2. La Cruenta Realidad

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Los corazones están muriendo

Lo veo en las escuelas, lo veo en las calles, lo veo en centros de trabajo y lo veo en los bares.
Por desgracia también veo como desde que nacen en los hospitales marcados y condenados son los corazones.

Vivir nunca se trató de nacer, desarrollarse, crecer, reproducirse y morir. ¡Joder... eso no es precisamente vivir!

Vivir no se trató de estudiar hasta cansarnos para trabajar en algo que nos da un buen salario pero que realmente ni queremos, al final terminamos muriendo lentamente en la monotonía año tras año tras ocho horas cada día dedicadas al oficio. Somos condenados, desde el inicio y ni siquiera las poseciones y bienes que tengamos hacen más corta la caída al abismo.
Y es que eso no es vivir

Porque al final nada de lo que ganamos con el sudor de nuestra frente es nuestro. Nunca lo fue, ni el auto, ni las joyas, ni las ropas, ni la casa.
Ni el maldito dinero que nos esclaviza.

Nuestro es lo que nace con nosotros, todo aquello que al final con nosotros muere, el cuerpo, la mente y el corazón.
Nuestras son las memorias, nuestras son las emociones; el cariño de aquellos que dejamos cuando nos toca entrar a los cajones. Eso es lo único nuestro.
Pensamos estar libres pero no es así,  es algo que se nos quita desde que nacemos; ya enumerados. Somos objetos en esta nueva era lo que nunca nuestros ancestros imaginaron. Sin emoción y sin deseos, haciendo lo que exige la sociedad. Trabajando para pagarle nuestra amargada existencia al bendito sistema que no nos deja ni respirar.

Repito... en mi opinion eso no es vivir

Vivir no es sinónimo de moverse, reproducirse, respirar, sentir sed y hambre o en las noches tener sueño y dormir.
Vivir es amar, es expresar, es conocer, es disfrutar.
Es saber que eres libre y que eres dueño de tu vida, de tu destino, de tus ideas y tus pensamientos.

Solo nos estamos pudriendo en la ambición y la búsqueda de posesiones y placeres sin alma, cosas vacías que jamás van a llenar los inexpugnables e incomprendidos abismos del alma humana, allegados por las rutinas y la presión de vivir en un mundo equivocado...
Es como estar en un calabozo dentro de una oscura, húmeda y fría mazmorra donde la carne se debilita hasta convertirse en pudrición y emfermedad.

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⏰ Última actualización: Mar 17, 2021 ⏰

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