"ʟᴀ sᴏɴʀɪsᴀ ᴅᴇʟ ᴀᴍᴏʀ." [ ·ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ· ] ᵒˢ.

ɪɴsᴛᴀɴᴛᴇs.

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"En tu sonrisa, en ella se encuentra mi felicidad. Tu eres la fuente de mi alegría, de mi amor, de mi todo."

El arte goza del poder de transmitir todo tipo de sentimientos, incluso variando la intensidad y cuál de ellos es el expresado. Por esto mismo es una de las maneras más bonitas que el ser humano utiliza para expresarse.

No existe persona que interprete el arte de la misma manera que otro individuo, como así también no todos buscan manifestar lo mismo, hasta incluso existen un sin fin de maneras de realizarlo. 

A pesar de aquello, no es lo único que puede hacer, ya que además de ser extenso en cuanto a las representaciones que posee, el arte tiene una magia única que logra conectar a las personas. Sin importar la finalidad del encuentro, ya sea para formar un lazo o para ser parte de un movimiento, al fin y al cabo no contiene importancia alguna. El arte es algo único y sumamente especial, que a ratos es completamente mágico y está al alcance de tus manos.

Park Jimin, es un claro ejemplo de lo que trato de explicar. El joven rubio ama expresarse con su cuerpo, con cada movimiento fluyendo sobre una melodía.

Ama con todo su ser el poder que tenía la música sobre si, ese que lograba someter su cuerpo a un estado sumamente hermoso, donde realizaba movimientos involuntarios dejándose guiar por sus instintos. Para él, era eso lo que le permitía canalizar todos sus sentimientos, que le aliviaba todo lo malo que tenía en su pecho. 

A su vez, la fotografía es otro método de expresión creada por el hombre ¿En alguna oportunidad, al observar una imagen, no les han transmitido algún sentimiento? Es un arte sumamente hermoso, algo que puede expresar tanto, que puede contener tantas emociones en simples pixeles que cuesta ponerle un límite a su capacidad.

Pero para Jeon Jungkook, la fotografía es el poder de capturar el momento exacto, una sonrisa, un brillo que es tan bello que necesita ser retratado. El sentido que el joven Jeon le otorga a la fotógrafa es casi tan extenso en cuanto a su magnitud, que podría tranquilamente llamarlo su vida. Es el procedimiento por el cual expresaba sus inconmensurables sentimientos, era tanto que se convirtió en un rasgo de su personalidad, de demostrar el arte.

Gracias a esta misma razón, el joven de unos 23 años capturaba en una imagen cada momento al lado de su amado. Park Jimin era su brillo a retratar, era su inspiración y aquello que amaba con su alma. 

Ellos se habían conocido a fin de curso hace aproximadamente tres años. Para el cierre del semestre, los directivos decidieron que era una excelente idea hacer trabajos conjuntos entre los talleres. Así fue como el taller de fotografía, del cual Jungkook era presidente, terminó trabajando con el taller de baile.

Jungkook tenía un talento innato para la fotografía, un algo especial que le indicaba desde sus adentros cómo realizar cada uno de sus movimientos. Esto mismo fue lo que le hizo posar su mirada en el chiquillo que se encontraba de pie al fondo de la multitud de alumnos, para luego acercarse al mismo y proponerle ser su modelo en ese trabajo en conjunto.

El rubio no se pudo negar a esa sonrisa, como tampoco pudo evitar el sonrojo que tomó lugar en sus mejillas, dando como iniciado su trabajo juntos, sin ninguno saber que ese era el inicio de una historia hermosamente pura. 

Su conexión fue inmediata, solo bastó de una canción y una cámara para que ellos se entendieran a la perfección. Con el tiempo se conocieron cada vez más, las charlas anteriores y posteriores de las prácticas y sesiones fueron cada vez más íntimas, los corazones cada vez se aceleraban más al verse y la necesidad de estar juntos iba en aumento, casi preocupante.