijo que contactó con Corinna porque quería vengar la muerte de L, por eso se unió a ella y Mello.

– ...Ya veo –suspiró.– Sigue siendo igual de impulsiva que siempre.

– Eso parece –soltó una pequeña risa.

– ¿Sabes dónde se encuentran?

L volvió a asentir cuando Tn lo miró.

– En Los Ángeles.

– Los Ángeles, ah... –pensó un momento.– De acuerdo. Gracias por contestar a mis preguntas.

– Claro –sonrió.– Puedes llamarme cuando sea necesario, cielo. Te ayudaré en todo lo que pueda.