#HenrayWeek

1. Superhéroes. +18

"La temperatura subirá hasta que no les quede más opción que deshacerse de sus trajes" Eso había dicho el malo, por decirlo de alguna forma, antes de encerrarlos en una habitación, algo así como un elevador falso.

Kid Danger trataba, una y otra vez, de abrir la puerta a golpes, pero parecía que esto solo aumentaba la calefacción, la cual era, sin lugar a dudas, embriagadora. Una situación bastante critica, a su parecer, porque no encontraba salida alguna.

"Deja de hacer eso, Kid. Hace más calor" Capitán Man, un hombre cuarentón que también era superhéroe, se encontraba junto a él en el elevador. Ambos estaban en una mala posición, teniendo en cuenta que no sabían la identidad del otro; tampoco querían revelarla, por simple protección. No le agradaba ese hombre, porque era creído, patán y bastante petulante; aun así, llámenlo destino, siempre se lo encontraba como un piojo en cabello de niño de prescolar.

"Deberías tratar de hacer algo. Solo te sentaste ahí" Gruñó, furioso, viendo como Capitán Man, simplemente, tomaba asiento en el suelo, recostado a una de las paredes. Parecía exhausto, y se notaba que tenía calor por las gotas de sudor que bajaban por su rostro.

"Tarde o temprano nos sacará alguien" De eso no había duda, ya Kid le había dicho a su fiel amiga que estaba en una misión fea, y que necesitaría ayuda. Le quitaron el intercomunicador antes de caer en ese agujero.

"Sí, pero podemos morir de asfixia" También dándose por vencido, se sentó frente a este, desajustando un poco el cuello de su traje. "Qué puto calor"

"Eh" El mayor lo señaló con un dedo. "Nada de groserías, somos héroes" Kid rodó los ojos.

"Deberías retirarte anciano" Capitán Man no lucía ni mínimamente afectado.

"Que sepas que, a mi edad, tengo muchas pretendientes" Y de nuevo con ese ego tan alto que le castraba. No se pondría a discutir con un hombre en sus cuarenta, ya era bastante molesto tener que aguantar el calor.

El calor aumentaba, lo sentía, y aquel traje apretado se sentía pegar como una segunda piel, a la primera, mientras jadeaba, deseando más que nunca el sabor del agua. Nunca fue fanático de esta, era simple y sin sabor, pero sentía que una gota le devolvería la vida. Miró, con algo de desagrado, como el hombre frente a él se desabrochaba unos botones de su traje.

"Parece no hacer solo calor" Esa voz gruesa lo hizo salir del sueño en el que caía por el clima, observando, sin querer hacerlo, la entrepierna de Capitán Man, y dándose cuenta de que aquello no podía lucir peor.

"Carajo" Al parecer, no solo había calor en ese cuarto; porque, sino, no se explicaba porque a un hombre de cuarenta aún se le paraba. "Debes estar bromeando" Gimió, desabrochando igual un poco su traje, en la parte superior. No había problema si seguía con su máscara, ¿no?

"De repente te veo atractivo, Kid" El chico lo miró como si estuviera loco. Lo que no dijo Capitán Man es que siempre lo había visto demasiado atractivo para ser un hombre, pero con el afrodisiaco que sentía calar en su sistema, era inevitable no querer comerlo.

"Eres muy viejo para mí"

"Tengo treinta y tres, niñato" Frunció el ceño.

"Y no soy gay" Eso era una mentira: Kid Danger era gay, porque estaba locamente obsesionado y enamorado de un hombre mayor que no le daba ni la hora, su jefe, Ray Manchester. Siempre lo observaba más de lo ético, y no podía evitar desear estar más de cuatro horas en horario laboral para seguir alimentando su puberta mente con la imagen de un hombre maduro y atractivo.

"¿Y no te da curiosidad?" Era patético que un hombre de su edad, y con su atractivo, estuviese casi rogando por un chico que, seguramente, tendría diez años menos, tal vez más. ¿Era mayor de edad? Oh, Glorioso, esperaba que sí, porque había dado más pajas en su honor que a cualquier mujer de alguna revista.