-Con estos poderes las sombras te obedeceran. Tomarán cualquier forma que desees.
Aquella bruja de sonrisa serena y malvada se había dirigido con total seguridad a cierto peliplateado que observaba sentado la luz de la Luna, cuya, se asomaban por un enorme ventanal en un camarote profundo de un barco pirata.
Posiblemente el joven albino estaba más concentrado pensando en algún amigo Castaño de ojos azules, como para siquiera mirar a la hechicera.
-¿Cualquier forma, dices?
-Por supuesto.
Aquellas palabras habrían llamado la atención del joven.
Riku, se concentró lo más posible en recordar a su amigo, cuya forma iba a ser otorgada a la sombra.
Por supuesto, la hechicera para ese momento ya habría salido del camarote, acariciando su bastón y con una sonrisa macabra, suspiró pesadamente, marchándose dejando al joven albino con su dolor interno.
Él alzó su mano un poco y abrió su puño, tratando de dar forma ahí mismo, en su asiento, a la sombra humanoide. Recordó con total perfección la sonrisa de su amigo, Sora, la cual fue tomando forma en la sombra de una manera... poco atractiva.
-¡Riku!
Está sonrisa cálida que recordó, junto con esa dulce voz que llegó a su mente por casualidad, de pronto de transformó en una sonrisa completamente oscura y negra que a penas si daba señas de vida.
-Riku...
¿La sombra había pronunciado... su nombre?
De pronto, cada parte oscura de aquella sombra iba tomando forma, los brazos, las manos, las piernas, los pies, la cintura, la cadera, el rostro, el cabello e incluso la ropa... todo era igual a Sora. Estaba ahí, de rodillas sobre la misma silla que Riku, tomándole de los hombros, y mirándole fríamente, pero sonriente.
-Te extrañé mucho... Riku. Estoy tan feliz de verte.
Era idéntico a Sora.... Pero había una excepción. Esa sombra carecía completamente de vida. De un corazón.
-¿De verdad eres tu... Sora?
Riku se dignó a dirigirse a aquella sombra, sonriendo con un amargo sabor de boca que le dejaba esos ojos amarillos y circulares, sin retina... simplemente eran unas esferas amarillentas que no expresaban más que inhumanidad.
-¡Claro que lo soy! Porque Riku es la persona más importante para mi. Todo era espantoso sin ti... Riku.
Aquella sombra con voz frigida y seca le hablaba con un inmenso cariño a Riku. Como si lo conociera... de toda la vida.
En un arranque, la Sombra de Sora abrazó a Riku, lo tomó en sus brazos, acarició su cabello, pasaba su mano por su espalda.
Riku no hizo más que tomarle del costado de su pecho. Simplemente cerró sus ojos y... trató de imaginar que esa sombra, de verdad era el verdadero Sora, aquel Sora que... "lo había cambiado."
-Dilo de nuevo... dí de nuevo... mi... nombre.
La sombra rió para sus adentros y sonrió, diciendo de maneras tan amables y suaves como su voz seca y carente de vitalidad le permitían.
-Riku. Riku, Riku... ¡Ah, ¿R-Riku!?
Este último fue un alarido de dolor.
Riku estaba presionando los costados de la sombra, lo apretaba con suma fuerza, estaba lastimando a su esbirro, al grado de perforar su cuerpo oscuro, desgarrarlo, hacerlo sangrar y... penetrarlo con sus propias manos. Completamente inexpresivo. Insatisfecho.
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Kingdom Hearts: Shadow of You [Yaoi One-Shot]
FanfictionUna historia breve acerca del nacimiento de los Shadow Sora otorgado por Riku. Nuestro peliplateado antagonista tendrá que negar sus sentimientos y soportar la tentación de tener a él pequeño héroe castaño a través de una "Sombra de él."