mσnσlσcσ||31 Minutos (Tudoque)

Hogar amargo hogar

—¿Que irá a donde, señor?— Pregunta Martino confundido

—Iré un rato a Nueva york— Repite Tulio

—¡Pero eso esta en norte america!— Dice Martino
—¿Y con esa ropa tan...Misteriosa? Es como si no quisiera- —

—Si, lo se porqué...¡Demonios, Martino! soy tu jefe ¿¡Acaso tengo que darte explicaciones!?— Se queja Tulio enojado

El mayordomó se asusta y niega con la cabeza

—L-Lo siento, señor es que s-solo no entendía el porque de su repentino viaje— Se disculpa algo timido

—No es tu asunto, Martino son cosas de ricos, no lo entenderias— Dice Tulio

El mayordomo odiaba la soberbia de su amo

—Entiendo, lo siento—

—Esta bien— Responde Tulio
—Lleva mi equipaje al coche ¡Cuidado que es muy delicado!—

Triviño le da el equipaje al mayordomo, este se esperaba estar cargando algo muy pesado sin embargo sus manos se sintien bien...

La maleta era liviana aún más de lo que estaba acostumbrado a llevar
Tulio suele llevar más de una maleta llenas de ropas u otros objetos pero ahora era una maleta más liviana...Demasida pequeña y fácil de mover

—Señor...Esto es muy liviano—

—Ahg, no exageres, es solo una maleta— Se queja Tulio

Martino sin entender se acercó al coche y puso la maleta dentro de la maletera del auto

—¿Que le digo a la señorita Patricia?— Pregunta Martino llendo a su lado

—Dile que me fuí por un rato pero que volveré como pueda, más vale que la cuides, recuerda que aún no puede hablar— Ordena Tulio con su tono común

—De acuerdo— Asiente el mayordomo
—Que tenga buen viaje mi- —

Tulio acelera el coche y se va de ahí rápidamente, el pobre Martino se asustó por eso pero decidió no hacer nada al respecto pues eso era muy normal de su jefe

El joven maryodomo volvió a entrar en la mansión, iba a ver el noticiero por un rato

Cuando estaba apunto de prender la televisión en la sala, una voz lo detiene  juguetonamente

—Martino~— Dice una azafata coqueta

—¿Catania que quieres?— Dice Martino serio

—No, nada mi guapo solo estaba pensando que podriamos aprovechar que ahora ninguno de los miembros de la familia Triviño esta en casa— Dice Catania

—No, eso pasó una vez, le prometí a Catalina que no lo volvería hacer— Niega el mayordomo

—¿Pero entonces que ibas hacer con ese control?— Pregunta la azafata

—E-eh, lo estoy limpeando ¿Sabes cuantos germes hay en un control remoto?— Excusa Martino

—Jeje, ay~ nunca cambias, no te preocupes no le dire a nadie como tu hiciste conmigo— Dice Catania
—Pero solo si lo hacemos en el sofa—

—No, mira, fue divertido mientras duró pero me niego a volver a eso— Se niega Martino

Catania se esta molestando
—Haz cambiado, Marti, antes eras todo un hombre ahora eres solo un ciervo maricón—
Se queja la azafata
—¿Donde esta el Martino que hacia sus propias reglas? Quien se aprovechaba de todas las oportunidades, quien si queria algo lo obtenía, el hombre amante de las fiestas y la diversión ¡El hombre con quien me e aventudaro! ¿Donde esta mi novio?—