Capítulo 1. Erik Rowell

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Desperté somnoliento, tratando de encontrar el celular y así poder apagar la alarma; registré la camay ambos veladores que estaban a los costados de esta, el celular seguia sonando, miré el suelo y ahí estaba con la pantalla tocando el suelo. Levanté el celular con cuidado esperando a que no estuviera rota la pantalla, lo voltee despacio y me alivie al ver que estaba intacta. Dejé el celular aun lado sobre el velador y apoyé mis pies en el suelo y mis manos en la cara.

- Aquí vamos de nuevo- me levanté de la cama, con lentitud y me caminé hasta el baño del departamento.

Salí de la ducha, intenté secar mi cuerpo con la toalla, pero solo lo terminé envolviendo, entré en la cocina 

Al despertar busqué el reloj que había interrumpido mi sueño, observe la hora: 5:50 a.m., no tenía deseo alguno de levantarme, aun que tenía que hacerlo, en los 4 años que llevo en la clínica mental no he tenido faltas ni atrasos, y esta no sería la primera vez que lo haría. Me levante sin ganas en dirección al baño y tomar una ducha, para luego comer y beber algo que sirviera de desayuno. Busqué mi celular, mi credencial que me permite acceder a la clínica, y el bolso en donde guardo todos los papeles necesarios para el día.

Salí a la calle con rumbo al metro, quedaba cerca, así que normalmente caminaba hasta el, mientras lo hacía evitaba los pequeños charcos de agua que se habían formado por la extraña lluvia de anoche. Mientras caminaba notaba que la acera no se encontraba con tanta gente como comúnmente lo estaba, caminé unas 2 cuadras cuando comencé a sentir que alguien me estaba persiguiendo, una extraña sensación de que alguien me estaba vigilando sin quitarme la vista de encima, me giré rápidamente como si se tratara de un reflejo, unos metros más atrás logre ver a una persona vestida de negro, era un poco más bajo que yo, su cabeza hizo un movimiento y fijó su mirada al suelo, me quedé unos segundos parado pensando en que tal vez lo conocía y me saludaría, pero al acercarse me pasó por un costado, confirmando el hecho que era más pequeño que yo, pasó sin inmutarse como si solamente había sido una coincidencia mientras mantenía sus manos en los bolsillos de la chaqueta que llevaba, que al parecer era de cuero, y sin intención, mi hombro con el suyo chocaron. Sentí una extraña sensación que me hizo girar nuevamente hacia donde él se dirigía, intenté revisar si algo de su vestimenta podía serme familiar, pero no hubo resultado alguno, aunque debía admitir que me llamó la atención su chaqueta, esta sobresalía un rayo extraño que se encontraba en su espalda, el cual parecía moverse, traté de convencerme que era culpa de la somnolencia que aun llevaba conmigo, así que decidí no tomarle importancia y seguir mi camino, comencé a caminar nuevamente para llegar a mi destino, el metro y más tarde la clínica, me uní a la masa de personas que bajaban a la estación, lo cual era probable que eran las mismas personas que ayer y las mismas que mañana, entré en un vagón que, supuse, iría con menos personas respecto a su capacidad, pero después de mi entraron como 15 personas que tal vez pensaron lo mismo, no logré sentarme y tampoco intenté buscar un asiento como normalmente no se demoraría tanto hasta la próxima estación. En el viaje a la próxima estación me sentí extraño, ya que no dejaba de pensar en la chaqueta del sujeto que había visto anteriormente, intenté recordar su rostro, pero mi mente no lo lograba, solo recordaba cómo iba vestido, el movimiento de su silueta al caminar por un lado se reproducía constantemente en mi mente, seguía con la intriga si realmente el rayo de su chaqueta se había estado moviendo, o simplemente era producto del movimiento que producía el cuerpo de la persona, porque si recordaba que su chaqueta iba desabrochada.

Al llegar a la estación, salí del vagón y comencé a subir las escaleras, caminé por un par de calles para lograr llegar a la clínica, una vez en ella saqué mi credencial, saludé a la recepcionista y me dirige al ascensor, en este se encontraba un sujeto estaba vestido de negro, al igual que el chico que ya había visto, pero no estaba seguro si era él, era casi de la misma altura y también llevaba una chaqueta negra de cuero, solo que la diferencia es que esta se encontraba abrochada.

S A L V A T I O N |Larry| (En Edición Y Publicación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora