Prefacio.
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“No hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena”
Quisiera empezar este escrito con unas sencillas preguntas: ¿Alguna vez en tu vida has perdido a un ser querido?, ¿En alguna ocasión los recuerdos no han dejado de rondar en tu cabeza hasta el punto de hacerte querer explotar? Y sobre todo ¿Has llorado sin poder detenerte ni por un segundo?
Si las respuestas a las preguntas anteriores han sido un “Si” entonces lo más seguro es que esta novela está dedicada a ti, quizá en este momento me inspire en ti, aun sin conocerte o quién sabe si estoy detrás de ti. La novela ha sido narrada por una persona como tú que perdió a un ser querido y no ha dejado de pensar en eso todo este tiempo así que decidió liberarse por medio de la escritura aunque quizá no sea su fuerte. Por otro lado no es la típica novela que empieza con la historia dulce y hermosa hasta llegar al momento del destrozo y los llantos, tampoco está dedicada a un novio o un esposo va simplemente a un ser querido porque pienso que uno puede amar a alguien aun sin ser su pareja y en ese caso es más triste la perdida pues nadie nota que tú también has perdido.
Pero si las respuestas a las preguntas ha sido “No” (cosa que dudo) te invito a que odies como la protagonista la muerte y que odies con ella la idea de no escuchar una risa de nuevo. Esta no es una historia feliz pues las historias felices son fantasía, yo amo la fantasía pero desgraciadamente vivo en la realidad por tanto narrare una maldita historia real. Puedes leerla si deseas, estoy segura que te sacara mínimo una sonrisa y quizá hasta dos, prometo que no te hará llorar… solo recuerda que ya nadie cumple sus promesas.