Prefacio

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New york, Albany                       

Enero 19 2010       

11:45 PM


Mientras deambulaban en las oscuras calles de New York, Sonya e Irina hablaban sobre lo que harían después de su fiesta de grado, los chismes que rodeaban después de clases nos las dejaban pensar en otra cosa, como si tuviesen rato sin verse pues todos los días se veían,  muy difícil era que se desprendieran una de la otra, que raros son los adolescentes ¿cierto? ; .- Sonya Hammer eficiente, sutil, perfecto aspecto físico, su cabello largo muy envidiado en la escuela ... nunca pasaba por desapercibida con un color oro en su cabello muy intenso desde su raíz hasta las puntas, sus ojos miel intensificaban su personalidad y expresión era como perderse y quedar envuelto en esa cálida mirada, apenas cumplió los 16 años hace una semana; Irina Swan era una rata de biblioteca por su parte los libros eran su vida al igual que su amiga, la mejor alumna de la escuela además de ser la presidenta estudiantil, pero todo lo contrario de Sonya, ella era más baja y de tez blanca como el mármol, su cabello de un negro oscuro que la noche, sus ojos azules como el mar y a la vez profundos como un abismo, llenos de misterios de los cuales solo su amiga percibía, sus 17  años llegaron hace poco de un mes era de por sí una de las razones por las que caminaban en la calle, pues tenía que hacer realidad su sueño: ir al concierto de Flor ida el cantante favorito de ambas. -. A medida que avanzaba su camino la gente escaseaba en las calles, entrelazando sus manos la una a la otra tarareando una canción de su Crush, escucharon unas voces que provenía del otro lado de la calle las dos sin malicia no le hicieron el mínimo caso, al segundo estruendo asustadas sin nada más que hacer se ocultaron detrás de un enorme matorral en la orilla de la acera, miedosas de emitir el menor ruido cerraron sus ojos y se juntaron una vez mas, se escuchó un extraño chasquido y elevando mas su voz dos hombres se aproximaron debajo de la luz de un poste  en menos de dos metros del lugar escondido de las chicas, Sonya guardando la calma pero con algo de pánico llevó a sus labios uno de sus  dedos,-. Signo de guardar silencio a su amiga que tenía los pelos de punta como si hubiera visto un fantasma- los dos hombres seguían con su plática.- el más próximo era más alto que el de su lado, musculoso no del tipo exagerado pero si con un buen cuerpo que cualquier chica le quitaría el aliento, su piel se tornaba oscura por la luz opaca que emitía el poste, sus cabellos se iluminaban más sin embargo la pesada noche oscura era imposible verle el rostro, acompañaba uno más bajo, se encontraba más allá de la luz aunque su piel era obvia y morena no muy musculoso que su amigo pero se le veía buen aspecto físico, Sonya los miraba y los reparaba buscando algún matice frívolo en ellos pero solo veía a dos chicos de casi su edad discutiendo con un muerto a sus pies deforme.



Para tratar de escuchar la conversación Sonya levantó la cabeza de su regazo con mucho cuidado sin ser descubierta.

-Ayúdame a salir del clan, no quiero ser parte de ésta farsa, no más, ayúdame quiero... vivir en paz,- Dijo el más alto con un tono de impaciencia.- por favor.- lo miró con aire de esperanza en sus ojos-

-Oh vamos, no sé qué esperas que haga...-hizo una pausa y respiró profundo-  pero haré lo que pueda, sólo no te metas en problemas, ¿está claro? –Colocó la mano izquierda en el hombro de su amigo y asintió- Vamos no dejemos rastro de este tipo...-recogiendo el cuerpo del tipo a sus pies echaron a andar en un Lexus perdiéndose de la vista-

Sin habla las dos escurridizas salieron de  los matorrales, aún con las manos entrelazadas, mirándose una a la otra con extrañeza.

 - Pero ... que fue eso?. Espera ya se han ido?.-miró para todos lados tratando no hacer tanto ruido, era la primera vez que había visto a un muerto cerca suyo, por lo menos a dos metros de su encuentro- Vamos a casa.

Volver a nacer: La decisionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora