"Remordimiento" [FyoLai]

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  Debido a ataques recientes, su movimiento se había limitado considerablemente, no solo porque la habitación estaba casi vacía debido a la reciente falta de muebles, sino porque también estaba encerrado en la misma, donde su única puerta, era una para el baño.
Entre las pocas cosas que hacía, era pasar tiempo con quién sea que viniese a visitarlo, mayormente era Fyodor, quien para su suerte, dormía en la misma cama.

  El día había pasado en total paz y armonía; hasta ahora, donde el ambiente era obceno, con respiraciones entrecortadas y toscas.
Todo había pasado tan rápido, pero no era de sorprender, hacía meses que no lo hacían, pues estando como estaban, era complicado.

  Entre beso y beso, Dostoyevski aprovecho a pasar su mano por debajo de la ropa del hombre cano, quien se alarmó un poco.

— Fedya, e-espera...
Pidió poniendo una mano sobre el pecho ajeno.

—¿Que sucede?
Deteniéndose en el acto hizo una mueca.

— Yo... No sé si...

—¿No estás listo?
Preguntó en un disimulado tono molesto, pues no era la primer vez que le decía eso.

— Bueno, no, no aún... Solo dame un tiempo, ¿Si? Espero que no te moleste...
Se sentía super avergonzado de todo aquello. una parte suya quería hacerlo, mientras otra le decía que no, que aún no era prudente.

— No, está bien, lo entiendo.
asintió mientras se volvía a poner sus botas.

"Gracias al cielo" pensó Nikolai. Se sentía culpable por no poder hacer feliz a su pareja, pero él no tenía la culpa... ¿O quizás si había sido su culpa quedarse ciego? ÉL había hecho algo mal a la hora del accidente después de todo; por eso ÉL era el que estaba ciego, por lo que ÉL tenía la culpa.

—¿ Sabes? Agatha acaba de llamarnos comentando que teníamos algo que hacer.
Habló refiriéndose a todo el grupo de La Decadencia.

— Sí, te invitaría pero no creo que sea buena idea.
Comentó haciendo referencia a que pues, después de todo, Nikolai técnicamente ya no pertenecía a La DOA- por cierto- volvió a hablar
— Uhm... No me esperes despierto, no creo que llegue temprano. Espero que no te moleste.

Luego de eso, se acercó al ucraniano y le  dejó un beso en la frente en señal de despedida.

— Que descanses.

— Gracias...