Enamorados en prisión [ TaeGi +18]

Capítulo XL

Todos los presentes vestían con color negro, incluyendo el líder Min y los jefes HoSeok y NamJoon, se sentían incompletos, el ambiente era pesado, se escuchaban los llantos de unos cuantos que habían fingido ser fuertes durante la comida, pero en ese momento no podían contenerse más.

TaeHyung, durante el tiempo que duró la "reunión", siempre se mantuvo al lado de YoonGi, este último no mostraba emoción alguna en su rostro, se mantuvo frío todo el tiempo, inclusive cuando dio su discurso, fue muy cuidadoso con las palabras que dijo para así no lastimar más a los presentes.

El castaño se sentía tan mal, sentía que en parte era su culpa todo lo que estaba sucediendo, se sentía culpable de tantas muertes en el rescate de YoonGi y NamJoon, además, escuchar los llantos de los presentes provocó que la tristeza lo invadiera. Min notó el cambio de humor de Tae así que simplemente lo tomó de la mano y salieron de la habitación dejando a todos desconcertados.

El menor de los dos no dijo nada, simplemente se dejó guiar por el largo pasillo, por las escaleras y de nuevo, por otro largo pasillo hasta su habitación. Ambos tomaron asiento en la orilla de la cama y fue ahí cuando Min empezó:

-Al principio de nuestra relación no pensé en muchas cosas, una de ellas fue en lo que pasaría si muriera, ¿viste a todos los que estaban llorando?...- hizo una pequeña pausa, cuando Tae asintió continuó- La mayoría de ellos perdieron a sus parejas por salvarme, están conscientes que entregaron la vida por mí, pero estoy seguro que me odian, tienen el corazón roto y todo por mi culpa. Nunca me puse a pensar en las consecuencias de ese plan, sabíamos que tendríamos bajas, pero nunca creí que tantas...- volvió a hacer una pausa, pero esta vez para intentar deshacer el nudo que se había formado en su garganta- ¿Haz pensado en lo que hubiera pasado si yo hubiera muerto?- cuestionó.

-Sí, lo he pensado muchas veces y me aterra tener ese tipo de pensamientos- fue la respuesta del castaño, ¿a dónde quería llegar el rubio con eso?

-Quiero que estés consciente de algo, todas las personas morimos, no somos inmortales, algún día moriré, no sé cuándo, no sé cómo, pero algún día lo haré. No quiero que sufras tal y como aquellos hombres que perdieron a su pareja por mi culpa, es lo que menos deseo para ti, así que quiero preguntarte algo ahora mismo- las palabras de YoonGi eran totalmente ciertas, no sabían nada de lo que el futuro tuviera preparado para ambos, era algo que simplemente no podían controlar de una u otra forma.

-Dime- el castaño pidió con seguridad, estaba preparado para todo y para nada, sentía temor, mucho temor por lo que pudiera cambiar en ellos su respuesta.

-¿Quieres terminar esta relación ahora?...

...

Subió a su auto, se estaba hartado mucho de la situación en la que se encontraba ahora, ¿cómo habían podido desaparecer tantos hombres de la nada?  Era algo que no podía resolver, por más que lo pensara simplemente no se le ocurría algún lugar en el que pudieran esconderse.

-Malditas ratas, cuando los encuentre los exterminaré como la maldita plaga que son- presionó el volante con fuerza. Estaba a punto de volver a su trabajo, pero decidió ir a otro lugar así que simplemente cambió la dirección de su GPS y siguió las instrucciones. Conocía perfectamente cómo llegar a aquel lugar, solamente quería reafirmar ese conocimiento.

Mientras más se acercaba al lugar más ansioso se sentía, su corazón palpitaba frenético, ese lugar siempre había sido tan especial para él.

Al llegar, estacionó su auto en la entrada del garage, se quedó unos segundos pensando si era lo correcto estar allí o no.

-Tsk, ya estás aquí, solo entra- se dijo para después bajar del auto y caminar hacia la puerta principal. Sacó las llaves de su bolsillo de la camisa, con las manos temblorosas dudó en introducir la llave, finalmente lo hizo y giró la perilla. El rechinido de la puerta hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo, sentía como si no hubiera ido hace tanto tiempo.

Sin esperar más, entró a la pequeña casa. Todo estaba intacto, igual que como lo habían dejado una noche antes de perderlo. La botella de vino incompleta y las copas con apenas un poco del líquido, habían velas aromáticas, las que a ambos tanto les gustaban.

-Dijiste que limpiarías este desastre en la mañana, me mentiste al igual que a ella, ¿eh, Daehyun?- habló esperando una respuesta, sabía que nadie le respondería, pero quería intentar.

Esa pequeña casa había sido el "nido de amor" de ambos, escondieron su romance en el trabajo, pero cuando salían de esa prisión iban directamente a esa casa a darse todo el amor que podían. Sin embargo, eso no sucedía a diario porque el mayor de ambos tenía una vida más, una segunda vida, su esposa e hijos, cosa que SeokJin claramente sabía.

-Recuerdo que esa noche me dijiste cuánto me amabas, me hiciste el amor de una forma tan especial, tan diferente, creí que te estabas despidiendo, pero pensé que era una estupidez, ahora veo que no, sabías que era tu última noche en vida, lo sabías muy bien, cariño- su voz se quebró y las lágrimas comenzaron a descender, se sentía tan solo.

SeokJin no era un mal hombre, no lo era, sus padres lo hicieron de esa forma, sus criminales padres.

-¿Por qué tuviste que irte así? Aún te necesito, te volviste indispensable para mí desde el momento en el que me sacaste de esa casa hogar, me diste el amor que necesitaba, pero no fue suficiente para mí, quiero aún más de tu amor- sollozaba, jamás se había mostrado tan débil, ni siquiera el mismo Daehyun lo había visto así, tan vulnerable.- Quiero que regreses a mi lado, quiero que me sostengas entre tus brazos como lo solías hacer, mi vida está incompleta si no estás tú- había aguantado tanto tiempo sin derramar ni una sola lágrima, pero ya no podía más.

En ese momento solo quería morir para poder estar una vez más con su amado, lo necesitaba desesperadamente, pero era algo imposible.

-No, no me debo dejar caer, no debo derrumbarme así- se decía mientras intentaba secar sus lágrimas- Me vengaré por ti, aunque sea lo último que haga voy a asesinar a todos y cada uno de esas malditas ratas, lo juro...