✿【11】✿

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— ¿Algo específico para desayunar? — JunHui abrió el refrigerador, revisando qué tenían.

— Sí, postre. — Pidió desde la sala.

— Hao...

— Postre de limón. — Musitó, relamiéndose la boca— Tengo antojos— Puchereó. — ¿Soy molesto?

— No, no lo eres. — Lo tranquilizó enseguida.

MingHao estaba en su sexto mes de embarazo y tenía constantes berrinches y preocupaciones.

Le producía miedo incomodar a JunHui o hacerlo enojar y aunque nunca había presenciado el mal humor del alfa en su contra, sí le aterraba ser una carga.

— El médico dijo que tuvieras una dieta balanceada, Hao— Persuadió al chino— ¿Qué tal otra cosa?

— Frutas.

— Sí, eso es mejor. — Celebró internamente, ya que solamente debía cortar trocitos de diferentes alimentos— ¿Hoy trabajas?

— Nop— Contestó mirando la televisión.

Parecía un niño, con el dedo pulgar entre sus dientes y una manta suavecita cubriéndolo.

— Yo sí, llegaré a las tres— Avisó exhalando— Mi padre dice que te echa de menos.

— ¿Puedo ir a verlo? — Preguntó interesado— De paso conozco a tu secretaria.

— Sí, podrías. Iremos luego a casa de WonWoo y MinGyu, ¿Sí? — Planeó ofreciéndole el plato con comida.

— ¿Tu secretaria sigue coqueteándote? — Insistió con el tema.

Se había enterado días atrás cuando lo escuchó hablar con Joshua, reían de lo guapo que era haciendo bromas estúpidas al respecto.

Le produjo fastidio imaginarse a esa mujer toqueteándolo, acercando sus feas feromonas al alto y seduciéndolo.

El problema era que se sentía obeso y horrible. ¿Por qué? Fácil: Esa chica, según oyó era delgada, de piernas largas y pechos prominentes. MingHao no era idiota, sabía que estaba pesado y que no tenía derecho alguno sobre Jun como para quejarse.

— Uh, sí... — Respondió haciendo una mueca— Hablaré con HeeChul de eso si continúa.

— Bueno, pero no te amargues. — Lo animó— Le das importancia a personas irrelevantes.

— Sí...

— Porque ella es irrelevante, ¿Verdad? — Tragó en seco, inseguro.

— Considerando que maneja mi agenda personal y el control de las reuniones...

Entonces era por ese motivo que JunHui pasaba más tiempo en la oficina que en casa.

— Ah. — Amagó para llorar. — Le diré a JiHoonie que me acompañe.

— Sí, él y SeungCheol pueden venir e ir con los chicos.

— A ver si tu secretaria de deja. — Rechistó odioso.

— ¿Qué?

— Que ya terminé, gracias por la comida.

Se levantó, fregando el plato y desapareciendo por el pasillo.

No quería comportarse así, pero no tenía control sobre sus acciones ni pensamientos. Le enloquecía que quisieran quitarle a JunHui.

Él era su alfa, suyo. De ninguna otra.

Apretó un peluche con fuerza, llorando en silencio por la impotencia que corría por sus venas.

— ¿MingHao? — Jun asomó la cabeza, abriendo la puerta.

𝐅𝐀𝐋𝐋𝐈𝐍' 𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑 ✿【JunHao】✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora