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  Estaba preocupado, Fyodor no había llegado. Era un hombre que sabía cuidar muy bien de sí mismo, pero eso no era motivo para bajar la guardia, en su condición tampoco tenía mucho más que hacer que preocuparse.

Una
Dos
...
Tres
Ya habían pasado más de cuatro horas, y en la casa solo estaban Ivan y él; ni rastro de Dostoyevski.

  Se paró, y con ayuda de su bastón, se fue guiando por el cuarto hasta llegar a la puerta, donde desde el balcón de las escaleras, llamó:

—¡I-Ivan!

—Dígame
Respondió apareciendo pocos segundos después.

— ¿Dónde está Fyodor?
Cuestionó haciendo muestra solo un poco de su amplia preocupación.

— El amo Dostoyevski me ha dicho que no se preocupe, que está bien, pero que probablemente no pueda verlo hoy.

— Ya veo...

Un dolor característico, Amor.

"Remordimiento" [FyoLai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora