-Lolito, ya no tenemoh comida –Avisó Mangel, algo preocupado.
Habían estado recorriendo el bosque algunas horas hasta que Mangel echó un vistazo a su bolsa de suministros, la cual estaba vacía, y pues con la conmoción de haber encontrado la mochila de Alex, Lolito se había olvidado rotundamente de lo que lo había llevado hasta ese hallazgo; reunir alimento.
-Tendremoh que volver a Karmaland –Dijo decepcionado.
-¿Qué? ¿Tan pronto? –Miró a Lolito, con el mismo sentimiento.
-Ehte bosque no tiene bayah o frutah, y no he visto muchoh animaleh por aquí.
Mangel suspiró, sabía que Lolito tenía razón. Sin mucho más que hacer deciden buscar el camino de regreso a casa, estaba muy lejos y ya era paso el medio día, lo que significaba que llegarían muy tarde a Karmaland, pero no había nada que hacer más que avanzar.
Ya era entrada la noche. Una buena parte del tramo fueron ambos montados sobre el caballo de Mangel, pero ambos notaron que pasadas las horas el pobre estaba exhausto, porque que se bajaron de él y caminaron con él. No tardaron mucho más en poder ver las luces del poblado, Lolito sonrió.
-Allá, corre –Dijo, y comenzó a acelerar el paso, pero volteó cuando notó que Mangel no lo estaba siguiendo.
Mangel le estaba quitando las riendas y la silla a su caballo, luego lo acarició con ambas manos y apegó su frente al rostro del animal.
-Lo logramoh, hicihte un gran trabajo –Susurró-, estaráh mejor aquí, cuídate mucho.
Finalmente lo soltó, el caballo se alejó a paso lento y se perdió entre los árboles. Lolito se acercó a Mangel, poniendo su mano en su hombro.
-Estará bien –Dijo con una voz compasiva.
-Yo sé que sí.
-Vamoh, tenemoh que ir con loh demáh.
Ambos comenzaron a caminar hacia el pueblo a paso firme, y cuando ya iban entrando a los senderos sus amigos se reunieron.
Una vez más estaban frente a la mesa del ayuntamiento, rodeados de sus amigos, quienes los recibieron con algazara.
-¿Pudisteis hallar algo? –Preguntó Vegetta.
-Sí –Dijo Lolito.
-Un hacha, el pico encantado de Alehby y... -Dijo Mangel, poniendo las cosas que él tenía, Lolito continuó su frase.
-Y esta mochila –La puso sobre la mesa-, está llena de Karmah de oro y de plata, también de diamanteh, de oro, de llaveh, cosah valiosah, siguiendo la teoría de Fargan –Dijo Lolito, abriendo la mochila y mostrando su contenido-, esta eh otra cosa que Alehby no dejaría tirada por ahí.
Todos se miraron entre sí, temiendo lo peor. Lolito continuó hablando.
-Ademáh hay algo en el bosque, un bestia, escuchamoh un rugido, no vimoh qué era pero le di con una flecha, dejó un rastro de sangre pero la lluvia lo borró anteh de que pudiésemoh seguirlo.
-¿Estás diciendo que es posible que Alex puede estar muerto? –Preguntó Willy.
-Yo siempre supe que era un posibilidad –Dijo él, poniendo su tono de ex alcalde-, no podemoh descartarlo.
-Tiene razón, y ahora que nos dicen esto... tengo que decirlo, es posible que no encontremos ni siquiera su cuerpo –Dijo Vegetta afligido.
Willy frunció el ceño y con sus ojos comenzando a cristalizarse se retiró del lugar.
-Willy... -Alcanzó a dar un paso, pero fue detenido por Fargan, que puso su mano firmemente sobre el pecho de Vegetta, notó que Fargan lo miraba con el ceño fruncido, luego se largó detrás de Willy.
Esta vez Fargan estaba realmente molesto con Vegetta, pues durante sus días de expedición, Fargan estuvo todos los días alentando a Willy de que encontrarían a Alex, para que el menor no se desanimara, y de pronto Vegetta escupía aquello. Sabía que era una posibilidad, sabía que era muy probable que Alex ya estuviese muerto, pero aún quedaban los últimos exploradores, aún tenían oportunidad de encontrarlo, no había que ser pesimistas. Mucho menos frente a Willy.
Vegetta estuvo a punto de ir tras Willy, como lo acababa de hacer Fargan, sabía más que nada lo frágil que podía llegar a ser Willy en algunas situaciones. Pero no fue, lo detuvo la voz de Rubius.
-Tenemos que prepararnos para salir en la madrugada.
-Sí... -Dijo él, algo apenado- ¿Algo más que tengáis para decirnos?
-¿Vaih a ir a caballo? –Preguntó Mangel.
-Yo sí –Respondió Vegetta.
Así Mangel se encargó de explicarle cómo cruzar el río con su caballo, para que no tuviese problemas.
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Forastero | Staxxby en Karmaland
FanfictionTodos viven felices en la comodidad del pueblo de Karmaland, cada habitante convive plenamente con sus vecinos bajo la protección de los dioses, claro que con algunas travesuras de por medio pero sin problema alguno a final de cuentas. Todos prosper...