Capítulo 13.- "Hola..."

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El fin de semana pasó tan rápido como empezó.

Mis padres llegaron ayer por la noche. Cuando abrieron la puerta, yo preferí subir a mi habitación. Escuché los pasos de Tyler al bajar y escuché también los saludos. Una vez que Tyler les dijo lo que hizo, mis padres parecieron recordar que yo no estaba allí ya que preguntaron por mí.

- ¿Y tú hermana?- preguntó mamá.

- Debe estar en su cuarto.- respondió Tyler.

Me llamaron, pero no bajé. Mi puerta estaba cerrada, así que no es como si pudieran siquiera escuchar que estaba despierta.

Después de un momento dejaron de tratar y luego se fueron a su habitación despidiendo a Tyler.

Luego de una hora, pude dormir, aunque hubiera preferido no soñar.

Estoy en el parque con mamá. Creo que se siente culpable de no haber recordado que mi cumpleaños número cinco ayer.

Yo estoy en el columpio mientras mi mamá habla por teléfono. La veo voltear un poco la cabeza para escuchar mejor. Después de un rato, ella se levanta sin siquiera verme y se va con el celular todavía en su oreja.

Tan pronto como se aleja, sé que se olvidó de mí.

Me bajo del columpio como puedo ya que mis pies todavía no tocan el suelo y busco a mamá con la mirada.

- ¿Qué haces?- pregunta una voz.

Me doy la vuelta y veo al niño rubio que me habla.

- Busco a mi mamá.- digo- Está con un celular en la mano y ropa elegante

- Creo que la vi por allá.- dice.

- Gracias.- digo antes de correr en esa dirección.

Encuentro a mamá donde me dijo el niño y tan pronto como me ve, el reconocimiento aparece en su rostro. Cuando estamos de camino a casa, me compra un helado, como siempre que se olvida que estoy con ella.

Desperté a la mañana siguiente. Me levanté, me bañe, me arreglé el cabello y me maquillé un poco.

Bajé para desayunar y vi que mis padres estaban pegados a sus celulares y computadores.

- Hola.- digo captando levemente su atención.

- Hija, hola ¿Cómo estás?- pregunta papá.

- Bien.- digo

Y allí está el silencio incómodo que temía. Es triste cuando estás en este tipo de situación incómoda con tus padres. Mejor espero a que ellos recuerden alguna otra cosa sobre mí. Oh, si. En 3...2...1... Y mamá dice...

- ¿Y cómo está tu novio, Jackson?

- Feliz.- digo- Ganaron el juego de ayer.

- Genial.- dice mamá.

Y... volvimos al silencio incómodo... ¡Por favor, se supone que deben saber algo sobre mí!

- ¿Lograste entrar al escuadrón de animadoras?- pregunta papá.

Eso tiene que ser una broma...

- Si.- digo- Soy la capitana.

Mejor evito el hecho de que lo soy desde hace más de dos años...

Por suerte, una llamada de teléfono interrumpió la "gran" conversación que estaba teniendo con mis padres.

Saqué lo que pude de la nevera y vi que estaba llena de cosas. Claro, mis padres siempre compraban algo cuando regresaban, o mejor dicho, compraban todo cuando regresaban.

Cuando saqué lo que quería, cerré la puerta de la nevera y puse las cosas en la mesa y empecé a comer mientras mis padres se centraron nuevamente en su trabajo.

Terminé el desayuno cinco minutos antes de que Jackson llegara. Empiezo a recoger todo cuando mi padre habla con lo único que está en su mente obviamente.

- ¿Tyler ya se fue?- Dice sin apartar su mirada de la computadora.

- Si.- digo sin interés. Reviso la hora, contando los segundos para que Jackson... o, a quién engaño, solo quiero alejarme de estos señores a quienes se les da el titulo de mis padres- Ya es hora de que yo me vaya también.- digo levantándome. No me sorprende que no me escuchara. Mi madre está al teléfono y mi padre en la computadora.

- Adiós.- dice al último. Mi madre hace un gesto con la mano y yo salgo con mi bolso en la mano.

Una vez afuera, me siento en las gradas para esperar a Jackson, que por suerte no tardó más de unos dos o tres minutos.

- Recordé que hoy llegaban tus padres.- dice cuando abro la puerta del copiloto para entrar.

- De hecho ayer.- digo.

- Deberías tratar de hablar.- dice.

- Sabes que no me escuchan ni lo harán jamás.- digo.

- Y tu tampoco tratarás.- dice. Yo no respondo ya que realmente tiene razón.

Todo el trayecto a la escuela, Jackson se aseguró de que hablara o de no pensar en lo anterior. Empezó a hablar de sosas sin sentido aunque realmente lo agradecí internamente. La verdad es que no me es muy agradable recordar que mis padres a penas me prestan atención.

Al llegar a la escuela, me despido de Jackson con un beso y me dirijo a mi casillero para sacar mis cuadernos. Faltaban tan solo un poco menos de diez minutos para que tocara el timbre. Jackson había venido a recogerme antes.

Cuando abrí mi casillero, me sorprendí al ver una pequeña caja con una cinta. La abro y veo un dije en forma de estrella. Al fondo de la caja, hay una nota y la leo.

"SIEMPRE PUEDES BRILLAR, A PESAR DE QUE NO LO CREAS ASÍ."

Aunque pueda parecer algo tonto... la verdad no tengo idea de quién pudo haberlo escrito y me da mucha flojera pensar en ello. En vez de eso, saco mis cuadernos, guardo la caja en mi mochila y me dirijo a mi siguiente clase.

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Skye en Multimedia.

¡Saludos!



La chica perfecta de mi escuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora