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¿A dónde van las ilusiones? 

Hoy presente mi renuncia en Hopkins, creo que David en algún momento me lo advirtió, pero cuando aún era temprano y podía salvar mi amistad y mi trabajo, pero como suele suceder no lo escuche y ahora todo lo que había construido se caía a pedazos. Era jueves, habían pasado tres semanas desde aquel inconveniente, estuve ignorando a Wilhemina, a David y a toda aquella persona que me nombraba a Nick. Supongo que ahora no podremos si quiera mencionarlo, no lo culpo por nada, pero él sabía desde un principio lo que iba a suceder, al final no lo soporto como creí que lo haría. Y quiero ser positiva, ya lo lloré demasiado... Siempre dicen que cuando una persona sale de tu vida ¿Una nueva llegara?

Termine de pegar las flores sobre el escenario del gran salón de la institución, me mandaron a decorar gracias a que ya no hay actividades escolares, hasta la semana que viene... Me entere que esta fiesta la hacían por los 10 años de apertura de esta institución, es muy importante por lo que tengo entendido. 

— Te faltaron pegar los girasoles.

— Si supongo que los pegare en algún otro lado. —Me gire para toparme con la voz de Venable. Vestía sus característicos trajes y su color favorito.

— ¿No te gusto mi regalo? —Pregunto acercándose a mí, metí mi mano por mi cuello para sacar aquel collar de oro que me había regalado. Ella lucio su sonrisa.

— Claro que me gusto, gracias, no te lo he podido agradecer este tiempo

— Lo sé. —Paso un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja y me quede mirándola. — ¿Quieres ir a comer cuando termines? Mi madre hará pasta —Se alejo un poco al ver que un profesor entro al salón. —¿O tienes que trabajar?

— Claro y no, ya no trabajo. —Su cara fue de sorpresa y yo intente ocultar mi angustia detrás de los girasoles, me subí al escenario y mire donde podía pegarlos.

— ¿Por qué ya no trabajas? —En cualquier momento podía jurar que las lagrimas iban a salir disparadas de mí, pero no debía llorar, no podía...

— Eh decidido concentrarme en mis estudios. —Mentí, pero supongo que en algún momento se enterara de lo sucedido. —Después de ese examen que no me quisiste tomar... —Bromee, pero su cara sabia que yo estaba evadiendo y mintiendo.

— Si...Bueno estaba inspección, mucho no podía hacer. —Camino hacia a mi y se subió al escenario. —Te lo merecías por llegar tarde de todas formas. —Me quito los girasoles y los pego ella por lugares diferentes. —Tardas mucho. —Musito para luego bajar y marcharse.

Tardo mucho, si probablemente tarde mucho. Esta fue la conversación mas larga que pude mantener con ella en todo este tiempo y sin pelear de por medio. Mi teléfono comenzó a sonar y atendí sin si quiera mirar, mis ojos habían quedado pegados a la puerta de salida.

— ¿Hola? —Conteste

— ¿Por qué renunciaste? —David se oía muy molesto desde la otra línea

— ¿Cómo es que te enteraste? Apenas envié mi renuncia esta mañana.

— Nick me llamo —Nick te llamo y no fue capaz de llamarme a mí, creí que iba a llamar su atención, pero no, el dolor es mucho mas fuerte. —¿Paso algo malo?

— No, esta todo bien, es solo que necesito tiempo para mí. —Hubo un silencio desde la otra línea, David no se creía nada de lo que decía. —Te veo en casa.

Corto aquella llamada, con esas palabras tan punzantes y ya lo venia venir, quería una explicación y bueno... Era David debía dársela y con la verdad entera. Deje todo encima de la pequeña mesa donde estaba toda la decoración y me retire, para caminar con dirección a la oficina de Wilhemina.

Más Allá De NosotrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora