EL VENENO DE TUS LABIOS

CAPITULO 6

El agua arrastrando piedras en el fondo del río parecía ser el único sonido que se oyese en todo el mundo, o al menos en el de _______ y Minho. Él de forma puramente instintiva había metido la mano entre la cinturilla de su jeogori y ya tenía su pequeña pero mortal daga pempuñada en su mano derecha, la pregunta había sido formulada y la respuesta no llegaba aumentando la tensión dentro suyo.

— ¿a qué te refieres? —preguntó la joven de modo impasible ocultando el hecho de que sabía bien que Minho empuñaba un arma en su mano escondida.

—Responde a mí pregunta —apuro aún bastante serio.

_______ miró de soslayo a Jinki a varios metros aun lamentando la pérdida de su caballo, luego -miró a los hombres intentando reponerse y finalmente suspiro.

—Ya lo sabés, somos simples plebeyos, no hay más, Kyung es nuestro tío...

—di la verdad... —espeto Minho cada segundo más tenso—Ni tú ni él pelean como plebeyos y desde luego no parecen unos—______ pasó saliva, aquel detalle no lo había contemplado ni siquiera Kyung o Jinki al que noto que acababa de darse cuenta lo que pasaba allí y muy sutilmente guiaba su mano hacia su arco listo para matar al hijo del general y dar por fallida la misión, al borde del fin y sin muchas opciones _____  en un rápido movimiento  tumbo a Minho, le quito su arma escondida y ella misma empuño también la suya contra las yugulares de su capitán demasiado atónito como para terminar de entender lo que acababa de pasar.

—¿entiendes que si fuésemos tus enemigos ya estarías muerto?—susurro  sobre los labios de Minho mientras que él no terminaba de decidir si miraba sus ojos o se quedaba con sus labios tentadoramente al alcance de los suyos—te prometí mi lealtad Capitán Choi—ronroneo la joven dejando de apretar el metal de ambas dagas contra el cuello de Minho para luego retroceder del todo y sentarse mientras le ofrecía la mano para ayudarlo a incorporarse —tienes razón, no somos plebeyos normales, fuimos entrenados desde niños por toda nuestra familia para servir a nuestro rey. No somos nobles, pero nos codeamos a diario con ellos, conoces a Kyung, es ambicioso y siempre lo ha sido, por desgracia nunca tuvo hijos ¿Pero quién crees que tomó el lugar de estos? —ella como si nada hubiese pasado volvió a limpiar las heridas de Minho esta vez con más cuidado y quizá había acomodado su cabello hacia un costado por el simple hecho de mostrar un poco de piel en la que su capitán centrara su vista y perdiese algo de enfoque—vinimos a esta misión solo porque Onew y yo somos para Kyung lo que tú eres para tu padre, un simple seguro de que está misión será un éxito —______ noto cómo la postura de Minho se relajó un poco pero él seguía indeciso sobre dónde debía enfocar sus ojos, si en el escote suelto o en su arma ahora abandonada sobre su regazo, fastidiada ______ le ofreció su daga de regreso, solo entonces Minho terminó de relajarse y no tardó en sonrojarse por el modo tan sensual que ella tenía para mirarlo mientras soplaba ligeramente aquellos ungüentos que iba untándole.

Cuando ella terminó Minho se sentía mareado y frustrado, quería seguir recibiendo las atenciones de su teniente pero ella retrocedió para ahora comenzar a asearse a sí misma en los pequeños estanques que se habían formado por todo lado.

—sé que tú padre te envió sin experiencia—murmuró ______ lavando sus manos que luego paso por su cuello para lavar algo de la sangre secándose sobre su piel, Minho se aclaró la garganta nervioso intentando centrarse en lo que ella decía—pero también estoy segura que tienes entrenamiento por el doble que todos nosotros, para la próxima si piensas atacar con un arma "secreta" no la empuñes por más de dos minutos, tu enemigo tiene ojos y delatás tu ventaja.

—Haces que me sienta un crio inútil—murmuró Minho bajando la vista sobre su arma reflejando el tenue sol apenas escondido por las caprichosas nubes moviéndose deprisa hacia el sur —comienzo a creer que Kyung los envío simplemente porque sabía que yo fallaría si lideraba esto solo.