OCTUBRE

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Cuatro días interminables...

Cada maldita página en el periódico había formado parte de nuestra investigación, cada anuncio, texto, mensaje, fotografía, todo había sido desglosado con el propósito de entablar una conexión con los asesinatos del caso, oficialmente llamado "Doborjan".

Un grupo de al rededor de 5 personas se había unido a la causa, todos con la única instrucción de recabar información al llamar a cada teléfono en dicha sección, entrevistarse con los anunciantes y elaborar un informe al respecto, encontrar algo que nos confirmara lo que fuera.

Por primera vez teníamos un esquema de sospechosos, desarrollada una línea de investigación y teorías respecto al modo de operar de "Doborjan", era tan enorme la presión en nuestros hombros, que fácilmente me atrevo a decir que hemos pasado menos de 20 horas en nuestros domicilios, todo gracias al 24 de octubre del 2020.

La dirección versaba en que "Doborjan" tendría que ser un masculino homosexual no declarado que reprendía los comportamientos de agentes activos, podría estar demostrando su desaprobación con los mensajes tras las polaroids, nos mostraba los rostros de las víctimas en aparente paz antes de que les produjera severos castigos, quería demostrarse podía darles una muerte "limpia", pues el no les arrebataba la vida directamente, buscaba que ellos mismos la generaran; "Doborjan" jugaba con ellos básicamente, extendía la posibilidad de "consumir o no" aquellos alimentos plagados de somníferos, que si bien, caían en la súbita e insólita decisión de efectuar el acto, este les penaría con la reprimenda "sexual" que deseaban inicialmente.

Teníamos la teoría que "Steve Fronk" buscaba gente que pagara por darles sexo oral, por eso leía constantemente de forma gratuita aquella sección, motivo que lo llevó a que lo desfiguraran del rostro y que "Trevor Malone", en un afán de experimentar cosas nuevas, realizar algo diferente a lo que tenía con su amante, lo llevara a ser empalado grotescamente.

Era un vil narcisista, un egocéntrico, creía tener la capacidad de corregir, sancionar y castigar, pensaba tener la encomienda de limpiar, erradicar, enseñar; prácticamente era un cobarde, el o ella "sostenía" su inocencia a base de manipulaciones, escapándose de la responsabilidad de quitar una vida a propia mano.

Era un juego básico para el, pasaba a ser algo extremadamente cruel.

Hunk apuntaba nos concentráramos en "Mike Allen" y levantáramos una acusación directa contra el, sostenía que los nombres de usuarios referentes a músicos, su negociación en el barrio de "Chelsea" y la aparente relación extramarital con la segunda víctima, nos daban suficiente para imputarle, pero Ridley y yo no estábamos conformes, era soltarle una bomba a alguien que no teníamos la certeza lo fuera, que podría arremeter contra su total integridad y los medios destrozaran la vida.

-¿Tienes algo nuevo?.- interrumpiendo mis pensamientos aquella voz tan sutil de Ridley.

-No, aún estoy pensando.- mordiendo aquella pluma con recelo, como si ello pudiera calmar mis nervios.- no me siento cómodo al señalar cómo probable a "Mike Allen".

-No debemos hacerle caso a Hunk si tenemos una carpeta sólida.- replicaba al sentarse frente a mi, separando nuestra distancia aquel escritorio de por medio.- creo firmemente en que podemos integrar mas cosas a este caso, aún nos falta entender las pistas que nos dejó, se que no estamos viendo todo.

-Pienso igual que tu, pero los jefes quieren cabezas, no respuestas.

-Este embrollo comienza a robarme la vida.- suspirando con desánimos, casi aquel sonido podía dar fe de lo que pasaba en su cabeza.

-Días como hoy me producen insomnio...

La pesadez en mis hombros era incomparable, sentía la espalda destrozada, me derretía sobre aquel desgastado respaldo de la silla, cuanto más tiempo transcurría, Hunk nos acortaba el poder en la investigación, quería tener ya una teoría, deseaba al homicida, taparía la luz del sol con un dedo si fuera posible, si no le dábamos pronto la respuesta, sabíamos el la fabricaría.

En los huesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora