Mim Yoongi es un chico que acaba de cumplir 18 años, está por entrar a la universidad, en la cual para entrar ha trabajado y se ha esforzado mucho para tener el dinero suficiente y poder lograrlo.
Actualmente trabaja en una tienda de conveniencia, en los últimos años ha tenido muchos trabajos, entre ellos están conserje en un hotel, cocinero en un restaurante, masajista en un centro de yoga, ayudante de carpintero, y secretario de un dentista, entre otros.
Pero ahora después de haber tenido tantos trabajos ha logrado conseguir el dinero suficiente para la universidad, tenía buenas notas, había pasado el examen de ingreso, solo le había faltado dinero.
°°°
Hoy es mi último día en la tienda, he renunciado puesto que entraré a la escuela.
—Hey Yoongi, que mal que no podrás seguir trabajando aquí, tú me has traído muchos clientes regulares— Hablo mientras me miraba mi antes jefe—Realmente es una pena, pero que si le puede hacer, te apoyaré en todo lo que necesites, has trabajo mucho y me has apoyado en todo.
El dueño de la tienda es un señor de unos 30 años, cuando lo conocí me pareció alguien amable, y al parecer le agrade, no lo entiendo.
—Si, hoy será mi último día aquí, le agradezco lo que hizo por mí al haberme dado este trabajo.— El solo me miro detenidamente y dijo—Espero que te vaya bien, por ahora te dejo, nos vemos en la noche para la paga.
Después de aquella corta conversación comencé mi trabajo limpie todo, acomode todo y abrí la tienda, como cada día se llenada de personas por ratos, y en otros me quedaba solo. Me gustaba este trabajo, lo único que no me agradaba era tener que fingir una felicidad que no podía sentir.
Para la tarde todo estaba más tranquilo, había estado atendiendo a muchos clientes, y por fin tenía un descanso, pero justo cuando me preparaba para sentarme y descansar alguien más entro, en el momento en que la puerta se abrió, y sonó la campana me quedé pasmado.
—¿Que significa esto?— Pensé. — Bienvenida, ¿puedo ayudarle en algo?
La chica que acababa de entrar me miro y en el momento que nuestras miradas se cruzaron sentí un escalofrío en mi piel.
—Buenos días, he disculpe quisiera comprar unos dulces, me podría indicar dónde se encuentran— Su voz sonó un poco extraña, era fuerte pero al mismo tiempo muy suave, lo dijo con un tono amable pero al mismo tiempo con dureza, aunque cometió un error. — En realidad son pasadas de las 4 de la tarde, por lo que es buenas tardes, y claro, los dulces se encuentran en el 2 pasillo. — Normalmente no hablo tanto con los clientes, me limito a saludar, cobrar y despedir, puesto que todos entran directo por lo que vienen.
—Gracias, permiso. — Está ves la dulzura se fue, parecía un poco molesta.
Por alguna razón, desde que la puerta se abrió sentí que no podía dejar de mirarla, ahora desde el mostrador donde estoy puedo verla perfectamente, se ve un poco más baja que yo, su piel es un tono más fuerte que el mío, su cabello es un Borgoña, está vestida totalmente de negro, y tiene una botas militares que la hacen ver solo un poco más alta.
— Se ve hermosa.— Mierda, que estoy pensando, no, mejor dicho que acabo de decir, espero no me haya escuchando ¿Que es esto? Porque parece que me quedé hechizado por esa mujer— Que Extraño.
— Disculpe, me va a cobrar o no. —Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta de que ella está enfrente de mi.
— Si, lo siento. Son 4 Dólares. ¿Quiere que se lo ponga en una bolsa?— Debo alejar esto que siento en mi. —No Gracias, está bien así— Me dijo mirándome directamente a los ojos.
Parece que tenía prisa, pago rápido, y salió aún más rápido, la mire por la ventana sin entender porque parecía interesarme alguien que nunca antes había visto, subió a un auto y desapareció de mi vista.
Todo pareció extraño para mí, pero decidí solo dejarlo pasar, llegó la hora de irme, hoy no haría turno de noche, ya que incluso si no renunciaba esta semana no me tocaba, mi jefe llego, conversamos sobre la vida, me pagó el último mes y salí de allí. Decidí caminar hasta el lugar donde viviré a partir de ahora.
En todos los trabajos que he tenido hasta ahora nadie sabe mi verdadero yo, incluso mi familia solo tienen una pequeña idea de mi personalidad, pero no me conocen, para ellos solo parece que no me interesa la nada, solo tengo un par de amigos con los que puedo convivir y ser yo mismo.
Llegué a mi nueva casa y pues como soy bastante olvidadiso no no tengo mis llaves, al parecer las deje en algún lado. Estaba por tocar el timbre pero en ese momento alguien abrió mi puerta.
— Suga, justo había pensado en ir a esperarte en la parada de autobuses, dejaste las llaves en el mueble de la entrada. —Dijo Hoseok, es un amigo cercano a mi, y mi compañero de casa a partir de hoy. — Pero bueno ya pasa, los demás están adentro.
En el momento en que entre escuché demasiado ruido, Jimin y Jungkook Estaban jugando videojuegos y al parecer no podían dejar de gritarse entre ellos.
— Hey idiotas, que les pasa, no puedo llegar a mi casa y tener un lugar tranquilo porque ustedes dos lo arruinan, miren lo sucio que está todo. —Ambos me miraron con sus rostros asustados— Eso me pasa por estar con personas como ustedes.
—Ya Suga no les digas así, sabes que también es mi casa, y estaban conmigo así que yo limpio—Me dijo Hoseok tratando de calmarme.
Ellos son mis amigos, A Hoseok lo conocí hace ya varios años, mí primero trabajo a tiempo parcial fue en un hotel, de eso ya 3 años, allí Hoseok también era conserje, el tenía 14 años apenas y yo 15, aunque éramos jóvenes trabajábamos para poder vivir.
A Jimin lo conocí por otro amigo llamado Tae, ambos son de Busan, pero vinieron a Daegu por cuestiones familiares, y los encontré un día siendo golpeados por otros idiotas, y bueno lo defendí. A Jungkook también lo saqué de una pelea, al parecer había escapado de casa, y unos tipos borrachos lo golpearon.Por eso es que todos saben de mi, han visto lo que soy capaz de hacer si me molestan demás.
A pesar de que para todos soy el tipo bueno, el que es amable, y también no faltan las mujeres a las que les gustó, todos se alejan por el tipo de persona que soy. Hasta ahora he tenido suerte de que ellos no sé hayan ido.
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Sentimientos - MIN YOON GI
FanfictionSin entender la razón, sin saber que paso, solo deje de sentir, el amor, el dolor, la felicidad, la tristeza. Mi vida parecía un completo error, siempre sufriendo, hasta aquel día en que todo termino. Min Yoongi era solo un niño de 9 años cuando su...