ᗰOKITᗩ

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Una Omega se encontraba descansando en el trono real del Gran salón, el ambiente a su alrededor, como siempre era silencioso sin la brillante y abrumadora presencia de su encantadora hermana menor

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Una Omega se encontraba descansando en el trono real del Gran salón, el ambiente a su alrededor, como siempre era silencioso sin la brillante y abrumadora presencia de su encantadora hermana menor. Exahusta por los acontecimientos que habían estado ocurriendo y acabando con su tranquilidad poco a poco.

Debía prepararse para la llegada de la Luna de miel de su hermana, que hace dos meses se había ido a algún lugar lejos de Arendelle, con su esposo, Kristoff.

Sin embargo, las juntas con los duques de territorios vecinos la tenían al borde de la cúspide, y no daba para más. Se aferraba a su plan, a pesar de ser una Omega, era una reina reservada, justa y pendiente de los habitantes de su Reino, que cabe decir que era adorada por todos ellos. Claro que aún siendo reina tenía demasiadas dificultades, en las que a veces sentía inseguridad de si misma, pero con la presencia de su hermana todo se arreglaba, pero ahora que no estaba, tenía que vérselas por si misma.

── ¿Sigue preocupada, Majestad? - pregunta con amabilidad uno de los sirvientes a su lado.

Ella niega falsamente.

Un sirviente beta camina por el gran salón verificando todo a su alrededor, cuando ve a la Reina hace una reverencia y sonríe, la Omega le corresponde.

── De ninguna manera.

El chico a su lado, sonríe tenso apretando la mandíbula observando las acciones de aquel beta, y
se toma el atrevimiento de acercar sus dedos a los mechones sueltos que se encuentran perfectamente lisos y peinados, que caen como cascada de los hombros de la mujer.

── Y para con eso, sabes que odio que me llames Majestad, o al menos cuando no estamos solos creí haberte aclarado eso desde el principio, Anna llegará mañana, debo prepararme. - murmura la Reina con voz neutra. Observa como un grupo de sirvientes se dirigen hacia ellos a paso apresurado.

── Majestad, ¿deberíamos cerrar las cortinas? —  pregunta uno.

── Uno de los Duques del Sur sigue esperando respuesta M- Majestad. - tartamudea observando al alfa sirviente junto a la Reina, que la observa con corazones en los ojos.

Mientras con Elsa, la idea de abrir las cortinas abiertas hizo entrar en un trance a la platinada, sentía demasiada presión, y aquellas peticiones fueron un plus para que entrara en un trance, por lo que el sirviente junto a ella le hizo una seña al hombre de mayor edad, este asiente y se retira.

El chico retoma su posición y se coloca frente a ella, con su dedo toca su mentón obligándola a levantar la mirada, su corazón se presiona fuertemente al ver sus preciosos ojos azules con algunas gotitas cristalinas deslizándose por sus mejillas que se encontraban de un rojo levemente pálido.

── Eres un desastre cariño, ya son más de las once de la noche, ¿quieres descansar? . - pregunta con voz derrotada, verla con los ojos rojos y algo adormilados lo hacía enfurecerse, sabía que ser Rey era una cosa seria y que requiere dedicación y estar al tanto de todo lo que ocurría las veinticuatro horas del día, pero Elsa se exigía demasiado, era una carga más para su vida.── Debes descansar Elsa, iremos a tu habitación y cuidaré de ti hasta que Anna llegue, me encargaré de todo, ¿bien? No quiero objeciones. - ella se oculta en el pecho del platinado y frota su nariz contra el pecho del delgado Alfa, aspirando el fuerte olor a menta fresca que emanaba. Jack acomoda su brazo detrás de las rodillas de la Omega para así tenerla en sus brazos, de inmediato Elsa entierra su pequeña nariz en el pálido cuello del chico.

El Alfa siente una leve vibración en su pecho, y suelta una carcajada al ver a la Omega ronronear tranquila.

── Si tus sirvientes supieran que no eres la mujer fría y dura que pretendes ser, no lo creerían. - se burla el alfa. Comenzando a caminar hacia la habitación principal que le pertenece a la platinada, y a él. Ya que cada noche se escapaba de la cabaña de sirvientes para escabullirse dentro de la habitación de la Reina, para así consumar su amor por medio de acciones subidas de tono y caricias dulces que los hacen sentir un cálido sentimiento en sus corazones y en sus lobos que aullan en cada encuentro.

Un alfa sirviente, y una reina Omega. Ambos enamorados como nadie.
Los sirvientes solo callaban, a ellos no les incumbía opinar sobre lo que sucedía después de las diez de la noche cuando las puertas del Castillo cerraban.

algo corto, pero soft y sin smut<3Perdón por los errores luego los arreglo:(No me convenció la frase al final idkLas tqm

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algo corto, pero soft y sin smut<3
Perdón por los errores luego los arreglo:(
No me convenció la frase al final idk
Las tqm.
Gracias por leer y cuídense.
Les hice un fondo de pantalla agsjksks el filtro le pertenece a koofilters.
Wattpad ni se te ocurra bajarle la calidad.

 Wattpad ni se te ocurra bajarle la calidad

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MOKKITA 带来 JELSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora