Capítulo 24: vehemente encuentro

481 52 0
                                    

Nunca había tenido pesadillas; ni antes de que mis padres fueran asesinados, ni después de matar a unas cuantas personas. Pero justo esa noche, en esa cabaña y con un chico que causaba cierta curiosidad en mí; tuve una pesadilla. Gritos y disparos, voces siendo acalladas y una risa familiar se escuchaba por encima de todo, era su risa, la risa de Abramio y no entendía si se burlaba de mí. No entendía de quien se burlaba y eso me inquietó. Abrí los ojos y sentí el sudor bajar por mi frente y cuello, sentí los latidos de mi corazón en mi garganta y oídos, sentí como mi cuerpo se estremecía ante ese sueño que, aunque se sentía real, nunca llegué a ver más que una espesa oscuridad. Pude detenerme y pensarlo porque mi madre decía que los sueños de cierta forma nos advertían del futuro, de las cosas malas. Aunque claro, no iban a ser tan fáciles de descifrar. Los sueños, las pesadillas tenían un mensaje a plena vista o tras lugares, sonidos o personas. Yo no vi nada, solo oscuridad y no estoy segura si eso era lo que quería mostrarme. Tal vez sí, tal vez el destino o mi mente quería jugar conmigo, pero no me detuve a pensarlo. No iba a perder tiempo en eso; yo necesitaba un plan, y lo necesitaba ya.

***

No sé por qué salí de la cabaña sin decir nada, no sé por qué decidí que debía caminar sola, pero lo hice y tal vez ese fue el error. Mis pies ya se entumecían por el frio, pero no quería sacarlos, que estuvieran ahí me relajaba y eso era lo que necesitaba en ese momento. Pensar. Escuché pasos tras de mí, pero no me inmute. Segundos después sentí como alguien se posaba tras de mí y apoyaba su mano en mi hombro. Mire hacia arriba y fruncí el ceño, saque los pies del agua helada del rio y me levante con brusquedad poniendo distancia entre nosotros. Me miró con una expresión tranquila para después dejar salir un suspiro y acercarse y esa vez no pude retroceder.

—¿Sabes lo que acabas de hacer? —pregunta con expresión tranquila, pero con la voz cargada de rabia.

—Sí —respondo alzando la barbilla y él ríe.

—Si querías matar a Abramio, debiste hacerlo esa noche —dice y junta sus manos tras su espalda—ahora dime, Alessandra. ¿Qué harás ahora? ¿Esconderte el resto de tu vida o ir de frente a matarlo? Porque te aseguro que ya no vas a poder hacerlo de otra forma, sabe que lo quieres matar. Tuviste el descaro de intentarlo en una fiesta lleno de sus escoltas, de personas que darían la vida por él y aun así pudiste herirlo. Eso lo tiene furioso y ha castigado a un par de personas. Pero eso ya no importa, es pasado. Ahora solo importa lo que harás de aquí en adelante. ¿Qué harás, Alessandra? —Su voz permaneció suave, curiosa y algo divertida. Como la de un profesor que espera la respuesta a su pregunta, una de la que claramente no tienes una respuesta, una sensata al menos.

—No lo sé —Me limito a responder y este asiente haciendo que un par de mechones rubios se salgan de su engominado peinado y reposen en su frente tapando ligeramente sus ojos semejantes al cielo.

—Eso significa que estas aquí sola, sin armas, con toda la mafia pisándote los talones y no tienes nada. Ni una mínima idea de cómo acabar con todo esto, de cómo cumplir tu palabra, ¿no es así? —dice tranquilo, pero con algo de desespero o rabia, no estoy segura.

—Me ingeniaré algo, por ahora debo de recuperarme.

—¿Sabes por qué estoy aquí?

—¿Ver cómo estoy? —pregunto y veo como su mandíbula se tensa.

—Vine porque Abramio me ha mandado. De hecho, envió hombres por toda Sicilia y tuviste la suerte que fue a mis hombres a los que envió aquí. Pero eso no quita que te busquen por toda Italia y que, a diferencia de mí, ellos sí quieran matarte. Aunque por tu ineptitud creo que yo también estoy en ese saco —dice rodeándome como un león a su presa.

—Planearé algo, pronto caerá y tú serás el nuevo jefe de jefes —digo sin míralo y con la seriedad que el momento amerita.

—Quiero ese plan llegando a mí lo antes posible y que lo que digas se cumpla —dice y asiento.

SICARIA [Codicia #1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora