𝐺𝑖𝑙𝑖𝑝𝑜𝑙𝑙𝑎𝑠 - 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑛𝑎𝑏𝑜

10

La luz de el día molesto los ojos marrones de Conway, entonces se dio cuenta en la situación en la cual se encontraba, se había dormido junto a el cuerpo de Gustabo en aquel gran sofá, paso sus manos por sus ojos con suavidad observando el aún cuerpo dormido de su acompañante, de a poco comenzó a levantarse de aquel sofá sin querer llamar la atención de Gracia o más bien sin querer despertarlo.

⎯Joder Conway, es cómodo dormir contra su cuerpo ⎯Susurro Gustabo con una pequeña sonrisa socarrona en su rostro, este había despertado anteriormente apreciando a Conway dormido junto a el.

Jack se quedo boquiabierto, no le iba a responder absolutamente nada, ni siquiera el sabía por que se recostó junto a Gustabo dejando abandonado completamente a su café que no termino de beber.
Gustabo se acomodó en el sofá observando con una sonrisa a su contrarío y Jack se dio cuenta de la hora, 09:13 am, lo más probable es que alguien haya entrado a la oficina y pudo ver esta escena poco profesional por parte de ambos chicos.

⎯Mierda, iré a ver las cámaras, quizás alguien entró y vio.

⎯Por favor Superintendente, ¿Usted cree que alguien entró sin tocar y esperar respuesta a su oficina? ⎯Gustabo se estiró aún sentado en el sofá. ⎯Y si así fuera, ¿Que saca de averiguar quien nos vio? Sea como sea ya nos vio y no hay forma de obligarlo a olvidar ⎯Se levantó de aquel sofá esta vez buscando estirar sus piernas.

Gustabo tenía razón, tal vez, solo por hoy no se preocuparía tanto por aquellas cosas.

⎯¿Quieres un café, Gustabín? ⎯Jack se ofreció de manera amable.

⎯Claro, abuelo.

Ambos se encontraban sentados en la oficina de Conway, aún.
Jack en su silla y Gustabo en otra, ambos bebían cafés, ambos cafés eran cargados, casi negros por completo, ambos hombres necesitaban cafeína en su sistema, ahora Gustabo entendia el por que Conway siempre bebía café cargado, se quedaba por las noches en comisaría a hacer una que otra cosa.

⎯¿Acaso usted no se cansa? ⎯Se escuchó la curiosa voz de Gustabo.

⎯¿A que te refieres?

⎯Trabaja de durante el día y luego por la noche, ¿duerme o se carga con USB?

⎯No es de tu incumbencia, capullo.

⎯Eh, solo preguntaba por curiosidad abuelo ⎯Dio un corto sorbo a su café notando que quedaba poco.

⎯No trabajo todas las noches, solo las que son necesarias. ⎯Respondió Conway siendo sincero con Gustabo.

A pesar de que tenían asuntos pendientes gracias a las peleas y discusiones ambos estaban cómodos con la compañía de el otro, uno de los asuntos pendientes era el paradero de Segismundo.
Conway iba a hablarle de ello a Gustabo, pero recordó lo especial que ese gallego era para el menor, de todas formas ya no importaba.

⎯Sobre Segismundo, sabes que tu trabajo esta primero que lo demás ⎯De aquella forma inició el tema Jack.

⎯Claro que lo se Superintendente.

⎯Seré breve, ¿Tienes idea de donde pueda estar escondido?

Gustabo lo pensó unos momentos, si le decía el lugar donde es muy probable que se amigo este lo estaria traicionando, ya ni siquiera podría hacerse llamar su amigo, pero por otro lado tendría la confianza de Jack Conway, algo que no todos tienen el privilegio de poseer.

⎯Creo que se dónde pueda estar.

Gustabo le contó una que otra aventura que tuvo junto a el gallego, lugares que se hicieron importantes, hasta que lo pensó bien. Habían veces que estos se juntaban en una casa en la playa, una bastante vieja y escondida, pero a pesar de ser vieja estaba en un buen estado.

⎯¿Como mierda yo no sabía de la existencia de este lugar? ⎯Dijo Jack apreciando aquella choza, era pequeña pero levemente linda.

Gustabo no respondió, solo miraba el mar mientras comenzaba a sentarse en la arena.

⎯Aquí no hay nadie Gustabo.

Gustabo había llevado a Jack a el lugar, mostrándole lo hermoso que era dejándolo levemente impactado ya que no conocía este rincón de Los Santos.
Segismundo no se hallaba en ese lugar, tal vez desapareció de la ciudad un tiempo para perder a la policía.

⎯¿Acaso cree que le miento? ⎯Gustabo se quito los zapatos junto a sus calcetines obteniendo una mirada de reproche.

⎯No, no creo que me mientas... ⎯Observo a el menor caminar hasta el mar.

Gustabo lentamente se acercó a el mar mojando sus pies solo un poco, miro a el cielo soltando un suave suspiro, se sentía raro, había traicionado a Segismundo a pesar de que el no estuviera ahí, pero ¿Que hubiera ocurrido si el hubiera estado? Ahora estaria en perpetua y el no estaría siendo observado por los curiosos ojos de Jack Conway.
Se acercó a Gustabo, igual que el se había quitado los zapatos y calcetines.
En lo único que Jack podía pensar era en que Julia ama la playa.
El menor observó bastante sorprendido como Jack se paraba frente a el mirándolo a los ojos y mojando sus pies.
Ninguno hablaba.
Jack quería besar a Gustabo.
Gustabo quería ser besado por Jack.

Lentamente ambos se acercaron más de lo esperado, las firmes manos de Jack estaban en la cintura de Gustabo como intentando abrazarlo. Las manos de Gustabo iban a el rostro de Conway con un leve miedo, miedo a ser alejado y rechazado, en cambio Jack sabía que Gustabo no lo apartaría.
Sus labios fueron suavemente unidos, no había la necesidad de ser violentos, solo era un suave beso acompañado de el vaivén de las olas que mojaban sutilmente sus pies.
Las manos de Gustabo estaban en el rostro de Jack, ya no tiritaba ni dudaba, ahora solo se dejaba llevar de un besó bastante distinto a los otros. No sabían como pasaban de estar en algo completamente distinto a besarse de aquella forma. Las palabras de Gustabo pasaron por la mente de Jack Conway el sabía que Gustabo estará para el cuando fuera necesario.
Se separaron simplemente sus labios, sus cuerpos estaban pegados, sus manos aún buscando un contacto cariñoso, sus ojos permanecieron cerrados, ambos con miedo a que si los abrían encontrarían al contrarío con rostro de desagrado.

⎯¿Que coño haces Gustabo? ⎯Susurro Jack haciendo que su contrarío abriera lentamente sus ojos. ⎯Se supone que yo no puedo querer a alguien más de esta forma.

⎯¿A que se refiere? ⎯Conectaron sus miradas en el momento en el cual Conway abrió sus ojos.

⎯A que me sentiré tan culpable esta noche por habernos besado.

⎯¿Se arrepiente?

⎯No.

Nuevamente el silencio reino aquel lugar, Gustabo podía admitir lo que comenzaba a sentir por Conway, pero Jack, no, el no lo diría.
Jack depósito un corto beso en los labios de Gustabo y se apartó, caminando en busca de sus zapatos.

Iban de vuelta a comisaría, sin música en la radio, ambos en silencio, ni un solo comentario sobre el nuevo besó.