Jamás voy a olvidar el gran favor que hiciste por mí en aquella tarde. Ahí estaba yo, viendo a lo lejos tu local, deseando probar un poco de comida, cosa que no podía, ya que el dinero del tercero no alcanzaba, así que solo me quedé mirando, pero mi curiosidad de acercarme un poquito a ver si había un plato que pudiera comprar, me ganó.Con sigilo me acerque, tratando de hacer el menor ruido posible, ya que tenía miedo que volvería a ocurrir lo mismo como aquel señor de la tienda de las máscaras, que me botó a patadas de su establecimiento
Fue cuando puse un pié en el local cuando me di cuenta que me mirabas, no lo pensé dos veces para salir corriendo a pesar que habías alzado la voz llamándome, no sabía porque lo hacías, así que no hice caso y me retiré de ahí. Paso unas cuantas semanas, y aún seguía curioso, de vez en cuando pasaba por allí, observando con hambre los platos de Ramen, y la otra vez volviste a llamarme, y otra vez salí corriendo del lugar. Cuando un día, en medio de la lluvia, con hambre, pero sin los recursos para cómprame algo comestible, pasé por el local, y fue hay cuando me quedé quieto observando el sitio, con una mano me pediste que me acercara, con miedo lo hice, observé asombrado el plato de Ramen, y con una sonrisa me dijiste que lo comiera, que la casa invita.
No sabes lo feliz que me puse al escuchar esas palabras, lágrimas salían de mis ojos, no lo podía creer, me acabas de tratar con cariño a pesar de ser un desconocido, y no me echaste del lugar bruscamente, es más, eras muy amable, así que no pude evitar soltar lágrimas de alegría, feliz porque fuiste la primera persona en tratarme con cariño, y aunque pasaba el tiempo, seguías recibiendo me con los brazos abiertos, a pesar que algunos clientes se iban por mi presencia, no te importaba, seguías recibiendo me con un Ramen.
Ese pequeño gesto significó algo muy valioso para mí, el Ramen se volvió mi alimento favorito no solo por su sabor, si no todo lo que engloba, porque fue lo primero que recibí de una persona que me trató como igual, que para él no era el zorro demonio, si no, un simple niño que prometía llegar a lo más alto.
Ahora, como el séptimo Hokage, solo me queda decirte gracias, señor Teuchi.
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||•Ramen•||
FanfictionGracias por ser la primera persona que no me trató como un demonio, señor Teuchi.