Hay muchos mundos dentro de otros mundos; pero jamás encontraras dos mundos iguales. Y esto se debe a las diferentes costumbres y personas que habitan en ellos.
Este mundo en particular, en donde viven nuestros personajes, se divide en puntos cardinales; norte, sur, este y oeste. Cada uno con su reino y sus princesas, quienes recibían el nombre de "Guardianas Cardinales".
{Olivia}
Mi nombre es Olivia, o más conocido como Liv, tengo 10 años y soy la princesa y guardiana cardinal del sur. Mi madre Hazel, y mi padre Harrison, son los reyes de un enorme castillo ubicado al sur de Klingon. Este reino utiliza los lilas y celestes como los colores que nos identifican como el sur y los mas poderosos del mundo; pero a pesar de esto, no somos mezquinos o usar poder a nuestro beneficio, al contrario, somos uno de los reinos mas amables y comprensibles que existen.
Nos encontramos en el castillo del Sur, uno de los mas fuertes entre los cuatro puntos cardinales, y seguido, encontramos al norte, oeste y este. Cada uno de ellos se especializa en un poder en especifico. Norte, el sol y el fuego; Sur, la luna y la naturaleza; el este, la tierra y el agua; y por ultimo, el oeste, las estrellas y el aire. Cada una de las princesas, tienen un soldado a su disposición para su cuidado; aunque estas estén preparadas para luchar, no viene mal un acompañante.
Mi guardián se llama Nate, o así es como le digo yo aunque se llame Natethan y tiene 12 años; nos han criado juntos desde que su labor fue dictado; y solo nos separamos cuando sus padres vienen a buscarlo en la noche.
- ¿En qué piensas? - Dice el niño de ojos claros y cabello largo platinado; mientras observa a su princesa aprendiendo sus labores como guardiana.
- Cuando tú te vas a casa, ¿Me extrañas? - Dice la inocente niña de ojos celestes y cabello oscuro.
- A veces - Dice suavemente.
- Yo si lo hago, me gusta pasar tiempo contigo - Dice mientras juntas sus pequeñas manos nerviosamente.
- A mi también me gusta, no voy a negártelo -
Ambos niños se miraron a los ojos perdiéndose en ellos; mientras que cerca de ahí, Hazel se acercaba para avisar a Nate que sus padres habían llegado por él.
- Nate, tus padres han llegado, es hora de irte - Dice entrando a la habitación se su hija, encontrándose con dos niños sentados en el suelo.
- Claro, nos veremos mañana princesa - Se levanta y hace una pequeña reverencia hacia su guardiana, quien no se veía muy feliz por la noticia; aunque sabia que lo volvería a ver al día siguiente.
- Adiós Nate, nos veremos mañana - Dice mientras sacude un poco su mano en señal de saludo.
- Ven Liv, acompáñame a mi jardín, has hecho mucho trabajo el día de hoy -
Ambas mujeres se fueron a una habitación un poco alejada de las habitaciones del castillo; en donde se encontraba al aire libre y llena de flores; junto una gran fuente en el centro.
Al llegar, ambas se sentaron en una gran manta a tomar el té como todas las tardes antes de que anocheciera.
- ¿Qué has hecho el día de hoy, madre? -
- He enviado algunas cartas - Dice mirando a su hija. En el mismo momento, el lugar comenzó a oscurecerse lentamente mientras que las flores comenzaban a marchitarse.
- Me ha llegado la suya, mi reina - Dice una sombra, la cual se fue acercando a nosotras. - Y lamento decirle que no podrá enviar más cartas -
Tenía 10 años y vi morir a mi madre en frente de mis ojos sin razón alguna y sin importarle mi presencia. Mi madre, al recibir la espada, cayó lentamente al suelo, haciendo revolucionar al viento y a todo lo que nos rodeaba, haciéndolo desaparecer, todo se había esfumado por una gran explosión al impactar la espada en su pecho. Si mi madre desaparecía, todo a su alrededor también; y yo estaba ahí, junto a ella.
{Natethan}
Caminaba por los pasillos lentamente hacia la puerta principal donde me esperaban siempre mis padres al terminar el día. Mis padres trabajan en el reino, mi padre como seguridad del castillo y mi madre es quien acompaña a la reina Hazel a todos lados, es decir, su acompañante real. Y yo, fui elegido como guardián de la princesa del castillo, quien tiene los ojos mas hermosos que he visto nunca; como también, una de las niñas mas amables que hay; lo cual me sorprende al ser criada en un lugar lleno de lujos.
Tenia un mal presentimiento al escuchar la pregunta de la princesa, ¿Sabrá de mis sentimientos? ¿Sentirá lo mismo? Es pequeña, y peor aún, es la princesa. Nuestra relación debería ser prohibida.
Mientras mi cabeza creaba mil pensamientos por minutos, caminábamos por el gran puente que conecta a la humilde ciudad del Sur; cuando de repente, una explosión proveniente del castillo me alertó, sacándome esos mil pensamientos en un segundo. Ahora solo me importaba una cosa y era..
- ¡La princesa! - Grito antes de salir corriendo nuevamente hacia el castillo.
- Hijo, espera, ¡no puedes ir! - Escuche decir a mi madre a lo lejos, pero ya estaba lo bastante lejos como para volver sin hacer algo al respecto.
La explosión era cerca de su habitación, ella debería estar bien ¿Verdad?; es decir, hay unas cuantas puertas antes de donde se encontraba la explosión, ella debe estar bien.
Al llegar a su habitación, no había señales de ella y eso me comenzó a volver loco. Luego, me dirijo hacia donde todos iban, una habitación alejada del castillo, la cual, yo no conocía y por las expresiones de todos, nadie había estado aquí antes.
Hace unos meses, la reina ha recibido varias amenazas de muerte por carta de un ser totalmente desconocido; o eso he oído; pero hace poco ella había contestado a aquellas cartas de manera amenazante. Se sospechaba que se trataba de un reino oscuro que se encuentra en las profundidades del bosque de lo exiliados.
Todo estaba roto en el suelo y así, roto mi corazón y todo lo que amaba al ver a lo lejos el rey sosteniendo a la princesa entre sus brazos.
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La Princesa del Sur I Juliet
Science FictionEl mundo esta dividido por los puntos cardinales; donde cada uno se identificada por un color, un poder y un dios a quien seguir. Un mundo mágico donde nada tiene limite, incluyendo el poder y las guerras. Misterios y aventuras aparecen en la vida d...